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Confianza en picada: la mitad de los CEO esperan que la economía empeore pero aún no cambian sus planes de inversión

El optimismo cauteloso de los empresarios mudó a profundo pesimismo. Qué caminos están eligiendo para no perder rentabilidad en tiempos de crisis
21/08/2018 - 15:13hs
Confianza en picada: la mitad de los CEO esperan que la economía empeore pero aún no cambian sus planes de inversión

En los últimos meses la confianza empresarial en la Argentina cayó rotundamente en picada y dejó atrás la ola de optimismo cauteloso que demostró durante el primer año de gestión de Cambiemos.

Así lo confirmó la última consulta realizada a los socios del capítulo argentino de la organización de CEO, Vistage. La misma refleja la opinión de más de 250 dueños de compañías, números uno y altos ejecutivos.

Su índice de confianza alcanzó los 71 puntos en el segundo trimestre, que estuvo marcado por la primera corrida cambiaria, renuncias y nombramientos de altos funcionarios, y una inflación desbocada no solo por el alza del dólar, sino sobre todo, por la de las tarifas y los consecuentes costos operativos.

 

De acuerdo a la medición de Vistage, este "piso" significa que el optimismo de los empresarios perdió 59 puntos en lo que va del año. "Son valores similares a los obtenidos en 2015", reflexiona la entidad en su último informe.

Pero quizás la muestra más patente de este cambio de tendencia en el humor de los CEO es su respuesta a la consulta "en los próximos 12 meses, ¿cómo espera que esté la economía argentina?". La mitad de ellos consideró que estará peor que ahora, mientras que tan solo en el primer trimestre del año el 50% tenía la opinión contraria y otro 40% pensaba que se mantendría igual.

 

No es casual esta preocupación, en el 72% de los casos relevados, la facturación de los socios de Vistage proviene únicamente del alicaído mercado local.

La cantidad de empresarios que esperan ver incrementada su facturación pasó de 60% a 48%, y a la vez un 55% espera una caída en su rentabilidad para los próximos 12 meses. 

 

Al analizar esta situación, la coach especializada en management de Pymes, Luciana Paulise, describió que "las ventas en esta época se han contraído bastante, por lo que los empresarios prefieren el 'wait and see'. En ese contexto resulta riesgoso subir los precios, y por otro lado los costos subieron mucho, como el transporte".

"La cadena de pagos también está profundamente demorada, por lo que las compañías buscan priorizar los gastos hasta poder incrementar los precios, y en consecuencia, la rentabilidad", añadió la titular de la consultora Biztorming Training.

"Una de las principales preocupaciones del empresariado es la incertidumbre económica. Este trimestre se registran valores poco alentadores respecto a las principales cuestiones vinculadas a sus negocios, tales como la evaluación de la economía actual y futura, la rentabilidad y la facturación”, explicó por su parte Marco Bellotti, Gerente General de Vistage Argentina.

Se refiere a que la falta de certezas pasó de ser una cuestión menor en la mente de los los hombres de negocios a principio de año, a ser el problema número uno: el 31% de los consultados lo mencionaron, incluso por encima de la suba de costos y las cuestiones vinculadas al personal.

 

Esa preocupación parece verse confirmada en el mercado en los últimos días. La encuesta fue realizada en julio, cuando se avizoraba lo que se esperaba que fuera un período de "pax bancaria", tras la escalada del dólar que se dio en el primer semestre. Entonces la mayoría de los socios de Vistage ya estimaba que los precios de sus productos o servicios seguirán subiendo, y para diciembre anticipaban que la inflación será superior al 27% y que el tipo de cambio se ubicaría a $31,20 por dólar.

En este sentido, el pálpito de los CEO coincidió con el que dieron los expertos en economía en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). El seguimiento que difunde el Banco Central de la República Argentina (BCRA) también mostró una expectativa de inflación del 31,8% a fin de año, con la núcleo en 30,4%.

Aunque los economistas consultados fueron algo más optimistas respecto al tipo de cambio con el dólar, y lo ubicaron a $30,5 para diciembre próximo.

La proyección que relevó el BCRA asegura que recién tocaría $31 en enero de 2019, aunque poco duró ese pronóstico luego de que la moneda norteamericana experimentara una fuerte alza en los mercados internacionales días atrás. La devaluación, que fue más fuerte en los países emergentes, tuvo a la Argentina como mayor protagonista.

En ese marco, el panorama que mediados de año veían los CEO con cierto pesimismo estaría cumpliéndose, y a la vez, dándoles mayores motivos para preocuparse.

Empleo e inversiones

Esta peor perspectiva para lo que queda del año, sin dudas está impactando en las decisiones de las compañías, aunque el efecto mayor aún no parece haber cristalizado.

Por ejemplo, según Vistage, el porcentaje de empresarios mantendrá estable su dotación los próximos 12 meses pasó del 52% al 60%, mientras que los que tenían la intención de incrementar su plantilla cayeron del 38% al 24% en el último trimestre relevado.

 

Si bien se suceden las noticias de cierres de plantas y suspensiones de trabajadores en la industria, hay compañías en las que el cambio de contexto económico no impactó de lleno aún, y siguen enfocadas en el largo plazo en cuanto a sus decisiones.

