La regla que rigió todo el 2012 se mantiene: para importar un dólar habrá que exportar otro. 

Las empresas que lograron superávit comercial el año pasado deberán repetir la proeza porque el contador volvió a cero este año. Y las que no lo consiguieron, no recibirán nuevos permisos de importación hasta no cubrirlo. 

Además, las reglas que impone el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se endurecieron en 2013. Habrá que demostrar fehacientemente por qué no hay proveedor local para los bienes que se quieren importar, según publicó este lunes ámbito financiero.

Mientras las reservas bajan en el Banco Central, la fuga de divisas no se detiene y la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se extiende. No es extraño entonces que desde la Secretaría de Comercio hayan apretado el cinturón de los exportadores para alcanzar el superávit comercial de u$s10.000 millones.

"Agradézcanselo a sus amigos sojeros, que se sientan en las silobolsas y nos esconden los dólares. Y a los banqueros y a Techint, que quieren hacer un golpe financiero para devaluar", dijo Moreno al CEO de una multinacional de la petroquímica, según el matutino.

 En principio, todo vuelve a cero y sólo importan los datos de 2013. El superávit logrado el año pasado no influye para conseguir los permisos de importación. 

Lo que continúa valiendo son los acuerdos bilaterales entre compañías que tienen superávit y las que necesitan importar, que le pagan un "fee" para que le "preste" parte de su superávit. 

No obstante, lo que continúa en vigencia es el déficit de las compañías en 2012: si el año pasado se acumuló un resultado negativo entre importaciones y exportaciones, hasta no cubrirlo no se autorizarán nuevas compras al exterior. Así, una empresa que el año pasado tuvo déficit deberá buscar algún socio superavitario de este año para poder comprar al exterior. "Exporte bombachas de La Salada, pero exporte", fue la orden morenista a un empresario vinculado a los carteles electrónicos.

Por último, es necesario buscar primero un proveedor local. Es el caso de los súper e hipermercados que desde el acuerdo de precios cerrado en febrero con la Secretaría, pueden importar productos sólo cuando se justifique que es imposible la alternativa nacional (por cuestiones específicas de calidad o por la inexistencia de un producto similar), la aprobación pasa "a comisión", donde la maquinaria burocrática va habilitando alguna de las 4.000 órdenes que llegan por día a los despachos de los funcionarios habilitados para firmar las autorizaciones, reportó el matutino.