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Para evitar el estrés post vacacional, ya existen empresas que proponen un "soft landing" a sus empleados

Al regresar del descanso, muchos argentinos pasan de la calma y el disfrute al caos en cuestión de horas. Cuáles son los riesgos de esta situación
22/01/2013 - 10:00hs
Para evitar el estrés post vacacional, ya existen empresas que proponen un "soft landing" a sus empleados

"Lo bueno dura poco". Esta frase es un lugar común en las primeras charlas que los empleados recién llegados de vacaciones mantienen con sus compañeros de trabajo.

Del "paraíso" y el descanso al caos en cuestión de horas. De la playa y los días de calma se pasa, sin escalas, a la bandeja de entrada colapsada por mails que demandan su repuesta y al jefe que reclama reportes inconclusos.

Así de abrupto suele ser el regreso del descanso veraniego. Las energías y pilas recargadas durante el receso se esfuman en cuestión de minutos, una vez que se atraviesa la puerta de entrada a la compañía.

Pero las consecuencias de este tipo de situaciones pueden no ser nada buenas: al experimentar tan repentino cambio, muchas personas caen en un cuadro de estrés post vacacional, el cual puede provocar tristeza, apatía, intranquilidad, angustia, depresión, taquicardia, sensación de ahogo, tensión, dolores musculares, problemas de estómago e, incluso, mayor cansancio.

Es que, durante el período vacacional se suelen cambiar el estilo de vida, los horarios, las costumbres, la alimentación y el tiempo dedicado al descanso. Pero, en dos o tres semanas, todo vuelve a su estado previo, experimentando una reacomodación del cuerpo y la mente a los niveles anteriores.

Para poder mitigar los efectos de este síndrome, ya existen en la Argentina empresas que recurren a la política de "soft landing" (aterrizaje suave) luego de un viaje laboral o de las vacaciones.

Se trata de una modalidad muy habitual en Estados Unidos y países de Europa que, de a poco, empieza a ganar terreno entre las compañías locales. Y, como su nombre lo indica, implica un retorno paulatino a la rutina, para evitar sobresaltos y cuadros de estrés post vacacional.

"En muchos casos, la primera semana de trabajo tras la vuelta de vacaciones se vuelve interminable, y más teniendo en cuenta que las próximas vacaciones quedan a más de 300 días de distancia", apunta Ricardo Wachowicz, presidente de Bayton Grupo Empresario, una firma con más de 32 años en el mercado laboral.

Al respecto, el directivo asegura que "cada vez más compañías crean programas para dejar que el empleado se acomode en sus tareas y así poder reprogramar gradualmente los objetivos para una mayor efectividad".

Según recomienda Wachowicz, durante el "soft landing" es bueno programar y calendarizar actividades anuales, pensar en algunas escapadas de fin de semana y replantearse cambios de hábitos y costumbres en lo personal.

De acuerdo a los expertos en RRHH, la importancia de este aterrizaje gradual radica en que una correcta adaptación en lo laboral traerá beneficios y buenos horizontes.

El "soft landing", como sistema debe ser comunicado por los managers y líderes de los equipos de trabajo para lograr comprensión, mutua afectación y reciprocidad en las acciones.

En Coca-Cola se enorgullecen de ser los "pioneros" en la aplicación de esta iniciativa en el país. "La política de soft landing surgió de los propios empleados, cuando hace unos años los convocamos a que inventen ideas que mejoren la calidad de vida", cuenta Alejandro Melamed, Vicepresidente de Recursos Humanos de Coca-Cola para Latinoamérica Sur.

Y completa: "Es una política que tenemos formalizada y publicada en nuestra intranet y que tiene un costo cero para la compañía".

¿En qué consiste? Básicamente, el empleado de Coca-Cola que salió dos semanas seguidas de vacaciones, a su regreso, puede trabajar dos horas menos el primer día y una hora menos el segundo. Las puede tomar al principio o al final de la jornada.

"Cada uno es adulto para administrar su tiempo, pero entendemos que cuando una persona vuelve de vacaciones en general está media desorganizada y tiene un montón de cosas para hacer, por eso le damos ese tiempo extra, además de contar con la posibilidad de trabajar desde su casa o de hacer un horario flexible", enfatiza Melamed.

En general, la Generación Y -los nacidos partir de 1982- es la que mejor se adapta a este tipo de políticas y la que más rápido las incorpora.

La multinacional Accenture acaba de implementar el "soft landing". "Este fue el primer año en que lanzamos la nueva opción, que es parte de nuestra política de tiempo flexible, con el fin de mejorar la vuelta de las vacaciones y hacerla más llevadero para el empleado", afirma Javier Carrara, Managing Director de Recursos Humanos para Sudamérica Hispana.

Tal como detalla el ejecutivo, "a la vuelta de su descanso nuestra gente pude hacer una opción de más tiempo trabajando desde su casa, en la primera semana. Ya sea de todo el día home office o de 50% de ese tiempo, siempre avalado con el supervisor."

El beneficio es para todas las áreas de la compañía y el único requisito es que la persona debe tomarse más de una semana. "Todos los temas de flexibilidad laboral son muy bien recibidos por el personal, al punto de ser uno de los beneficios mejor rankeados y valorados por nuestra gente", remarca Carrara.

