El sindicato de los metrodelegados, cuyo titular, Roberto Pianelli, estuvo en una reunión con la presidenta Cristina Kirchner, decidió mantener el paro del subte, pese a que el Gobierno porteño dictó anoche la conciliación obligatoria en el conflicto que cumple siete días.

Así, los pasajeros y usuarios de subterráneos debían elegir otros medios de transporte y la Ciudad volvía a convertirse en un caos como hace una semana.

La resolución 1.015 tomada por la Subsecretaría de Trabajo de la ciudad de Buenos Aires se conoció después de que fracasara una nueva negociación salarial entre representantes de la empresa Metrovías, concesionaria del servicio, y los gremialistas agrupados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), quienes ante el desacuerdo anunciaron la continuidad del paro por 24 horas más.

El delegado Néstor Segovia opinó que Metrovías debe "dar un paso al costado" al frente del servicio de transporte subterráneo si no tiene respuesta al reclamo de los trabajadores, y aseguró que la empresa "no quiere solucionar el conflicto".

La Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad volvió a convocar a las partes para mañana a las 10, en la sede de Avenida de Mayo al 500. La UTA aseguró que acatará la decisión.

"Tenemos esperanza de que se va a aceptar (la conciliación). Después, si no lo hacen, la normativa prevé una cantidad de sanciones. Pero hay una voluntad de las partes", aseguró el subsecretario Ezequiel Sabor.