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Con los números en contra, Macri se juega su carta para recuperar la credibilidad

El Presidente intenta convencer que la inflación de marzo será "la peor" del año, mientras el mercado da señales de agravar el rechazo a la moneda
17/04/2019 - 06:24hs
Con los números en contra, Macri se juega su carta para recuperar la credibilidad

Sorpresa. Esa fue la primera sensación, desagradable por cierto, que generó entre funcionarios, empresarios y consultores de la City, la difusión del dato de inflación de marzo y que arrojó un 4,7%. 

La dosis mayor de amargura fue para los técnicos del Gobierno. Mientras que la inquietud e incertidumbre se sintió más entre empresarios y economistas.

Lo cierto es que, antes del último fin de semana, los gerentes de las principales fábricas alimenticias que negociaron un acuerdo de precios con el Gobierno habían escuchado, de parte de los funcionarios de Producción, que la inflación de marzo se ubicaría entre 3,8% y 3,9%.

Horas después, ya sobre el atardecer del domingo, funcionarios de la Casa Rosada comenzaron a hacer circular el dato de que el número final, en realidad, estaría entre 4,3% y 4,5%.

El escenario fue el peor de todos. Con el agravamiento de que los precios de los alimentos crecieron 6% en un solo mes, por lo cual el acumulado de los últimos 12 meses saltó al 64%.

A diferencia de otras oportunidades, en las que dio la sensación de que el Gobierno era superado por la realidad y se quedaba sin poder de reacción, esta vez la Casa Rosada promete una batería de medidas para hacer frente la crisis.

Pulseada por la credibilidad

Más allá de las medidas concretas y del alcance que tenga el eventual acuerdo de precios, lo que los analistas del mercado perciben es que lo que está en juego es la credibilidad del Gobierno.

La alusión de Macri en el sentido de que la inflación de marzo será "un pico" presupone la promesa de que se deberá retomar el camino descendente. Pero muchas otras veces se han hecho pronósticos similares, por lo que se corre el riesgo del efecto decreciente en la credibilidad de la promesa.

El objetivo, ahora que se consiguió el auxilio financiero del FMI y que se espera entrar en una fase de calma cambiaria gracias a los dólares del agro, es que el mercado se convenza de que hay fundamentos como para lograr la estabilización de precios. Un objetivo que no parece fácil, a juzgar por el escepticismo reinante en el gremio de los economistas.

El paquete será anunciado hoy miércoles desde las 10 y media de la mañana en la quinta de Olivos, luego de la reunión de Gabinete. La información oficial dice que Macri no formará parte de esos anuncios y que estarán a cargo de Nicolás Dujovne, Dante Sica y Carolina Stanley.

Las iniciativas intentarán dar una respuesta a la complicada dinámica de la crisis económica. Se trata, más bien, de una reacción que debe interpretarse más por el lado de la política que por sus posibles repercusiones económicas.

Aunque en lo formal no forman parte del conjunto de medidas, el anuncio del titular del Banco Central, Guido Sandleris -de que se congelaban las bandas cambiarias creadas hace seis meses-, también deberían incorporarse al set de iniciativas para aplacar la inflación.

Precisamente, uno de los puntos más fuertes del paquete referirá a un acuerdo de precios sobre productos de primera necesidad. El Gobierno, las fábricas de alimentos y los supermercados, acordaron la confección de una lista de 50 o 60 productos de la canasta familiar, cuyos valores se mantendrán por los próximos seis meses. Es decir, hasta las elecciones.

El Gobierno, a través de sus máximos funcionarios, y también el Banco Central (ayer martes lo dejó bien en claro el propio Sandleris) descree de los grandes acuerdos de precios; y mucho menos en los congelamientos como herramientas antiinflacionarias.

Está claro que los inminentes anuncios serán "a pesar de" las opiniones de los funcionarios del equipo económico, y también del Presidente Macri. Hay que entenderlo en el marco de una severa crisis que pone en riesgos las chances de reelección del jefe de Estado.

La idea es retomar el manejo de la agenda pública, que -en medio de la recesión y las constantes subas de los precios- queda habitualmente en manos de la oposición, con la consiguiente pérdida de imagen por parte del Gobierno.

Nervios en las empresas

La sorpresiva marca inflacionaria del mes pasado provocó malestar en algunas de las grandes empresas que desde en la última semana negociaron un acuerdo con la Casa Rosada.

