iProfesionaliProfesional

Por dólar blue y tipo de cambio, uruguayos y brasileños invaden ciudades limí­trofes

A la inversa de lo que sucedía hace pocos meses, ahora se incrementan los tours de compras de extranjeros hacia ciudades limítrofes dentro de la Argentina
06/05/2013 - 10:00hs
Por dólar blue y tipo de cambio, uruguayos y brasileños invaden ciudades limí­trofes

Todo puede cambiar en la agitada Argentina de estos últimos tiempos.

Desde hace unos años la "novedad" venía siendo el aluvión de argentinos "invadiendo" ciudades cercanas a las fronteras para ir de "shopping". 

Ese peregrinaje hacia Ciudad del Este (Paraguay), Foz de Iguazú (Colonia), Paysandú o Fray Bentos -generalmente en busca de tecnología y electrodomésticos- elevó a estos lugares a la categoría de verdaderos epicentros de consumo.

Ahora la situación se ha alterado y también son los ciudadanos de países limítrofes los que cruzan para llevarse "de todo".

¿Por qué? Sencillamente por la diferencia cambiaria y por la explosión del blue.

En efecto, la escapada del dólar paralelo y la apreciación de otras monedas culminaron por beneficiar a quienes -billetes verdes en mano- visitan ciudades fronterizas argentinas para adquirir todo tipo de productos -incluso aquellos de primera necesidad- a precios sustancialmente más bajos respecto de los vigentes en sus países de origen.

La magnitud de la diferencia es tal que, días atrás, el gobierno uruguayo se vio obligado a imponer un régimen denominado "cero kilo", por el cual busca establecer un cerrojo al ingreso de artículos desde la Argentina hacia su país.

La medida tuvo que ser implementada luego de observarse enormes caravanas de personas que, día a día, cruzaban la frontera para así aprovechar la diferencia cambiaria.

La decisión cobró vigencia para los pasos de frontera en las ciudades de Colonia, Carmelo, Nueva Palmira, Fray Bentos, Paysandú, Salto y Bella Unión.

Y fue en respuesta a los reclamos de comercios del Uruguay que elevaron sus quejas tras observar el notorio derrumbe que sufrieron en sus ventas.

La imposición de "cero kilo" repercutió de tal manera que cientos de uruguayos dedicados al "bagayeo" minorista (en algunos casos contrabando) protestaronen reiteradas oportunidades en los puentes fronterizos de Paysandú y Salto.

Argumentan que se mueven dentro de la legalidad y que lo que hacen solamente es aprovechar una ventaja cambiaria de la que se puede sacar rédito recorriendo unos pocos kilómetros.

Previo a la disparada del dólar paralelo en la Argentina, el promedio diario de cruces desde la nación oriental era de unos 1.500. Luego, y hasta la imposición de la medida bautizada "cero kilo", esa cifra se había incrementado hasta alcanzar los 3.800 diarios, según cifras aportadas por el vicepresidente uruguayo, Danilo Astori.¿Tanto conviene?

Claro que la pregunta es qué tan conveniente resulta para los uruguayos comprar en Argentina, en términos monetarios.

Según estimaciones de economistas del país vecino, los precios a nivel local en comestibles, ropa y combustibles -en algunos casos- son hasta 80% más baratos, producto de la brecha. "Si venden dólares en el mercado ilegal, en Argentina los productos de la canasta básica, por lo menos, valen la mitad de precio", evaluó un matutino oriental.

"La gente cruza en caravana para comprar de todo: alimentos, productos de higiene y limpieza, medicamentos, combustibles y ropa", destacó a este medio Leopoldo Cayrús, empresario de la Asociación Comercial de Fray Bentos.

En este sentido, un reciente relevamiento efectuado por el diario uruguayo El País arrojó que en artículos, incluso hasta los más disímiles (por ejemplo de cosmética o camperas para niños), los uruguayos que vienen logran "ahorros del orden del 70%".

El peregrinaje es tal que algunas casas de ropa presentes en ambos países, permiten que se compre en un lugar y se pueda cambiar en otro, una estrategia comercial que han implementado para sacar rédito de este movimiento de personas.Alimentos más baratos

Pero no sólo en ropa se hace explícita la gran diferencia de precios a unos pocos kilómetros. En alimentos, los márgenes de diferencia son contundentes.

