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Atraso cambiario "mata" cepo al dólar: se disparó la cantidad de argentinos que veranean en el exterior

Atraso cambiario "mata" cepo al dólar: se disparó la cantidad de argentinos que veranean en el exterior
26/01/2012 - 14:05hs
Atraso cambiario "mata" cepo al dólar: se disparó la cantidad de argentinos que veranean en el exterior

¿Caribe o Mar del Plata? Esta disyuntiva no era siquiera pasible de ser planteada hace unos años. Pero los tiempos cambiaron.

Tanto es así que, contrariando los temores y presagios negativos que se habían generado por los controles cambiarios y las malas noticias de la economía mundial, la salida de turistas argentinos al exterior no sólo que no mermó sino que sigue su escalada imparable.

Y haciendo una analogía con la frase "billetera mata galán", ya hay cifras que permiten afirmar, de forma contundente, que "retraso cambiario mató control al dólar".

Según datos de Aeropuertos Argentina 2000, a los que tuvo acceso iProfesional.com, entre el 25 de diciembre del 2011 y el 15 de enero pasado, tomaron un avión desde Ezeiza un total de 311.277 pasajeros, frente a los 284.704 que partieron en el mismo lapso un año atrás.

En síntesis, salieron de las fronteras nacionales desde la estación Ministro Pistarini 26.573 personas más, cifra que representa un crecimiento del 8,5% comparado con igual período de 2011.

Y si se analiza sólo la primera quincena de enero, el incremento de viajantes subió 10 por ciento.

A ello se le deben sumar los otros aeropuertos internacionales (Córdoba, Aeroparque, etc.), transportes terrestres a países limítrofes y la salida hacia Uruguay por medio de embarcaciones.

"Mirando el diario del lunes", el dato cobra relevancia si se repasan los temores que se habían generado apenas instaurado el "cepo cambiario", tras el cual se vaticinaba un fuerte impacto en el rubro turístico y en muchos otros, como el automotor e inmobiliario.

¿Por qué eso no ocurrió, al menos en la magnitud en que se temía? Parte de ello es atribuible a la rapidez de muchos afectados en pesificar la operatoria de su negocio.

Pero, por encima de ello, la explicación debe buscarse en el indetenible fenómeno del abaratamiento del dólar en relación con las subas salariales.

Con un tipo de cambio que se ha deslizado un 8% anual, mientras la inflación fue de 22% y los sueldos subieron un 28%, los argentinos saben (y le sacan jugo) al hecho de ser "más ricos" en esa moneda.

Y si a eso se agrega que los paquetes para viajar al exterior no han subido sus costos dolarizados, pero sí los destinos turísticos argentinos, las cosas empiezan a quedar aún más claras.

Dólares que se van para no volver

La cifra de salidas de argentinos al exterior anticipadas a este medio por la empresa Aeropuertos parece echar por tierra -al menos por el momento- los temores vinculados con una merma en el ritmo de actividad y con el freno en la decisión de viajar a varios destinos turísticos.

Este fenómeno tiene, además, un efecto negativo para el acopio de los dólares necesarios que tanto requiere el Gobierno. Porque el crecimiento en la cantidad de argentinos que vacacionan fuera del país "succionan" una gran cantidad de divisas.

En este sentido, un informe del Banco Central remarca que entre enero y diciembre de 2011 el flujo de dinero en concepto de "viajes y turismo" fue un 52% superior al del mismo período de 2010 (u$s2.230 millones vs. u$s1.530 millones).

La estimación de la temporada anterior es que los argentinos que vacacionaron fuera del país se llevaron u$s4.000 millones.

Y si bien en el discurso oficial este hecho es celebrado por el Gobierno como un síntoma de bienestar económico, por otra parte agrava el problema de la escasez de divisas.

Además, también es visto como un síntoma de preocupación. Porque significa que veranear en el país cuesta igual o incluso más que hacerlo fronteras afuera que, en muchos casos, cuentan con lugares con una mejor infraestructura hotelera y disponibilidad de servicios.

Es que la tendencia de viajar a algunos destinos ya hace tiempo que dejó de ser patrimonio exclusivo de personas de altos ingresos y hoy es claramente un fenómeno de la clase media. Y esto se hace bien visible al analizar los lugares elegidos por los argentinos.

Por ejemplo, desde el 25 de diciembre pasado hasta mediados del corriente mes:

• Partieron desde el aeropuerto de Córdoba hacia Río de Janeiro unos 3.700 pasajeros. Esto representa una alza de casi el 45% respecto a los 2.500 que lo hicieron un año atrás en el mismo lapso.

Florianópolis también marcó un récord de crecimiento en la Docta, con un alza del 94%.

• Similar comportamiento se dio en otros destinos internacionales cercanos, como Montevideo, que creció 35%.

• Y Porto Seguro, en donde se registró un repunte del 44%.

Destinos elegidos

A nivel general, los argentinos están viajando más dentro y fuera de las fronteras, aunque a nivel internacional se esta visualizando una mayor predilección por lugares cercanos -en especial Brasil- o con precios comparativos muy convenientes dentro del mismo continente, como los casos del Caribe y Miami.

