El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, sembró las dudas cuando dijo "para la gente que saca todas las etiquetas (de los precios) de la ropa, ahora tenemos la información más sofisticada". De esa forma, dio a entender que a la gente se le podrían pedir explicaciones por su compra de indumentaria.

El funcionario aclaró un poco al respecto. "Los artículos de uso y consumo personal que forman parte de lo que trae el viajero no tributan", le dijo a C5N. Así respondió a una pregunta sobre si podrían traer cochecitos para bebés.

La compra de indumentaria, como cualquier otra realizada en el exterior con tarjeta de crédito o débito, pagará un 15% de recargo cuando llegue el resumen. Pero la posibilidad de que también abone un arancel aduanero (del 50% del gasto que exceda los u$s300) fue relativizada por Echegaray.

"Nos enfocamos en los casos que tenemos de gente que entra determinadas mercaderías en cantidades importantes, de cantidades importantes, de nivel comercial importante, de valores que estén facturados por la tarjeta de crédito", aclaró el jefe de las recaudadores.

De esa forma, pareció apuntar a que no habrá problemas para quien trae ropa para su grupo familiar, pero sí para quienes hacen grandes compras afuera y luego lo revenden. 

Echegaray fue enfático para negar que se establezcan "topes" a lo que se puede consumir afuera con la tarjeta. "Descartado totalmente", sentenció.

En cambio, usó otro tono cuando le preguntaron si se aplicará el "recargo" del 15% a la compra de paquetes turísticos. "Si el paquete lo compra y lo factura en moneda extranjera, es alcanzado (por las nuevas disposiciones sobre tarjetas de crédito). Si lo paga físicamente, en pesos argentinos, es una operación que por el momento no está alcanzada. Estudiar, estudiamos todos los días todas las formas operativas", afirmó.

Hoy, los operadores turísticos compran dólares "oficiales" para pagarle a las aerolíneas, hoteles y excursiones en el extranjero. De esa forma, los argentinos pagan en pesos operaciones contratadas por sus operadores turísticos. Pero esa es otra ventanilla por la que se van dólares y el temor de algunos en el sector es que el Gobierno también quiere cerrarla o modificarla.