A continuación, un breve listado de productos con la brecha entre uno y otro, expresada en pesos uruguayos:

Desde Fray Bentos, ciudad vecina de la entrerriana Gualeguaychú, un comerciante local aportó a este medio más ejemplos que dejan en evidencia la diferencia vigente entre un país y otro.

"El azúcar está a $14 el kilo en Gualeguaychú contra $28 en Fray Bentos. El arroz, sale $13 el kilo y en Uruguay está a $22. La harina cuesta $10 el kilo del lado argentino y $28 en Uruguay", aseguró.

El comerciante precisó que "el kilo de papa vale $9 en Gualeguaychú y $22 en Fray Bentos. La carne, el kilo de nalga, cuesta $97 del lado argentino y $195 en Fray Bentos. El pollo vale $35 frente a $65".

En cuanto al combustible, la fuente consultada detalló -off the record- que "en moneda uruguaya, la nafta premium argentina vale $18 el litro, mientras que en Montevideo no baja de los $38".Los brasileños también se benefician

A la par de la "invasión uruguaya" también se da la "incursión brasileña", que se ha incrementado por la diferencia cambiaria.

Según estimaciones de la Aduana de Turismo de Dionísio Cerqueira, en la frontera argentina con Bernardo de Irigoyen, durante los fines de semana se registran entre 1.500 y 2.000 vehículos que atraviesan el límite para hacer compras en ciudades locales.

Esto es consecuencia de un reciente incremento en las naftas brasileñas y, además, de la ventaja de que un peso argentino vale cerca de 0,40 centavos de real.

El movimiento de comerciantes que revenden del otro lado de la frontera todo lo que adquieren de este lado está a la orden del día.

Para ilustrar, valen un par de ejemplos: en Brasil el kilo de jabón en polvo cuesta alrededor de 15 reales, por esa misma cifra un particular adquiere en la Argentina hasta cinco kilos del mismo producto.Cargar un tanque con 30 litros representa una diferencia de casi el 40%: cuesta más de 90 reales en Brasil mientras que en la Argentina vale unos 65 reales.

En tanto, en artículos de limpieza, higiene y aseo personal las diferencias llegan a ser de hasta un 50% y en otros productos, como vinos, la brecha es de un 166 por ciento.

La ventaja es tal que las autoridades brasileñas debieron imponer, a principios de este mes, un límite de u$s300 por persona para quienes compren en la Argentina, cerca de unos 600 reales brasileños.

En paralelo, se fijó una limitación de unidades: para bebidas, no más de 12 botellas, mientras que para los productos que cuesten menos de 5 reales, el límite es de 20 unidades.

Claro está que no siempre esto se cumple y los controles "flaquean" en algunos casos.

Paraguay también saca su ventaja

A la par de uruguayos y brasileños, también los paraguayos aparecen como otros de los beneficiados por la diferencia cambiaria.

"En los dos últimos años el peso argentino se debilitó, más si se considera la cotización del blue, y esto favoreció el comercio fronterizo. La gente va mucho a comprar a las ciudades argentinas", aseguró el economista Fernando Masi.

Con esta apreciación, Masi hizo referencia al fenómeno de los tours de compras, que en muchos casos son viajes de no más de una hora en auto.

Según fuentes locales, allí suelen ir comerciantes y sectores de clase media que encuentran productos a precios "devaluados"."Sorprende la cantidad de gente que llega, por ejemplo, a Clorinda. No sólo son de bajos recursos, sino que pertenecen a diferentes segmentos sociales, en particular de clase media", declaró al respecto Pablo Herken, analista económico.

Por ejemplo, en Clorinda, los precios son hasta 60% más baratos que en Asunción, señaló uno de los comerciantes consultados.

De acuerdo con un relevamiento realizado hace pocas semanas por el diario paraguayo ABC, los artículos de limpieza, higiene personal y algunos comestibles se pueden conseguir a mitad de precio en Argentina.

Algo similar ocurre con las naftas, que cotizan a valores hasta un 50% por debajo de los precios que se ofrecen en Asunción.

Es así como no sólo los argentinos son los que salen de compras por el mundo, sino que ahora también el país recibe a más visitantes de países limítrofes, que llegan atraídos por la brecha cambiaria y por el fortalecimiento de sus monedas.