Datos preliminares brindados por la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVYT), indican que este verano el turismo interno crece al 7%, mientras que el externo trepa al 10 por ciento.

"El incremento que estimamos es de un 20% aproximadamente. Los destinos más vendidos son el Caribe, Miami y Brasil, en ese orden. El primero es el de mayor crecimiento, básicamente, por la comparación de precios relativos entre veranear en Argentina y en el exterior", comenta Eduardo Río León, director de Marketing de Garbarino Viajes.

A la vez que considera que este auge del turismo a otros países se debe a las existencia de financiamiento de hasta 24 meses y en pesos.

Pero el principal aspecto que incide en la decisión del argentino en cruzar las fronteras es el ya comentado atraso cambiario.

"En el exterior, sacando Brasil y Punta del Este, todos los destinos son más económicos, confrontando servicios similares, que nuestro país", sentencia Río León.

Desde la vereda de TIJE Travel, Ricardo Guerrero, su director general para Argentina y Uruguay, coincide: "Se están vendiendo menos plazas locales, porque conviene ir por unos pesos más afuera".

Por el lado de Despegar.com, señalan que los puntos más solicitados durante el verano son: Miami, Orlando, Río de Janeiro, Buzios, Salvador de Bahía y el Caribe encabezan el ranking. Le siguen más atrás clásicos como Madrid y Nueva York.

"El viajero siempre compra Brasil por anticipado, en cambio para Miami este año fue distinto porque hubo buenas promociones de aéreos que, en vez de presentarse como ofertas puntuales, duraron mucho tiempo y el público vio que los pasajes no han aumentado durante todo el año. Por eso, en distintas fechas hubo una gran afluencia a esa plaza", considera Paula Cristi, gerente comercial de Despegar.com.

Valores que pesan

Según diversos operadores turísticos consultados por iProfesional.com, en algunos casos los precios de los paquetes turísticos al extranjero subieron alrededor del 10%. Pero en otros se mantuvieron igual o incluso bajaron en comparación con el verano anterior, como ocurrió con ciertas promociones para ir a Miami que muestra "una oferta competitiva y permanente".

En cambio, a nivel nacional, los ajustes fueron acompañando la inflación y el incremento de las tarifas aéreas, de modo que experimentaron un alza del 16 por ciento.

Lo cierto es que el atraso cambiario frente a los salarios ha dejado su huella. Basta observar los precios en las agencias.

A modo de ejemplo, es posible contratar en temporada alta un paquete "all inclusive" a Isla Margarita, durante una semana, por un monto que puede oscilar entre u$s1.500 y u$s1.700 por persona ($6.944).

O bien, una semana con media pensión y aéreo a Camboriu, sur de Brasil, a un valor de u$s790 ($3.428).

Mientras que en Mar del Plata, el precio para pasar 7 días en una cabaña para dos personas bien ubicada -gastos de viaje incluidos- era de u$s2.460 en diciembre pasado. Es decir, uno $10.600 pesos, casi $5.500 por persona, sin contabilizar comidas.

En este sentido, Fabricio Di Giambattista, presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVYT), confirma: "En precios, creo que es muy pareja la zona Brasil, Uruguay y Argentina en hotelería de 3 y 5 estrellas. Entonces ahí empiezan a marcar diferencias las ganas y los deseos de experiencias y la forma de traslado de cada uno".

El placer de volar

A la hora de decidir el destino, ante presupuestos que son muy similares, comienzan a pesar otros factores, como la vivencia del viaje buscado, infraestructura, comodidades del lugar, interés por conocer otros paisajes, costumbres, culturas, comidas, entre otros factores.

"La inflación le ganó a la evolución del dólar y es así como se vuelve relativamente más barato y atractivo irse afuera", apunta Santiago Novoa, economista del departamento de Economía del IAE.

Y los controles cambiarios no desalentaron la "opción exterior" a la hora de elegir dónde vacacionar, potenciado esto por la mayor predisposición de las agencias de aceptar pagos en pesos.

Estas ganas de "tomarse un avión" también se encuentran motorizadas en la idea de muchos argentinos de "aprovechar hoy algo que no saben si podrán hacer mañana", ante un ajuste en el tipo de cambio.

Es que, según señalan los analistas, la percepción en buena parte de la sociedad es que el billete verde está subvaluado por el "anclaje" oficial y que su cotización debería estar más arriba.

Al respecto, Andrés Méndez, director AMF economía, opina no sin un dejo de ironía: "El Gobierno debería sacarle a la gente de la cabeza que el dólar está barato desde la percepción".

Para evitar esta distorsión, cree que la moneda norteamericana debería acercarse a los $5, de acuerdo con el crecimiento de la inflación.

En ello concuerda Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural: "Si comparamos un índice mundial tan simple como el del Big Mac, el dólar nominal debería estar cercano a los 5 pesos".

Mientras los servicios y productos en esa moneda puedan seguir pesificándose y los salarios crezcan por encima de la devaluación, este fenómeno irá expandiéndose.

El gran tema es que esto no se convierta en un serio problema que pueda opacar a los destinos turísticos locales.