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Los argentinos encuentran un oasis para ir de shopping y redescubren el "nuevo Uruguayana"

Un lugar en particular muestra ventajas insólitas en cuanto a precios. Incluso pagando un pasaje e impuestos aduaneros resulta más económico
15/04/2011 - 14:05hs
Los argentinos encuentran un oasis para ir de shopping y redescubren el "nuevo Uruguayana"

Quizá usted lo recuerde, si es que ya sopló las 40 velitas.

Tal vez no lo haya vivido, por ser un poco más joven. Pero en una de esas le han contado de una época en la que los argentinos realizaban verdaderas caravanas al exterior para comprarse todo lo que encontraban al paso.

Es que el dólar estaba "preso" de una tablita y eso transformaba a los salarios internos en los más altos de la región. Como la inflación local era alta, los precios en el mercado doméstico subían muchísimo más que en el exterior.

De modo tal que ir de shopping fronteras afuera resultaba un verdadero negocio. Era normal ver largas filas de micros saliendo desde Argentina hacia otros destinos. Todo era furor.

Fueron los años conocidos como los de la "plata dulce".

Y la ciudad brasileña de Uruguayana se había convertido en el epicentro de las compras. A ella llegaban miles de personas para adquirir desde un simple juego de sábanas hasta tecnología de última generación.

Fue un fenómeno que caracterizó a buena parte de los años 80. Y hasta dio lugar a una película, que tuvo el mérito de dejar plasmada esa euforia consumista.

Luego llegaron los 90. Se instauró el 1 a 1, la tecnología comenzó a abaratarse y la ciudad brasileña fue perdiendo protagonismo, en manos de una mayor disponibilidad de productos en las góndolas del país.

Las vueltas del destino (y de la economía inflacionaria argentina) han hecho que -30 años después- vuelva a reeditarse una nueva versión de esta "saga" aunque, esta vez, los argentinos redescubrieron un nuevo "Uruguayana".

Es que hoy, la suba de precios internos, sumado a la vigencia de medidas que restringen el ingreso de algunos artículos importados y a la decisión oficial de promover el consumo de tecnología ensamblada en Tierra del Fuego, ha vuelto a colocar el valor de productos como televisores de pantalla plana, computadoras portátiles, y videocámaras a valores más altos que los que se exhiben fronteras afuera.

¿Cuál es el nuevo destino? Ya no es Brasil, que debe lidiar con el real fortalecido, sino que ahora puede encontrarse del otro lado de la Cordillera de los Andes.Más allá de las montañas

Nuevamente con sus salarios altos en dólares, los argentinos han vuelto a poner de moda los tours de compras. Y es así como Chile se ha convertido en un interesante punto de desembarco.

La atracción es tal que desde la propia Aduana y AFIP reconocen que, en los últimos meses, el registro de electrodomésticos y productos electrónicos que se adquieren y se pasan hacia la Argentina, creció casi un 300% respecto a años anteriores.

Es que los comercios trasandinos ofrecen tecnología a valores ostensiblemente más baratos que en la Argentina.

Incluso, en productos sofisticados, aún contemplando el pago de pasaje y tasas aduaneras resulta favorable la adquisición de estos artículos en esa plaza.

Lo sorprendente es que los comerciantes trasandinos importan todo lo que ofrecen, a diferencia de lo que sucede en el mercado local, donde se desarrolla el grueso de los dispositivos más demandados.

Así, de acuerdo a un relevamiento realizado por iProfesional.com, y tomando en cuenta los mismos modelos de productos tecnológicos a ambos lados de la Cordillera, se constataron diferencias de cotizaciones de hasta casi un 160%.

El ejemplo que mejor lo ilustra: mientras que Falabella Chile promociona una cámara de video Samsung modelo SMX a 99.990 pesos chilenos (850 argentinos), en los locales de Garbarino el mismo producto cuesta 2.199 pesos. En este caso, la diferencia es de casi el triple.

Los avisos que certifican la diferencia de valores son más que elocuentes:

El producto "argentino":

Algo similar sucede con los televisores de pantalla plana. Así, mientras que el LEDUN 46C7000 de Samsung se comercializa en Santiago a 999.990 pesos chilenos (8.580 argentinos), en Capital Federal dicho modelo se cotiza 17.000 pesos. Vale decir la diferencia es de unos 8.500 pesos.

