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Sopla su primera velita: este es el resultado del plan "Mirar para cuidar" a un mes del anuncio

La iniciativa del Gobierno para "cuidar los bolsillos del pueblo" nació a principios de junio como una respuesta a las falencias del congelamiento 
01/07/2013 - 11:42hs
Sopla su primera velita: este es el resultado del plan "Mirar para cuidar" a un mes del anuncio

Hace exactamente un mes, el Ejecutivo daba a conocer una "curiosa" estrategia para monitorear el cumplimiento de la tercera etapa del plan congelamiento de precios.

La iniciativa, en su "fase 1" -implementada a principios de febrero - ya venía evidenciando algunas fallas que los consumidores notaban en sus visitas al supermercado.

El acuerdo entre el Gobierno y las principales cadenas de supermercados del país (Jumbo, Disco, Vea, Carrefour, Walmart y Coto) iba a tener en un inicio una duración de apenas dos meses. Sin embargo, en marzo se anunció que se iba a prolongar hasta el 31 de mayo.

Sin embargo, ante las sobradas evidencias de que la medida no estaba funcionando del todo bien, el oficialismo se vio obligado a reforzar los controles.

Y fue la propia Presidenta quien se encargó de presentar el plan "Mirar para Cuidar", que iba a contar con la ayuda de la militancia de La Cámpora para el monitoreo.

Así, a partir del 1° de junio debutaron en los supermercados dos propuestas del oficialismo:

•La lista con los 500 productos que seguirían congelados, con sus precios correspondientes.

•El avance del Gobierno sobre un control más exhaustivo sobre el cumplimiento de la iniciativa.

Pasaron los primeros 30 días del plan "Mirar para Cuidar" y los expertos en consumo analizan los resultados. Entre las conclusiones, hacen referencia a ciertos puntos aún irresueltos.

La composición de la lista

Una de las primeras críticas que surgió ni bien se dieron a conocer los precios de los productos que seguirían en el "freezer 500" se vinculaba con la composición del listado.

Sobre este asunto, los analistas destacan que de la totalidad de la mercadería un gran porcentaje resulta prescindible.

Y, como contrapartida, no incluye algunos artículos que forman parte de las compras cotidianas, entre ellos varios alimentos.

"En la lista sobran opciones de limpiadores de piso, o tintura para el pelo y faltan artículos que son de primera necesidad", indica Emiliano Schwartz desde la consultora Tomadato.

En tanto, Claudia Collado, presidenta de la entidad Acción del Consumidor (ADELCO) pone la lupa en aquella mercadería que directamente escasea: "Falta leche, harina, fideos, azúcar y yerba mate".

Otra de las quejas vinculadas con el armado de la "lista de los 500" tiene que ver con la gran cantidad de productos femeninos que la integran.

Los expertos en consumo se sorprenden al ver la amplia variedad de artículos para mujeres, en contraposición con las pocas opciones vinculadas con alimentos.

Algunos, inclusive, se atreven a ironizar sobre el tema. "O la gente se depila más de lo que come o está mal hecha la lista", dice Miguel Calvete, titular del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom).

¿Dónde están los 500?

A pesar de que el Gobierno envió a grupos de militantes políticos a "vigilar" las góndolas de los supermercados -para chequear el grado de cumplimiento del congelamiento- saltan a la vista evidencias de que el control fue, al menos, poco eficiente. 

Los expertos en consumo dan cuenta de que por más de que se haya presentado como un plan para proteger los bolsillos del pueblo, "Mirar Para Cuidar" no logró corregir las falencias que la medida venía arrastrando desde sus primeros meses de vida.

Para empezar, hasta el momento ninguna de las principales cadenas de retail cuenta con la totalidad de los artículos que figuran en la nómina en todas sus sucursales.

Por el lado de aquellos súper de menor tamaño, el stock y variedad que pueden ofrecer claramente son más limitados, por lo que se les hizo imposible adherir a la nueva etapa del congelamiento.

Así lo afirma en diálogo con este medio Calvete, quien explica que los negocios asiáticos y almacenes de barrio apenas pueden incluir entre 200 y 300 productos del total de los que aparecen en la ambiciosa nómina.

