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¿Correr es perjudicial para la salud? Revelan las desventajas de la actividad fí­sica excesiva

Nuevos estudios concluyen que el ejercicio extremo puede no ser beneficioso para los niveles de colesterol e incluso para la actividad cardiovascular  
21/08/2013 - 18:01hs
¿Correr es perjudicial para la salud? Revelan las desventajas de la actividad fí­sica excesiva

Los atletas de alta resistencia disfrutaron por mucho tiempo de una reputación de personas inmunes a afecciones cardíacas. Pero a medida que se acumula la evidencia de que las dosis extremas de ejercicio pueden disminuir los beneficios para la salud, esa imagen se está dañando.

Los seis años adicionales de longevidad que serían una de las ventajas comprobados de correr, por ejemplo, podrían desaparecer para los que corren más de 48 kilómetros a la semana, sugieren estudios recientes.

¿Y la mejora en la presión sanguínea, los niveles de colesterol y los beneficios para el corazón? Entre las personas que hacen ejercicio extremo, tales puntos a favor podrían ser contrarrestados por una mayor vulnerabilidad a la fibrilación auricular y la placa en las arterias coronarias.

Los resultados de estas investigaciones están atenuando el escepticismo acerca de la posibilidad de una "sobredosis de ejercicio" reinante entre muchos médicos deportivos.

"La lección que aprendí en 40 años de cardiología es que cuando hay tanto humo, a menudo hay algo de fuego", manifestó Paul Thompson, un especialista en medicina deportiva y maratonista que se desempeña como jefe de cardiología del Hospital de Hartford, en el estado de Connecticut.

Las preocupaciones sobre el atletismo de resistencia se fueron acumulado durante años. Dos ganadores del Campeonato Mundial de Triatlón conocido como Ironman, donde los participantes tiene que nadar 4 kilómetros, andar 180 kilómetros en bicicleta y correr una maratón, se vieron obligados a retirarse por condiciones cardiacas que requirieron cirugía.

Normann Stadler, el ganador de la competencia en 2011, se sometió a una operación de emergencia para reparar un enorme aneurisma aórtico, una condición muy posiblemente agravada por el ejercicio de resistencia, ya que las investigaciones muestran una asociación entre el ejercicio de resistencia y un agrandamiento de las raíces aórticas.

Otros estudios recientes sugieren que los beneficios significativos de longevidad asociados con correr podrían disminuir o desaparecer a distancias que excedan los 48,3 kilómetros semanales, mientras que investigaciones minuciosas revelaron niveles elevados de placa coronaria en corredores de maratón en serie: un problema que, en teoría, podría ser causado por el ejercicio riguroso.

"La enfermedad coronaria viene de la inflamación y si uno está constantemente y crónicamente inflamándose, sin dejar que el cuerpo sane, ¿por qué no habría una relación entre el exceso de ejercicio y la enfermedad coronaria?", aseveró el electrofisiólogo, John Mandrola.

No obstante, los especialistas en medicina deportiva están muy divididos sobre si esto amerita una advertencia. Por cada estadounidense que lleva el ejercicio al extremo, hay miles que no hacen nada de actividad física y que podrían tomar cualquier advertencia relacionada al deporte como una justificación para seguir de brazos cruzados.

Además, la evidencia sobre estos peligros dista de ser concluyente y es cuestionada por otros estudios que sugieren que los beneficios del ejercicio para la salud podrían acumularse hasta el infinito.

"Es cierto que la mayor parte de la protección cardiovascular proviene de ejercitar a niveles más moderados, pero hay evidencia convincente de que no hay un tope", apuntó Benjamin Levine, director del Instituto de Ejercicio y Medicina Ambiental en Dallas y profesor de medicina en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas.

La advertencia más estridente contra los peligros del ejercicio de resistencia podría ser la de James O'Keefe, un cardiólogo deportivo y ex triatleta de élite.

Cuando se acercaba a los 50 años, O'Keefe comenzó a experimentar palpitaciones cardíacas después de hacer una rutina intensa de ejercicios. Ahora cree que el culpable era el ejercicio incesante.

Un artículo que escribió junto a otros autores en la revista especializada Mayo Clinic Proceedings indicó que "el ejercicio de resistencia excesivo a largo plazo podría inducir una remodelación estructural patológica del corazón y las grandes arterias".

Como director del proyecto de varias décadas llamado el Estudio de Salud de Corredores Nacionales, Paul Williams publicó decenas de artículos científicos que muestran que correr -cuanto más, mejor- confiere una variedad de beneficios de salud.

Pero junto con Thompson, de Hartford, Williams acaba de completar un estudio de 2.377 corredores y caminadores que sobrevivieron infartos. Durante un lapso de 10,4 años, 526 de ellos murieron, 71,5% a raíz de una enfermedad cardiovascular.

Lo que Williams halló es que cuanto más corrieron o caminaron después del infarto, menor fue la probabilidad de que fallecieran de una enfermedad al corazón.

Pero hubo un límite: no debían correr más de 7,1 kilómetros diarios ni caminar más de 10,7 kilómetros al día. Para estos participantes, el estudio consignado por The Wall Street Journal concluye, "el ejercicio excesivo incrementa significativamente la mortalidad".

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