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En pleno "año verde", un aluvión de argentinos veraneará en el exterior: ¿conviene "tarjetear" o llevar muchos dólares?

En pleno "año verde", un aluvión de argentinos veraneará en el exterior: ¿conviene "tarjetear" o llevar muchos dólares?
10/11/2011 - 13:12hs
En pleno "año verde", un aluvión de argentinos veraneará en el exterior: ¿conviene "tarjetear" o llevar muchos dólares?

De la mano de billeteras aún fuertes en dólares y con una inflación que todavía corre por encima de la tasa de devaluación, este verano los argentinos se preparan para aprovechar las ventajas que brinda el tipo de cambio atrasado y así revivir una vez más el éxodo turístico que se viene registrando en los últimos períodos.

De este modo, destinos clásicos como Miami, Cancún o Florianópolis, sólo por citar algunos, este año -y más que nunca- se vestirán de albiceleste.

El boom de turistas argentinos no tiene freno: según datos oficiales, el año pasado salieron al exterior unos 5,3 millones de residentes, lo que implicó un alza del 26% y un nuevo récord histórico, dado que se superó la marca alcanzada durante la convertibilidad (año 2000), cuando unos 5 millones de argentinos habían cruzado la frontera.

Para este año, empresarios del sector turístico estiman que se volverá a alcanzar una nueva marca, dado que se espera que casi 6 millones de compatriotas viajen al exterior, ya sea por placer o negocios.

Y la industria ya apuesta a que durante la temporada veraniega de 2012 se vuelvan a superar, con comodidad, todos los registros, incluso en medio de la incertidumbre que están generando las dificultades que tienen muchos turistas para conseguir divisas, como consecuencia de los mayores controles de la AFIP para limitar el mercado cambiario informal.El "factor psicológico" de viajar ahora 

Rubén Sánchez, director de Majes Turismo, una de las agencias que desde el fin de la convertibilidad organiza "pooles de compras" por Miami, aseguró que "en los últimos años la clase media que, tras la devaluación, había dejado de viajar al exterior, paulatinamente recuperó poder de consumo y está pudiendo optar nuevamente por destinos fuera de la Argentina".

Sin embargo, para el economista Andrés Méndez, director de la consultora AMF, este verano que se avecina tiene un condimento diferente en relación al de las temporadas anteriores.

Sucede que, además del fenómeno del atraso cambiario -en relación a la inflación- y a la exacerbación del consumo, se suma un "factor psicológico" que pesa, y mucho.

En plena incertidumbre por los rumores de devaluación y mayores controles cambiarios, Méndez sostuvo que "muchos turistas están aprovechando el momento, porque ven que ahora sí pueden y que les da el bolsillo, pero no saben si en unos meses estarán en condiciones de hacerlo", explicó el economista.

Sánchez coincidió en que, "lo que se estuvo viendo es que, en las últimas semanas, muchísimos turistas se adelantaron y estuvieron comprando aéreos y paquetes de antemano para aprovechar el tipo de cambio vigente y así evitar tener que pagar más producto de un dólar más caro. Es evidente que se dio un adelantamiento de los plazos".

Incluso, esta "fiebre" resistió la complicada coyuntura propia de un año electoral. Al respecto, el gerente de Despegar.com, Guido Glikin, aseguró a iProfesional.com que "para este año habíamos estimado un menor ritmo de ventas, principalmente por los comicios, pero todo esto no se dio. En el sector las ventas siguieron creciendo".

Playa al ritmo del dólar (aún) barato

A la hora de profundizar sobre las razones que llevan a que cada vez más argentinos salgan al exterior, Martín Apaz, gerente del departamento de Economía de Deloitte, explicó que "el encarecimiento de la Argentina, medido en divisas estadounidenses, se traduce en un incentivo a la hora veranear en el exterior".

"Hoy, el que viaja a destinos premium en la Costa Atlántica puede optar tranquilamente por excelentes opciones en el Caribe por menos dinero", sintetizó Méndez.

En este contexto, iProfesional.com realizó un extenso relevamiento de las ofertas vigentes en el mercado y trazó un comparativo de opciones "compatibles" en cuanto a destinos y hospedajes para una pareja que quiera viajar dentro o fuera del país.