De esta forma, a un mes de implementada la medida, el listado propuesto para la tercera fase del "freezer" funciona más bien como un "aspiracional" que como una realidad palpable de la que puede sacar rédito la clase media.

Las marcas y sus "truquitos"

A partir de la elaboración del listado, las marcas se comprometieron a aportar una selección de artículos para que éstos queden en el "freezer" de precios.

No obstante, la pérdida en los márgenes de ganancia -producto de los aumentos pactados en paritarias, del fuerte incremento de costos y de la elevada presión impositiva- hizo que deban recurrir a distintas estrategias para sobrellevar la imposición oficial.

Principalmente, en las góndolas se advierten tres: la reducción de los envases, el lanzamiento de nuevos productos -que escapen a la lupa del Gobierno- y los agregados en las fórmulas.

"En estos meses, las empresas sacaron nuevas presentaciones e introdujeron cambios en el packaging", menciona Schwartz.

Y señala que algunas firmas, inclusive, modificaron levemente la composición de sus artículos para poder incrementar los precios.

Es que, como advierten los expertos, con sólo quitar o agregar un componente se altera el código de referencia y entonces ese artículo pasa a ser uno distinto.

"Las empresas suman un nuevo aditivo a la fórmula, cambian el contenido neto o reorientan el packaging para un público premium" y así generan nuevos productos. Con ello, amplían el portafolio y reducen la participación de aquellos que están bajo el control oficial", revela una fuente del sector del consumo masivo.

Los que se descongelaron

Aquellos artículos que fueron liberados de los 500, aún congelados, sufrieron un incremento de precios notorio, como era de prever.

Un relevamiento realizado por Héctor Polino, titular de la Entidad Consumidores Libres, da cuenta de que a lo largo de estos meses esta suba resultó llamativa.

De acuerdo con el informe, el valor del kilo de cebolla subió en un 32,7%, el de pan aumentó un 24,6% y el de naranja se incrementó en un 21,8%.

Por otra parte, el documento arroja que la harina -que hoy está faltando en las góndolas- cuesta un 19% más.

Precios escondidos

Una de las fallas que se ha venido evidenciando desde los inicios del congelamiento -y que se hizo aun más visible con la llegada de la famosa "lista de los 500"- es la falta de disponibilidad de la información para los consumidores.

Las complicaciones para diferenciar los artículos y, en algunos casos, la ausencia de carteles que señalen los valores de cada producto son cada vez más frecuentes.

Claudia Collado, titular de la entidad Acción del Consumidor (ADELCO), sostiene que "en muchas sucursales faltan indicadores que permitan que la gente pueda distinguir los precios de la mercadería".

"En el caso de aquellos que componen la ‘lista de los 500', varias veces no se muestra cuál de ellos es el congelado", añade.

La desinformación en las góndolas fue una de las quejas frecuentes en el arranque del plan oficial. Pasados cinco meses aún esta carencia sigue sin resolverse.

"Después de un buen tiempo de que se haya iniciado el freezer, estos datos tendrían que estar más a mano", se sorprende Collado.

De hecho, los especialistas sugieren que esta "desinformación" es funcional a los supermercados, porque son pocos los consumidores que se toman el trabajo de revisar los precios y así terminan llevando mercadería más cara.

En este sentido, la titular de ADELCO apunta que "la gente, en general, no se va con todos los productos hasta el lector para saber cuánto valen, y es así que se enteran una vez que llegan a la caja".

Faltantes

Otro de los puntos que los expertos mencionan como críticos son los faltantes o la poca disponibilidad de stock.

Desde el mes de febrero, los analistas advertían sobre los riesgos que iba a traer un freezer oficial demasiado prolongado. Y el paso del tiempo no hizo más que darles la razón.

"Actualmente en las góndolas faltan aceites, lácteos, azúcar y galletitas, entre otros productos", dice Collado.

A este escenario se suma el agravante de la escasez de harina que, de no resolverse, redundará en un incremento de precios.

Así, muchos argentinos se encuentran con una realidad distinta a la que el "relato" describió hace un mes, cuando Cristina anunciaba con entusiasmo las virtudes del plan "Mirar para Cuidar".