"Conozco casos concretos de empresas que están sumando colaboradores, producto de la adecuación de la empresa al nuevo contexto, y por otro lado, otros con la intención de mantenerse estables", declaró Miguel Logarzo Azúa, Coordiandor de grupos y Asistente Social de Empresarios de Vistage Argentina.

La coach de Biztorming Training ofreció otra perspectiva: "Si bien el empresariado está menos optimista debido a la alta incertidumbre que genera el shock cambiario, para contrarrestar una potencial caída abrupta en las ventas busca generar más oportunidades de negocios, con nuevos productos o expandiendo la cantidad de locales".

Para la consultora y autora del libro "SOS Pymes" (editorial Empresa Activa), esto se refleja en las prioridades que declararon los dueños de compañías: un 33% dice estar en búsqueda de oportunidades de crecimiento, y otro 25% se enfoca en lanzar nuevos servicios.

"Con nuevos locales, los empresarios evitan despidos, prefiriendo redistribuir al personal y llegar así a nuevos mercados", aseguró la experta que asesora a compañías en Argentina y Estados Unidos.

En otros aspectos, quizás el impacto de la crisis económica sea menor: en la última consulta de Vistage respecto a las perspectivas de inversión en activos fijos, el 58% de los empresarios aseguró piensa mantener su inversión (solo 1% menos que en el primer trimestre) y un 23% estima la aumentará, cuando antes el 36% esperaba incrementarla.

¿Por qué ante el cambio de escenario las empresas no modificaron radicalmente los planes de inversión? La respuesta es compleja y determinada por el tipo de activo en el cual se planeó el desembolso. "Depende del tipo de inversión. Si está muy relacionada con la importación, probablemente tenga que demorarse hasta que el panorama este más claro. Pero a la vez, la internacionalización de las Pymes y el fenómeno de las Pymes-multinacionales es una realidad" con la cual las empresas logran proteger su rentabilidad, contestó la titular de Biztorming.

Es decir, al igual que las grandes corporaciones, también las firmas medianas y pequeñas se resguardan de los cambios abruptos en el contexto global, por ejemplo, comprando materia prima o productos terminados en países como China, y vendiéndolos en Paraguay o Estados Unidos. 

"Me refiero a que la expansión de las Pymes no va a parar con la crisis, es una tendencia que recién comienza. En la medida en que los costos de comunicaciones se abaratan y herramientas de ecommerce se multiplican, el empresario cada vez va a contar con recursos y clientes del exterior. Por ahora solo para el 16% esto es clave, pero la tendencia ira creciendo, tanto porque se necesite para contrarrestar el riesgo argentino, como para aumentar la oferta y bajar costos, u ofrecer productos innovadores que el cliente va a ir reclamando", amplió Paulise al ser consultada sobre el sostenimiento de los planes de inversión.

Y en otros casos, los planes se mantienen porque son decisiones de largo plazo que no mudan por la coyuntura puntual. En esos casos, los factores que impulsan o retrasan las decisiones son, por ejemplo, el acceso al crédito, el precio de los activos para aumentar la capacidad instalada, sobre todo los inmuebles, etc. 

Muy pronto para hablar

Pese a que el índice de confianza muestra una caída en picada en los últimos seis meses, en Vistage prefirieron aún no hablar de un cambio de paradigma en la opinión del sector de negocios.

Logarzo Azúa dijo a iProfesional que, "en general, los empresarios con los que tenemos contacto directo no están mostrando un cambio de paradigma. Ellos están entrenados para ponerse desafíos y lograr objetivos. El impacto de una devaluación lleva a pensar la empresa y a corregir desvíos presupuestarios".

En este sentido, en la organización opinan que la corrida cambiaria, los nombramientos de funcionarios, entre otras medidas que modificaron las reglas de juego, ya son moneda corriente para los empresarios locales.

"Tienen una mirada un poco más allá de la coyuntura puntual de un cambio de Ministro o límites de venta de dólares. Trabajan, al menos en nuestra metodología, en salir permanentemente de la zona de confort. Eso los obliga a tomar datos del mercado, y sobre todo, a generar acciones productivas", reflexionó Logarzo Azúa.

En la misma línea, la consultora de Biztorming destacó la audacia de quienes emprenden en el país pese al clima de pesimismo económico: "En Argentina nunca es un buen momento, por lo que en general los empresarios terminan llevando a cabo igual sus planes como una forma de contrarrestar la crisis. El argentino es arriesgado".

No obstante, ninguna de las fuentes consultadas descarta que pronto ese panorama de perspectivas negativas comience a verse reflejado en los planes de negocio que declaran los CEO y titulares de empresas. "A principios de 2019, a partir de marzo, se van a tomar las decisiones más importantes al respecto", anticipó Paulise.

Pero no todo son malas noticias. La coach de Pymes asegura que quienes hayan logrado ahorrar en tiempos de bonanza podrán aprovechar estas épocas de menor actividad para capacitar al personal, innovar y buscar nuevas tendencias, que redunden en mejores negocios.

"Puede ser un buen momento para rediseñar procesos, eliminar costos innecesarios y tareas duplicadas, y mejorar la experiencia del cliente. Los empleados pueden aportar mucho en este sentido con ideas sobre cambios de procesos y necesidades del cliente. Si son capacitados pueden generar increíbles mejoras con costo cero", sentenció.