El mismo análisis arroja los siguientes resultados:

Cariló versus el Caribe• Para quienes disponen de un presupuesto más bien holgado y no reparan mucho en los gastos, en la Costa Atlántica hay opciones de las más variadas: en Cariló, pasar la primera quincena de enero en un complejo premium de unidades de 40 metros cuadrados con cocina equipada, puede rondar los $16.000. Si a eso se le suman los costos del viaje en auto y un gasto diario promedio de $250 en comidas y esparcimiento, una pareja gastará -calculando un dólar a $4,35 para esa fecha- poco más de u$s4.500.

• Como contrapartida, una reconocida agencia de turismo ofrece para enero un paquete de 14 noches en Cuba y Costa Rica -que incluye aéreos y traslados a La Habana, Varadero, San José de Costa Rica, La Fortuna y Manuel Antonio; alquiler de una camioneta con kilometraje libre y hasta cinco días con pensión completa- a u$1.999 por persona con impuestos. Es decir, que la pareja gastará cerca de u$s4.000.Cariló versus Isla Margarita• Si la pareja resigna días pero sube de categoría, entonces podrá optar por alquilar una cabaña de 60 metros cuadrados por la que deberá pagar unos $14.000 por 9 noches en esa misma fecha. Si a eso se le suman los gastos del viaje y de comida, la pareja deberá desembolsar unos u$s3.850.

• Como contrapartida, si el objetivo es salir del país, podrán optar por paquetes all inclusive (vuelos+traslado+alojamiento+desayuno y comidas) a Isla Margarita, con valores que parten de los u$s3.380.

Mar del plata "premium" versus Río y Buzios

• Para aquellos que quieran descansar cerca de la playa en un complejo de buena categoría en "La Feliz", se pueden contratar siete noches en una cabaña frente al mar para dos personas por unos $10.200. Sumados los gastos del viaje, una pareja deberá desembolsar el equivalente a u$s2.460.

• Como contrapartida, a pesar de que el real continúa siendo caro, esa misma pareja podrá adquirir en un amplio abanico de agencias de viajes un paquete por u$s2.458 que incluye 2 noches en Rio de Janeiro (en el ex hotel Luxor) y 5 en Buzios, con aéreos y traslados incluidos.

Pinamar versus Nordeste brasileño

• En el caso de que la pareja opte por quedarse en la Argentina y veranear en Pinamar, existen alternativas premium, como las que ofrece el hotel Pinamar Beach Resort: las siete noches en enero en la mejor habitación base doble pueden cotizar a razón de $10.700. Si se incluyen los costos de viaje, deberá desembolsar unos u$s2.574.

• Como contrapartida, con menos dinero, esa misma pareja podrá viajar a Brasil sin bajar de categoría ni resignar confort. En efecto, en agencias ofrecen un paquete con aéreos incluidos por u$s2.518 para ir -también en enero- al norte de Brasil (Recife) y alojarse durante siete noches en el impactante cinco estrellas Dorisol Recife Gran Hotel, ubicado frente al mar.

Las ventajas de vacacionar en el exterior se van diluyendo a medida que aumenta el número de personas que viajan y si, además, ese trayecto debe realizarse en avión.

Esto responde a una cuestión "logística", dado que el viaje es justamente uno de los mayores costos a la hora de salir al exterior.

Así, un trayecto en auto a la Costa Atlántica le saldrá prácticamente lo mismo a una pareja sin hijos que a una que sí veranea con chicos.

En cambio, a la hora de salir al exterior, lógicamente el grupo familiar se encuentra con que sufrirá una importante erogación extra en tickets aéreos, encareciendo cualquier viaje fronteras afuera.

¿A dónde viajan los argentinos?

Según datos brindados en exclusiva por Despegar.com a iProfesional.com, si se analizan las compras de pasajes de avión al exterior realizadas desde la Argentina para la temporada que va de diciembre de 2011 a febrero de 2012, se observa que el destino predilecto es Miami, con un 10% del total (2 puntos más que el año pasado).

