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Las monedas de la región se debilitan y Argentina debe pagar la "fiesta" de crecer con inflación

Los capitales emigran, el vecindario devalúa y sus productos se abaratan. El Banco Central también acelera el alza del billete verde
04/09/2013 - 10:05hs
Las monedas de la región se debilitan y Argentina debe pagar la "fiesta" de crecer con inflación

Entre los analistas, empresarios y funcionarios sigue el acalorado debate sobre si el modelo económico aplicado por el kirchnerismo permite hablar de década ganada o si, por el contrario, el país dilapidó los enormes ingresos provenientes de la soja.

Desde el punto de vista oficial, se insiste en resaltar que los pilares sobre los cuales la Argentina ha crecido son sólidos y han permitido enfrentar los embates de la crisis financiera global que se iniciara en 2008 y que aún afecta a algunos países.

"La década kirchnerista son los 10 años en los que la Argetnina tuvo el mayor crecimiento promedio y sostenido de toda su historia", aseguró el viceministro de Economía Axel Kicillof.

Pero no fue el único funcionario que hizo referencia a los logros de la gestión K en estos años. El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, defendieron los principales lineamientos del Gobierno, como el desendeudamiento, e incluso el cepo al dólar.

"Nuestra política es acertada en estos vientos en contra", aseguró Kicillof, en referencia a un contexto global que calificó como "complejo".

En defensa de su argumentación, el viceministro señaló que la economía argentina mostró un crecimiento promedio del 7,2% entre 2003 y 2012.

No obstante, son muchos los analistas que hacen algunas salvedades y no se muestran muy convencidos sobre las argumentaciones de los funcionarios.

"Hubo crecimiento. Pero no debemos olvidarnos de los enormes costos en los que se incurrieron, las grandes distorsiones de precios y las pérdidas que hoy afloran -como la energética o la falta de dólares- que no serán saldadas en mucho tiempo", señala el analista Agustín Cramo.

"El haber querido crecer a tasas chinas en base al consumo interno y sin las inversiones suficientes nos dejó en el peor de los mundos: ahora nos quedamos con alta inflación y bajo crecimiento", agrega.

Así, el analista hace referencia a que otros países -que priorizaron mantener a raya la suba de precios a costa de crecer menos- ahora encuentran un marco de evolución más favorable.

Comparaciones "odiosas"

Si se comparan las cifras del PBI argentino de estos últimos años con las registradas en períodos previos, es claro que la época de repunte a tasas chinas quedó sepultada.

Ahora se pasó a un escenario en el que las cifras están en un pie de igualdad o incluso por debajo de las que exhiben los países vecinos, que logran incrementar su actividad económica pero con mucha menor inflación.

Cabe preguntarse, entonces, si este freno responde a cuestiones internas o si, por el contrario, se enmarcan en un contexto internacional adverso que afecta a toda la región.

"Hoy por hoy el escenario internacional no está incidiendo fuertemente en lo que sucede en la Argentina", afirma el analista Camilo Tiscornia.

"En 2008 y 2009 sí se nos había caído el mundo encima. Pero esto ya pasó hace tiempo. A partir de entonces, los países se fueron recuperando y este año la economía global va a crecer por lo menos igual que en 2012", agrega el economista.

Al respecto, las estimaciones dan cuenta de que el PBI mundial subirá en 2013 cerca de un 2,5%, cifra similar a la del período previo.

En cuanto a Estados Unidos, principal economía, las proyecciones hacen referencia a un alza del 2% para este 2013.

En relación con lo que sucede en el vecindario, se observa que los países crecen y no necesariamente "pagan" por ello con una alta inflación.

Perú incrementará su PBI cerca del 6%, con un índice de precios del 2,6%.

Chile subirá un 4,5%, con un alza del 2,4%.

Colombia un 4%, con un 2,6% de inflación.

Uruguay lo hará un 3,7%, con un 8,1%.