Temen que, con una inflación lanzada, el Gobierno se vea acorralado políticamente. Y que la oposición, además de los socios de Macri en Cambiemos (el radicalismo y Lilita Carrió), busquen a culpables por la suba de los precios entre las fabricantes de alimentos y los supermercados.

De hecho, el gerente de una de las principales productoras se comunicó con iProfesional, durante la tarde del martes, para preguntar sobre una eventual Ley de Lealtad Comercial que el propio Macri estaría impulsando para castigar a las empresas que no compitan.

Se trata de una norma que vendría impulsada por la mismísima Carrió. Lo mismo que la "Ley de Góndola".

También había inquietud entre las consultoras de la City y entre los financistas.

El recuerdo de la volatilidad cambiaria de mediados de febrero y la suba del "riesgo país", después de que el Indec sorprendiera con la inflación de enero, vuelve a erizar la piel de algunos economistas y financistas.

Dos consultoras que suelen medir la evolución de los precios -Eco Go y Elypsis- observan números elevados para este mes. Marina Dal Poggetto estima una inflación del 3,8%. Elypsis, dirigida por Luciano Cohan, proyecta un 4,1%, también para abril. Según esa consultora, la suba del indicador durante las últimas cuatro semanas fue de 4%.

Uno de los descreídos es Emmanuel Álvarez Agis, exvice de Economía en la última etapa de Cristina Kirchner. "Este índice de marzo deja un orientativo de 44% para este año. Yo no veo el proceso de desinflación que observa el presidente del Banco Central", afirma en diálogo con iProfesional.

"La dinámica inflacionaria está desanclada. Y me pregunto cómo se acomnodarán las paritarias en este escenario", concluye.

Según Álvarez Agis, el "mercado" descree de la estrategia del BCRA. Y, según su visión, habría que monitorear bien de cerca las operaciones de futuros: "Si el dólar a diciembre se negocia a $59, ¿por qué habría que creerle a Sandleris que el techo debe quedar inamovible abajo de $52? Sinceramente, no veo que el mercado corrija hacia los precios que mira Sandleris".

Gabriel Ledesma, economista de Consultora Ledesma, también traza sus objeciones sobre este mismo punto anunciado por el titular del BCRA. "Si bien entiendo la lógica detrás de ambos, me gusta más lo de no comprar con perforación del piso de la zona de no intervención -dado que el Tesoro está vendiendo-, que lo de dejar constante dicha zona hasta fin de año. El primero me parece más genuino como señal de endurecimiento del esquema y más consistente", asegura. 

Francisco Mattig, analista de Estrategia de Consultatio Financial Services, aporta una lúcida mirada sobre la evolución de precios: "La inercia inflacionaria seguirá pesando. Entramos en temporada alta de paritarias, y eso también agregará presión a los precios, en un contexto en el que el gobierno ya no tiene tanta capacidad para moderar expectativas".

Y los hechos parecen darle la razón: unas horas antes de conocerse el dato inflacionario, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, cerraba un acuerdo con el gremio docente que implicaba la aceptación de un ajuste por IPC antes impensable.

Además de la llamada "inercia inflacionaria" -una especie de remarcación "por las dudas", dada la incertidumbre económica y política, este mes de abril vino recargado con incrementos del 10% en las facturas de gas y también en las naftas, del 4,5%.

Más pesimista resulta el análisis de la consultora LCG, fundada por Martín Lousteau, el exministro que esta semana se encontró dos veces con el Presidente Macri.

"Preocupa la posibilidad de espiralización de la inflación que se podría desencadenar debido a mecanismos de propagación sustentados en una fuerte indexación que existe en la red de contratos de nuestra economía. Nuevas tensiones en el mercado cambiario no se pueden descartar y eso podría dar inicio a un régimen de funcionamiento de la economía en un nivel de inflación aún más alto que el actual", argumenta.

Desde un estilo más volcánico, el economista Diego Giacomini, tiene malos presagios. "Anuncian supuesto 'pico' de 4,7% de inflación, con mensaje implícito que a partir de ahora bajará. Recuerden: gobierno, burócratas y todos sus cortesanos amarillos en noviembre y diciembre decían que a esta altura la inflación iba a ser 2% mensual. Nadie les cree. Seguirá PUM ARRIBA", puso en su cuenta de Twitter.

Esta mañana, a cuatro meses de las PASO y a seis de las presidenciales, el Gobierno se juega una carta fuerte en su intención de llegar con buenas chances electorales. Algunos suponen que sólo si logra domar la inflación y dinamizar la actividad, Macri estará en condiciones de volver a festejar.

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