Tal como se puede ver en la siguiente infografía, le siguen en importancia Florianópolis, Bogotá y Lima:

Como contrapartida, si se analiza la venta de paquetes, pese al "súper real", Brasil continúa arrasando: seis destinos en ese país acaparan el 73% de las operaciones de esta compañía.

Le siguen Miami-Orlando que, en conjunto, representan el 8% de las compras realizadas por argentinos y Cancún (3%).

¿Habrá dólares para los turistas?

En los últimos días, las preocupaciones en la city porteña se "tiñeron" de verde, producto de los controles por parte de la AFIP a la compra de divisas. Esto, de cara a las inminentes vacaciones de verano, podría significar un gran dolor de cabeza para quienes decidieron cruzar la frontera.

Al respecto, el economista y diputado nacional por la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay aseguró que "hay miles de argentinos que tenían pensado viajar al exterior y, de golpe, se encuentran con que tienen problemas para comprar dólares".

En este contexto, ¿qué tipo de dificultades enfrentarán aquellos que eligieron descansar en las blancas playas caribeñas o hacer shopping por Miami?

En primer lugar, un punto a destacar es que, en general, el pago de los tickets aéreos se realiza a la cotización oficial y hay numerosas compañías que permiten realizar el pago en hasta en 12 cuotas y en pesos, más allá de que en los catálogos suelen figurar en moneda extranjera.

En el caso de los paquetes al exterior sí puede haber diferencias respecto al precio al que las agencias tomen el valor del dólar. Sin embargo, iProfesional.com pudo corroborar que en las compañías más grandes continúan ofreciendo planes de pagos hasta en 24 cuotas sin interés y con un tipo de cambio a $4,29.

Sorteado este obstáculo, para la mayoría de los turistas, entonces, el principal temor es cómo acceder a las divisas que necesitarán para realizar consumos una vez que arriben a sus destinos.

Y frente a esta incertidumbre, el gerente de Banca Personal de un banco de primera línea, aseguró a este medio que en estas vacaciones y más que nunca, la "llave" de salvación estará en las tarjetas de crédito y de débito.

"Cualquier persona que consume en el exterior en dólares, euros o cualquier otra divisa, después puede pagar en pesos, no hay ningún inconveniente. No hay normativas que lo impidan. Son las entidades las que se encargan de comprarle dólares al Banco Central y no el cliente. Por eso, por más que el turista gaste en cualquier otra moneda, acá en la Argentina el pago lo va a poder hacer en pesos", explicó el experto.

El directivo, incluso, "dejó picando" algunas otras alternativas a la hora de viajar al exterior: "Nadie está impedido de excederse en el pago de la tarjeta de crédito. Esto luego se va a convertir en un saldo a favor. Al extenderse el límite de gasto obviamente permite comprar más en moneda extranjera en el exterior".

El directivo fue más allá y aseguró que, en el caso de las tarjetas de débito, "una de sus virtudes es la de poder sacar plata fuera de la Argentina, en la moneda que corresponda a cada país. Y el límite lo pone el plástico y la red de cada cliente, no el Gobierno".

De este modo, "muchos van a optar por acumular fondos en su caja de ahorros o cuenta corriente y convertirlos al tipo de cambio oficial en Estados Unidos o cualquier destino en el que se encuentre. Estas operaciones, por el momento, no están alcanzadas por estas nuevas normativas oficiales".

Todo esto hace prever un nuevo boom en el uso de plásticos para el consumo en el exterior, que ya vienen protagonizando un verdadero rally alcista:

Como se puede observar en la anterior infografía, hasta el mes de octubre los argentinos acumulaban, por compras en el exterior con tarjetas de crédito, un saldo de u$s190 millones, un 40% más que en el mismo período de 2010 y casi el doble que en 2009. Todo un símbolo de los bolsillos más fuertes en dólares.

Así, en un país donde hay en circulación más de 30 millones de plásticos y en el cual crecen las restricciones para la compra de divisas, este medio de pago va a estar "al rojo vivo" a la hora de pagar una camisa en un shopping de Miami, un almuerzo frente a las soleadas playas de Cancún, o una cerveza helada en un bar en Florianópolis.