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La exportación se lleva el 90% de los vinos orgánicos que se producen en el país

Estados Unidos, el principal destino de los vinos argentinos, demanda cada vez más este tipo de productos. La Unión Europea continúa liderando las compras
08/08/2018 - 21:19hs
La exportación se lleva el 90% de los vinos orgánicos que se producen en el país

En la Argentina, los vinos orgánicos, biodinámicos y sustentables representan un volumen mínimo en la producción total, pero el 90% de esa producción se exporta. Esto muestra el interés de los mercados externos por consumir este tipo de productos, en un momento donde cada vez toma más fuerza la sustentabilidad de los proyectos, especialmente cuando están en vinculación con el uso de la tierra.

La cuestión de la sustentabilidad se incorporó en el último tiempo. Que sean orgánicos y/o biodinámicos ya alude a un cierto cuidado en el manejo de los cultivos. Cuando se suma la característica de la sustentabilidad se abordan varios aspectos, tanto los vinculados con la economía circular como el triple impacto, el comercio justo y, lógicamente, el cuidado de la tierra y el ambiente.

“La producción de vinos orgánicos en su amplia expresión es aún chica, no supera el 2% del total. Pero no sólo se exporta el 90% del total de lo que se elabora en el país sino que es creciente la demanda de este tipo de productos desde Estados Unidos cuando, tradicionalmente, el interés provenía principalmente de Europa”, dijo a iProfesional, Juan Pino, co-creador de la Feria de Vinos Orgánicos.

Si bien Europa continúa siendo el principal comprador de este tipo de productos, el especialista destacó el cambio de tendencia que se está registrando desde Estados Unidos, básicamente por el énfasis que se está poniendo en ese país para que la población incorpore alimentos más saludables y cuya producción sea más amigable con el ambiente.

Pero hay otro aspecto no menor. Estados Unidos continúa siendo el principal destino de los vinos argentinos en su totalidad y que haya pedidos crecientes de vinos orgánicos también tiene que ver con esta realidad.

A nivel local la tendencia también es creciente. Se advierte una tendencia sostenida hacia el consumo de alimentos orgánicos, y dentro de ellos los vinos, no sólo por lo que implica a nivel de cuidado de la salud sino también de la tierra.

El tema de la sustentabilidad aplica en varias aristas. Por un lado, señaló Pino, apunta al pago justo de los trabajadores y a garantizar contratos a largo plazo. Por el otro, mantener la buena salud de la tierra a partir del uso de productos orgánicos y no químicos, como los que suelen utilizarse para control de hormigas u hongos.

En la industria vitivinícola el precio de la uva se alcanza por efecto de la oferta y la demanda, y en momentos en que hay mucha producción, ese costo baja, afectando al productor. Para evitar esto, en la vitivinicultura sustentable y, específicamente, en el comercio justo se busca que se garantice ese precio y que se realicen contratos a largo plazo.

“En el comercio justo se garantiza que se pague un monto mínimo al productor, valor que surge de un porcentaje del costo final de la botella”, indicó el impulsor de la Feria.

El comercio justo inició en los ´70 entre los productores cafetaleros de Centroamérica. Y con los años se extendió a otros productos, también a la vitivinicultura. El productor, en cualquier actividad, es el primer eslabón de la cadena y el más débil. El objetivo es que se pueda alcanzar un precio que permita realizar inversiones y desarrollar a los productores.

Aquellas bodegas que practican el comercio justo tienen una especie de sello o certificación. El de producto orgánico, en cambio, está regulado por el Senasa. Pero si bien la cuestión del comercio e, inclusive, del vino biodinámico no tiene una ley por detrás sí exige el cumplimiento de ciertos protocolos establecidos por el sector privado, tales como el Fairtrade.

Cooperativa La Rioja y Vinos de Luz son dos ejemplos de ello. La segunda bodega no tiene suficiente volumen para certificar bajo alguna de estas modalidades pero, por ejemplo, decidió en una de sus campañas pagar un 25% más las fichas de las mujeres que cosecharon porque consideraron que los hombres pueden cargar más tachos de uva que sus pares femeninas.

En la próxima Feria de Vinos Orgánicos, que se realizará este fin de semana en La Botica del Angel, se presentarán 18 bodegas, de las cuales 9 son orgánicas, 4 biodinámicas, 4 que ejercen el comercio justo y otras dos que están desarrollando productos agroecológicos aunque aún no están certificadas.

Para reforzar estos conceptos, en esta edición también se sumará la gastronomía orgánica, y el aval de diversas ONG vinculadas con el comercio justo y la sustentabilidad.

Esto ocurre en momentos en que las grandes bodegas también comienzan a lanzar sus líneas de vinos orgánicos. Y responder, así, a los dos fenómenos que se registran en el mundo: el mayor consumo de productos de este tipo y la tracción que esta situación genera en las exportaciones.

Una tendencia que exige decisiones de largo plazo pues, en el caso de un viñedo, para que pase de ser convencional a orgánico deben pasar tres años. Con una ventaja: hacer ese traspaso en la Argentina es fácil, aseguró Pino, puesto que las condiciones ambientales son tan favorables, son tan sanas, que todo aquella bodega que quiera certificar sus viñedos podrá hacer la conversión sin mayores inconvenientes.