Brasil un 2,3%, con 5,9% de índice inflacionario.

¿La Argentina? Cerca del 3,6%, pero con inflación del 25%.

Sólo Venezuela no crecerá este año y posiblemente entre en recesión, habiendo avanzado hace unos meses con una mega devaluación.

El problema de las reservas

En cuanto a las reservas, se da la paradoja de que cuando la sociedad podía comprar dólares sin restricciones, el Banco Central acumulaba divisas en forma sostenida.

Pero, desde que se instaurara el cepo, la entidad dirigida por Marcó del Pont no sólo no ha podido juntar "ni un solo billete" sino que perdió buena parte de los que ya tenía.

A tal punto que hoy cuenta con el menor nivel de los últimos 6 años.

"Lo que el Gobierno no tuvo en cuenta es que con el cepo cambiario buscó que no salgan dólares, pero también estranguló el ingreso", comenta un banquero en diálogo con este medio.

En 2008, el país llegó a tener u$s50.400 millones, cifra que fue descendiendo hasta llegar a los u$s36.500 millones de hoy día. Y las estimaciones privadas dan cuenta de que continuarán cayendo a niveles preocupantes.

Al respecto, la consultora Econométrica prevé que para fines de 2014 se ubicarán en apenas u$s25.000 millones, con el agravante de que la "maquinita" de imprimir pesos sigue operando a plena capacidad. 

Tal como se observa en el siguiente cuadro, desde la crisis mundial de 2008 Brasil, Perú y Uruguay han más que duplicado las reservas, con crecimientos de entre un 103% y un 130%.

En tanto en Chile, Colombia e incluso Bolivia, han crecido entre un 70% y 85%.

En ese lapso, la Argentina -a contramano del resto- perdió dólares de sus arcas.

"Al Gobierno K le ingresaron u$s110.000 millones desde 2007. Pese a ello, las reservas bajaron", sostiene el economista Carlos Melconian. 

En lo que hace a 2013 específicamente, se observa un claro contraste entre Argentina, Venezuela y el resto, ya que estos dos países son los que lideran el correspondiente ranking de caídas en términos porcentuales.

Tablero de comando 2013Las proyecciones de suba del dólar, reservas, crecimiento de la economía e inversiones para este 2013 para los distintos países muestran algunos resultados cuanto menos llamativos.

Por lo pronto, la situación económica de las naciones del vecindario se ha modificado sustancialmente en lo que va del año, tal como lo muestran algunos indicadores clave.

En tal sentido, lo más llamativo es el rotundo cambio en cuanto a la relación de las distintas monedas con el dólar.

A diferencia de lo sucedido en 2012, ahora las distintas divisas han comenzado a recorrer un fuerte proceso de debilitamiento.

  • De enero a agosto 2013, esa depreciación ha sido liderada (en términos nominales) por el bolívar de Venezuela (-47%) y el real brasileño (-16%).
  • Los monedas de Uruguay, Chile Perú y Colombia también se debilitaron, entre un 7% y un 17%.
  • El peso argentino también se devaluó un 15% (nominal), pero la elevada inflación hace que -en términos reales- casi no haya registrado diferencias. Es decir, el país no logró ganar en competitividad cambiaria.

En buen romance, para la divisa local, por más que el Banco Central haga subir al dólar más de prisa (en estos últimos meses a niveles impensados, por encima del 30% en términos anualizados) se da la situación de que esto no resulta suficiente para que el peso se debilite en términos reales, producto del elevado índice inflacionario.

EE.UU. "estornudó", la región se "resfrió"

Asoma una nueva etapa a nivel global, producto de que Estados Unidos está dejando atrás la crisis originada en 2008 y su economía muestra signos de recuperación.

Ante ello, la Reserva Federal estadounidense "avisó" que, tarde o temprano, decretará el fin del plan "dólares para todos", consistente en volcar dinero barato (u$s85.000 millones por mes) para estimular el repunte de la actividad económica de su país.

