La práctica de deporte es uno de los pilares para llevar un estilo de vida saludable. En equipo o en forma individual, realizar algún tipo de actividad física repercute en forma positiva en el buen funcionamiento del organismo y en el cuidado de la salud. Sin embargo, es muy común que las personas comiencen a practicar deportes sin conocer en profundidad cuál es la mejor forma de hacerlo y cuáles son los riesgos que conlleva. Malas prácticas, costumbres inadecuadas o información incorrecta pueden contribuir a que la persona sufra diversos trastornos como consecuencia. Mala alimentaciónMuchas personas incorporan el ejercicio físico a sus rutinas diarias con un objetivo principal: perder peso y, además, tonificar su musculatura. Sin embargo, en algunos casos se subestiman otros factores que resultan fundamentales en este proceso, que requiere un cambio integral de estilo de vida y no únicamente de una de las variables. En primer lugar, la alimentación es uno de los elementos que resulta central, por lo que se debe acompañar la práctica de ejercicio con una dieta equilibrada y saludable. El problema radica en que, por lo general, la persona no consulta a un nutricionista en busca de la alimentación adecuada y personalizada, sino que adopta dietas que le han recomendado otras personas o han conocido a través de prensa e internet.

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Por eso, es importante tener en cuenta que todo individuo que practique deporte de manera regular debería llevar una dieta balanceada, que incorpore los principales grupos nutricionales -proteínas, frutas y verduras frescas, cereales y granos, y grasas saludables-.La hidratación es otro de los pilares que se relacionan con la práctica de ejercicio físico y el cambio de estilo de vida. Es fundamental que la persona se mantenga hidratada durante el tiempo que realiza deporte y también después. No obstante, la hidratación se debe cumplir a lo largo de todo el día, se estima que cada persona debe consumir dos litros de agua diariamente para mantener su cuerpo saludable. Poco descansoLos expertos recomiendan que una persona promedio duerma entre 6 a 8 horas diarias. Para cualquiera que practique algún deporte o actividad un buen descanso es esencial para mantener un óptimo funcionamiento del organismo. Un dato destacable es que la calidad del sueño es tan importante como la cantidad de horas que una persona duerme. La relevancia del descanso radica en que durante este período se produce gran parte de la recuperación muscular del organismo; es una etapa fundamental dentro del triple proceso de entrenamiento, asimilación y mejora.

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Evitar la entrada en calorEn ocasiones, por desconocimiento o falta de tiempo, el deportista principiante evita la entrada en calor porque considera que es irrelevante, que es una pérdida de tiempo o que no influye en la práctica del deporte. Sin embargo, pocos saben que es una mala costumbre, ya que disminuye su rendimiento deportivo y aumenta el riesgo de padecer cualquier lesión. Del mismo modo, la elongación posterior a la actividad física constituye un proceso importante, que no se debe saltar. Equipo inadecuadoIndependientemente de la modalidad deportiva que se practique, se debe tener el equipo adecuado. Hay disciplinas que requieren equipamiento, como la natación, el running, o el hockey, entre otras. En todas ellas, la utilización de los elementos adecuados es fundamental para evitar lesiones o molestias, que se suelen producir por la mala calidad o el uso inadecuado de los accesorios.

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