El Gobierno defenderá a partir de este miércoles la nueva ley de blanqueo de capitales ante el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el organismo encargado de controlar el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.

El Ejecutivo deberá neutralizar las posturas más contrarias al país, que son críticas con la nueva norma, aunque se descarta una sanción.

El presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbattella (en la foto), llegó el martes a Oslo, la capital de Noruega, donde se desarrolla el nuevo plenario del GAFI.

Desde el lunes, técnicos del organismo participan de las reuniones en las que los países que están bajo seguimiento intensivo informan sus estados de situación. La Argentina se encuentra en la “lista gris” de países cooperantes con serias deficiencias en materia de lavado de activos desde junio de 2010.

En el último encuentro, en febrero, logró una mejora en su estatus, al pasar a una revisión cada ocho meses en vez de cada cuatro. En esas sesiones, de carácter secreto, el Gobierno comenzó a defender la ley de exteriorización de activos y no tuvo mayores problemas, de acuerdo a fuentes oficiales.

Pero hoy comienza el plenario del organismo, que se extenderá hasta el viernes. Sbattella tratará de convencer a sus pares de que la ley de blanqueo cumple con las buenas prácticas del GAFI para este tipo de normas. El GAFI no critica las leyes de blanqueo en sí, ya que países miembros, como Estados Unidos, llevaron adelante iniciativas similares.

Pero el organismo exige estándares que aseguren que el dinero no proviene de lavado de activos. La Argentina informó periódicamente al GAFI los distintos avances de la ley, desde la presentación del proyecto hasta la reglamentación de los instrumentos financieros. Según trascendió, las posiciones más duras contra la ley del país provienen de Estados Unidos y algunos países europeos.

La apuesta argentina es que cualquier análisis profundo sobre la ley ocurra en octubre, informa el matutino El Cronista, cuando el país deberá dar otro de informe periódico por estar bajo seguimiento intensivo. De todos modos, intentarán explicar que la ley contempla un perdón impositivo, pero que se investigará el origen de los fondos que eventualmente ingresen al sistema.

El peor escenario para la Argentina sería que el presidente del GAFI, el noruego Bjorn Aamo, escriba una carta en la que manifieste preocupación por la nueva norma. Una eventual sanción debería aplicarse recién en octubre.