Así se promocionan ambos equipos:

El mismo equipo, en Argentina:

Uruguayana ahora queda en ChileLa mención de Chile como "nuevo Uruguayana" no resulta para nada antojadiza.

Muy por el contrario, los alcances de esta tendencia aparecen certificados incluso por organismos oficiales como la AFIP.

En este sentido, una suerte de fiebre por la compra de productos electrodomésticos chilenos, en especial televisores del tipo LCD y LED, se verifica en los registros de pagos por exceso de franquicia personal en las aduanas instaladas a lo largo de la Cordillera de los Andes, con incrementos interanuales de hasta el 266 por ciento.

Así lo confirmó a este medio el administrador de la regional AFIP-Aduana de San Martín de los Andes, Alberto Cataldi, quien reveló un sostenido y notable aumento de los movimientos de mercadería por "equipaje", conformado por aquellos productos que las personas pueden ingresar al país conforme el régimen de franquicias para compras personales que no tienen destino comercial.

Cada persona tiene una franquicia equivalente a 150 dólares, pero si se trata de una familia se suman los valores correspondientes a los miembros del matrimonio, a la vez que se otorgan otros 75 dólares por cada hijo menor de 18 años.

Así, un grupo familiar tipo tendría un equivalente a 450 dólares (1.800 pesos) libre de impuestos.

Luego, todo producto que supere dicha franquicia personal o "familiar" debe paga el 50% del valor traído en exceso.

El caso es que el componente fiscal con el que se gravan los productos electrodomésticos es muy diferente a ambos lados de la Cordillera.

Es por ello que termina resultando más económico comprarlo en ese destino, aún considerando el 50% que debe pagarse como póliza por excedente.

Conviene recordar, por otra parte, que la Argentina mantiene fuertes diferencias arancelarias para la protección de los productos que se fabrican en el país, mientras que del lado chileno no se verifica la misma política.

El caso es que si se consideran las pólizas por excedente de franquicia pagadas por los argentinos que viajaron a Chile en el verano y volvieron con mercaderías, los incrementos interanuales resultan sorprendentes, si además se tiene en cuenta que los datos corresponden sólo a la Aduana de San Martín:

• 128% en enero, equivalentes a unos 52.000 pesos netos por exceso.

• 190% en febrero ($51.000)

• 266% en marzo ($68.000)

Como se apuntó, la póliza es del 50 por ciento sobre el valor excedente, con lo cual tal exceso de franquicia fue de 136.000 pesos sólo en marzo. A ese valor deben sumársele los 600 pesos (alrededor de 150 dólares) de franquicia por persona, para dimensionar el fuerte movimiento que registran los pasos cordilleranos.

Cataldi declaró a fuentes rionegrinas que el grueso de ese movimiento se concentró en electrodomésticos y, en especial, en televisores del tipo LCD y LED.Oferta trasandina

La magnitud de las ofertas que se detectan en los comercios chilenos alcanza a los productos tecnológicos de mayor demanda, aunque las diferencias con los valores argentinos se vuelven más claras en equipos como televisores, computadoras portátiles y cámaras de video.

En lo que hace a los TV de pantalla plana, además de múltiples ejemplos que replican el descripto de Samsung, también es posible ubicar en suelo trasandino aparatos a valores un 50% por debajo de los vigentes en el escenario local.

Uno de ellos es el caso del LG LCD 32LD340 de, precisamente, 32 pulgadas. Dicho dispositivo se comercializa en Falabella a 199.990 pesos chilenos (1.700 pesos argentinos).

El aviso:

Ya en la Argentina, el mismo equipo se promociona en Rodó a prácticamente 3.000 pesos:

Garbarino, en tanto, cotiza este televisor LCD a 3.199 pesos:

Si se aplicara en este caso la franquicia de una familia tipo -450 dólares ($1800)- queda en evidencia que el cliente local puede ingresar la unidad al país sin pagar adicional alguno.

Y con la ventaja de haber adquirido tecnología de punta a un precio casi un 50% más barato que el fijado por las cadenas locales de electrodomésticos.

La brecha de valores se acorta ligeramente en el caso de algunas computadoras portátiles. La MacBook Air MC505 de 11 pulgadas cuesta unos 599.990 pesos chilenos ($5.100 argentinos) en Falabella Santiago.

