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El monto corresponde a saldos impagos por importación de combustible que refinanció el kirchnerismo. Restan pagar cinco cuotas de u$s49,5 millones cada una
16/03/2016 - 10:55hs

Uno de los primeros actos de gobieno de Mauricio Macri como Presidente fue reclamar por los presos políticos de Venezuela, un gesto que fue recibido con disgusto por la administración de Nicolás Maduro. 

Sin embargo, pese al cambio de rumbo que imprimió la gestión de Cambiemos, que apunta a alejarse del modelo chavista, habrá un vínculo que se mantendrá hasta fin de año por lo menos. 

Se trata de una deuda de u$s250 millones que el Gobierno heredó del kirchnerismo, por saldos impagos de importación de combustible. 

El país le debe a Venezuela u$s247.000 millones por compras de fueloil y gasoil, que se hicieron hasta 2013 para las generadoras térmicas locales.

Ese combustible se utilizó en lugar del gas natural, un insumo de mejor rendimiento técnico y más amistoso con el medio ambiente cuya producción comenzó a caer a partir de 2004.

Las compras iniciaron a mediados de la década anterior, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner y su ministro de Planificación, Julio De Vido, cerraron un acuerdo comercial con Hugo Chávez.

El país caribeño contaba por aquellos días con una oferta energética prolífica y el líder bolivariano había trabado una amistad personal con Kirchner.

El convenio contemplaba la creación de un fideicomiso en el Banco Nación en el que la Argentina depositaría los fondos para que esa entidad financiera les pagara a exportadores de productos que compraría Venezuela.

En la práctica, el combustible que llegó a la Argentina no provenía de la nación bolivariana porque su calidad era inferior a las exigencias locales. Por eso, Pdvsa, la petrolera estatal venezolana, se encargaba de enviar productos de otras refinerías, aclaró el diario La Nación.

Se instrumentó el convenio a través de Pdvsa y Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico mayorista.

Pero la compañía local, la mayor beneficiada con los subsidios, comenzó a incumplir con los pagos porque no le alcanzaban las transferencias del Estado.

Mientras vivió Chávez, ambos países contuvieron ese desfase, pero Maduro tuvo menos paciencia, reportó el matutino.

A fines de 2013, Axel Kicillof asumió como ministro de Economía y se llevó consigo la gestión de la energía, que antes estaba a cargo de De Vido.

Una de esas derivaciones fue la finalización de las compras de fueloil a Pdvsa por parte de Cammesa, que acordó un plan de pagos para saldar la deuda. En ese momento la deuda era de u$s1088 millones, que se refinanciaron en 22 cuotas mensuales.

Desde ese momento la administradora del mercado eléctrico cumplió con los pagos, pero le restan cinco cuotas de u$s49,5 millones cada una, según pudo saber La Nación de fuentes oficiales. 

La refinanciación de deudas con Venezuela, sobre la que pesaban intereses millonarios, fue una práctica frecuente del gobierno de Cristina Kirchner. Por caso, un documento oficial que vio el matutino indica que al 31 de enero de 2014 se habían pagado u$s987 millones en seis cuotas desde septiembre de 2012 hasta diciembre de 2013, por embarques que se habían recibido entre 2010 y 2011.

En ese momento aún faltaban otras cuatro cuotas por u$s562,7 millones, y hasta el primer trimestre de 2014 faltaba abonar un pagaré por u$s56,3 millones que había vencido el 15 de noviembre de 2011, más sus intereses, para cancelar toda la deuda de los años 2007 y 2008.