Así las cosas, la divisa estadounidense ha comenzado a fortalecerse y las otras monedas, a debilitarse.

Para los analistas, este proceso de debilitamiento difícilmente se detenga, ya que los inversores buscan reforzar sus posiciones en dólares para así anticiparse al nuevo escenario de dólar fortalecido.

En la región, el real ha sido la moneda que más se depreció en América latina, principalmente desde fines de mayo, cuando Estados Unidos "avisó" que podía reducir su plan de estímulos.

¿Qué pasó en la Argentina? La devaluación del peso en lo que va del año quedó "carcomida" por la inflación.

Impacto en Argentina por el cambio de clima 

El economista José Luis Espert lanza una advertencia: "Este proceso devaluador ejercerá una mayor presión cambiaria en la Argentina".

Al igual que este analista, son muchos los que no ocultan su preocupación por cómo pueda quedar afectado el país ante este cambio de escenario.

Ocurre que, si se profundiza este proceso de debilitamiento de monedas en la región, el Gobierno K se enfrentará a una gran disyuntiva:

  • Si no acompaña lo que hacen los demás países, se agravará su situación de atraso cambiario y pérdida de competitividad.
  • Si opta por devaluar bruscamente, corre el riesgo de un efecto contagio en los precios. Es decir, fogoneará aun más la inflación y no resolverá el problema de la competitividad.

De manera que, la duda que se plantea es si -ante la eventualidad de una carrera devaluatoria- la Argentina está en condiciones de debilitar bruscamente su moneda sin generar una espiral inflacionaria que neutralice inmediatamente el efecto reactivador de una devaluación.

En lo que respecta a lo que sucede en el vecindario, está claro que la atención está puesta en lo que haga su principal socio político y comercial: Brasil.

Lo que ocurre es que en esa nación, la inflación corre por debajo de la tasa de devaluación, de modo que su moneda sí logra debilitarse en términos reales, algo que no ocurre en la Argentina.

Los analistas están convencidos de que, ante una mayor depreciación del real brasileño, el efecto sobre las empresas locales será de tal magnitud que será difícil evitar una brusca suba del precio oficial del dólar en Argentina.

"Si bien el país no sufrirá salida de capitales porque ha sido poco lo que llegó, el abaratamiento de los productos que fabrica la nación vecina -consecuencia del debilitamiento de su moneda- condicionará la política económica local", afirma el consultor Salvador Di Stefano.

Inversiones y crecimiento

En cuanto al crecimiento de la actividad económica estimado para el corriente año, se prevé que Argentina engrosará su PBI un 3,6%, superando a Brasil (2,3%) pero con una inflación casi cuatro veces mayor.

Otro indicador clave es el la inversión y el porcentual estimado de suba.

Sobre el particular, el mejor posicionado sería Paraguay, debido a la fuerte recuperación que está experimentando su economía, seguido por Perú. En el extremo opuesto se ubican la Argentina, varios puntos por debajo del promedio y Venezuela, con una caída cercana al 2%.

De acuerdo con un informe sobre inversiones en el mundo realizado por la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) en 2012 la Argentina recibió unos u$s12.500 millones, un 5% del total de los capitales que acaparó la región.

Esta cifra representó casi 5 veces menos de los fondos captados por Chile. Además, el país se ubicó por debajo de Brasil, Colombia y México.

Así las cosas, el panorama actual en el país, y la comparación con lo que sucede en el vecindario, pone otra vez sobre el tapete cuán efectivo es fijar metas de crecimiento -tal como dice la Presidenta-, aunque éste deba costearse con alta inflación

Es que ahora la Argentina necesita devaluar en términos reales para acompañar lo que sucede con las monedas de los demás países -de hecho es lo que viene haciendo-, pero la suba de precios "neutraliza" este proceso

Y es por ello que varios analistas observan que al país le llegó la hora de tener que pagar la "factura" que significa el haber crecido a costa de una alta inflación durante tantos años.