Un equipo similar de Apple se ofrece en los puntos de venta de Garbarino a $6.599. Vale decir que a nivel local resulta casi un 30% más cara.

La propuesta chilena:

El precio en la Argentina:

Algo similar ocurre con la Hewlett Packard G42. En la capital de Chile el dispositivo cuesta unos 359.990 pesos chilenos (3.000 argentinos), cuando en Buenos Aires cotiza a unos $4.000 pesos, es decir, un 33% más

El primer caso:

La opción local:

 

En el segmento de las videocámaras la diferencia vuelve a profundizarse. En Falabella Chile la unidad Samsung SMX-F cuesta 99.990 pesos chilenos ($850). En Garbarino se encuentra a $2.199.

¿La diferencia? Impactante: 158 por ciento

Falabella Chile:

El retail argentino:

Tour de compras imaginario

En virtud de estos números que elevan el atractivo de Chile como escenario de compras, iProfesional.com se permitió imaginar a un argentino embarcado en un potencial tour a la capital trasandina.

En este contexto, este medio rastreó vuelos a precios promocionales con destino a Santiago y ubicó propuestas de la uruguaya Pluna a 270 dólares (casi 1.100 pesos argentinos). A eso se le sumó una noche de hotel en esa ciudad (400 pesos argentinos), constituyéndose así un total de 1.500 pesos.

Este comprador ficticio adquiere, en Chile, el Samsung de 46 pulgadas detallado anteriormente, que cuesta 8.580 pesos argentinos. Bien, a dicho número hay que restarle 600 pesos (u$s150) de franquicia estipulada para cada persona que decide ingresar este tipo de productos a la Argentina.

Luego, el viajero debe abonar en la aduana local el 50% del valor excedido ($3.990). Si se suman el gasto de traslado y hospedaje, el costo del equipo en sí mismo, y el impuesto a pagar por la entrada de la unidad, la operación totaliza unos $14.070.

En consecuencia, este argentino ficticio se dio el gustito de visitar ese destino, pudo adquirir el mismo producto y encima ahorrarse unos $3.000, en relación a si hubiese efectuado la operación en una cadena de retail local ($17.000).El por qué de las diferenciasAl momento de buscar respuestas a este tipo de realidades, los analistas ponen la mira tanto en la decisión del Gobierno de aumentar las restricciones a la entrada de equipamiento importado como así también en la permanente apuesta oficial de intensificar el ensamblado en Tierra del Fuego.

Según Raúl Ochoa, ex subsecretario de Comercio Internacional, la diferencia sustancial que explica por qué apenas cruzando la Cordillera un producto de este tipo resulta más económico, está en el entramado de impuestos propio de la Argentina que, en parte, es una herencia del Mercosur.

"Estamos dentro del bloque y desde que fue creado se fijó una estructura arancelaria tendiente a proteger, aunque no haya producción local, a todo el sector de bienes de capital, electrodomésticos y productos informáticos", explicó el experto a iProfesional.com.

Por su parte, Claudio Kramer, gerente de Cadieel, cámara que concentra a las compañías electrónicas locales, destacó a este medio que Chile goza de la ventaja de "tener un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China y otro con Estados Unidos, que les permite desgravar las importaciones".

la brecha de precios que diferencia a uno y otro país "es una herencia obvia de la implementación de protecciones arancelarias como las que están vigentes".

"La protección de Tierra del Fuego no es gratuita. Lo que está sucediendo es lo mismo que ya se vivió en los 80, con las compras en Uruguayana", explicó.

Y advirtió un punto clave: "La política oficial se ha centrado, en todo este tiempo, en encarecer los productos importados con las restricciones. El problema es que nunca se abarató la tecnología nacional".

¿La diferencia de valores puede seguir profundizándose? "Como está armado el modelo, es lo más probable", continuó Carrier.

"Hoy es increíble que un televisor que se ensambla en el país cueste 800 dólares cuando el mismo modelo sale 400 en el resto del mundo. Y es preocupante que un país como Chile, que es caro para los argentinos en muchos aspectos, sea más atractivo como lugar de compras que cualquier local de electrodomésticos ubicado a la vuelta de tu casa", concluyó el experto.

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