El papel de los jefes, clave

"En Coca-Cola, utilizar la política o no depende de la persona, pero la actitud del jefe no es un tema menor, con lo cual este año uno de nuestros objetivos es trabajar mucho sobre ellos, no solo para que cumplan el modelo sino para que, además, garanticen las condiciones para que su gente pueda usarla", apunta Melamed. Es que, "la mejor política, con un mal jefe, no sirve para nada."

En esta línea, el ejecutivo señala que respetar el "soft landing" depende mucho de la persona, del jefe y del área, pero también de su propio "talento" para entender en qué momento está tomando sus vacaciones.

"Si el empleado se va en pleno lanzamiento de la campaña más importante de la empresa, quizá cuando vuelva no va a poder hacer un aterrizaje suave", ejemplifica.

Según Melamed, la clave es la flexibilidad de las mismas personas. De acuerdo a su visión, la razón por la cual mucha gente no utiliza el "soft landing" es el sentimiento de culpa que les aparece.

"No hay que sentir culpa porque te vas de vacaciones, porque está bien irte. En esto es clave tener un jefe que avala que te vayas, que te recibe con las manos abiertas cuando volvés y que el primer día no te tire todo el trabajo pendiente. Esto es más importante que lo que pueda hacer la persona, aunque no debemos olvidarnos que todos somos gerentes generales de nuestro propio escritorio", subraya el directivo de Coca-Cola.

Las empleadas que regresan tras su licencia de maternidad son las que más estrictamente cumplen con el "soft landing". En estos casos, al volver a trabajar las madres van agregando una hora de trabajo por cada mes que va cumpliendo el bebé.

Sin embargo, para los viajes de trabajo, en la multinacional no aplican "soft landing" sino que se inclinan por creer en la madurez de la relación entre el jefe y el colaborador.

"Tenemos dos políticas que acompañan en estos casos: trabajo desde el hogar y flexibilidad. Si el ejecutivo volvió a las 2 de la madrugada, tiene toda la libertad del mundo para trabajar desde su casa. No hace falta que venga a la oficina. Nosotros le pagamos a la gente por las ideas que genera, no controlamos horarios", enfatiza el VP de RRHH.

El estrés post vacacional, bajo la lupa

Entre los principales objetivos de las empresas al diseñar y aplicar este tipo de políticas es mejorar la calidad de vida de sus empleados y evitar cuadros de estrés.

Es que, el denominado "Síndrome de Estrés Post Vacacional", que en muchos casos llega luego de que las personas disfruten de su descanso veraniego, afecta especialmente a los adultos jóvenes de entre 25 y 40 años.

Tal como explicó Patricia Gubbay de Hanono, directora de Hémera Centro de estudios del estrés y la ansiedad, "un síndrome se define como un estado patológico asociado a una serie de síntomas simultáneos, generalmente tres o más".

Y si bien el estrés post vacacional no está aceptado como enfermedad en las principales clasificaciones internacionales, se le está dando cada vez mayor importancia.

"Algunos autores piensan que este estrés es simplemente una situación que desaparece cuando la persona transita el proceso de adaptación a la nueva situación. Por ejemplo, volver al trabajo y las rutinas diarias en el caso de los adultos y en el caso de los niños volver a la escuela", explicó la especialista.

La experta detalló que "cuando el proceso de adaptación fracasa se generan una serie de síntomas tanto físicos como psicológicos" que, si perduran en el tiempo, pueden repercutir en la calidad de vida de quien lo padece.

El cuadro presenta problemas de insomnio, con una marcada somnolencia durante el día, falta de concentración, desidia con respecto a las tareas que se deben enfrentar y ansiedad.

También pueden aparecer tristeza, apatía, depresión, taquicardia, sensación de ahogo, tensión, dolores musculares y problemas de estómago.

"La causa principal de este síndrome es el cambio en el ritmo diario, la alteración del reloj biológico. Durante las vacaciones el ritmo de vida sufre un cambio significativo. En general nos acostamos más tarde y lo mismo ocurre con la hora de levantarnos. Hay un desorden total en nuestros hábitos y nuestra rutina. La alimentación varía como así también nuestra actividad social", explicó la profesional.

"La vuelta a la vida de todos los días significa un cambio brusco para nuestro organismo", señaló Gubbay de Hanono.

Y completó: "Si a esto le agregamos la falta de motivación en el trabajo o en las actividades que se deben emprender al regreso, la vivencia subjetiva puede ser muy negativa. La combinación de ambas situaciones puede dar lugar al síndrome post- vacacional.".

En tanto, Humbelina Robles Ortega, una investigadora de la Universidad de Granada, indicó que el 35% de los trabajadores españoles padecen del síndrome post-vacacional.

La académica recomienda:

  • Dividir el tiempo de las vacaciones. Es preferible salir de vacaciones dos veces de 15 días en lugar de una vez de 30 días.
  • Volver unos días antes para tener tiempo de readaptarse a los nuevos hábitos de siempre, como acostarse temprano.
  • Planear escapadas durante el año, no sólo para el verano.

"Si a la vuelta de las vacaciones nos encontramos con trabajo acumulado durante el tiempo de descanso es recomendable ordenar la agenda priorizando las tareas más urgentes dejando en segundo lugar aquellas que pueden postergarse sin provocar inconvenientes", aconsejó Gubbay de Hanono.

Y si los síntomas descriptos al comienzo persisten en el tiempo, especialmente problemas de ansiedad e insomnio, lo que se debe hacer es consultar a un especialista.