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Tras la muerte del becario, la polémica: ¿Qué responsabilidad tienen las empresas en el estrés de los empleados?

El caso del joven alemán que falleció después de trabajar sin descanso durante 72 horas volvió a encender la alarma acerca de la sobrecarga de tareas
27/08/2013 - 10:10hs
Tras la muerte del becario, la polémica: ¿Qué responsabilidad tienen las empresas en el estrés de los empleados?

El reciente caso del becario del Bank of America Merryll Lynch de Londres que falleció después de trabajar sin descanso durante 72 horas, volvió a encender la alarma acerca de la sobrecarga laboral y la excesiva presión de los empleadores cuya consecuencia inmediata es el estrés, uno de los riesgos psicosociales que más afecta a los trabajadores.

A nivel global, este hecho ha llevado a que se pida a las firmas financieras que asuman una mayor responsabilidad sobre los ambiciosos licenciados universitarios que trabajan hasta el límite para asegurarse un empleo en los principales bancos internacionales.

Atraídos por las torres de cristal de las finanzas en Londres, Nueva York y Singapur y la perspectiva de conseguir un empleo a tiempo completo y un salario elevado, los futuros "masters del universo" suelen realizar jornadas laborales de 20 horas al día en algunas de las oficinas más cargadas de adrenalina del mundo, relata un artículo publicado días atrás por la agencia Reuters.

Patología en vías de expansión

Desde una mirada local, Alejo Cantón, fundador y presidente de Vistage Argentina, una organización global que reúne a más de 700 CEO en el país, advierte que en todas las industrias año tras año crece la cantidad de trabajadores que, al ser encuestados, aseguran sentirse estresados en el ámbito laboral.

De hecho, en una investigación llevada a cabo recientemente por la firma D´Alessio IROL sobre 500 personas, el 80% de los dependientes argentinos dijo padecer estrés laboral mientras que la mitad reveló sufrir estrés frecuente, diario o semanal. En paralelo, se adelantó a 25 años la edad en la que se dispara la patología.

En un artículo publicado recientemente, The Wall Street Journal identificó las tres causas del estrés consignadas en el libro llamado Is work killing you? (¿El trabajo lo está matando?): volumen, velocidad y abuso.

Debido principalmente a la reducción de personal, la cantidad de tareas aumentó hasta el punto de la sobrecarga. La gente trabaja más horas y bajo más presión.

La velocidad, en tanto, se refiere a la rapidez del lugar de trabajo actual impulsada principalmente por la tecnología pero también por las mayores expectativas y la impaciencia para que las cosas se hagan más rápido.

El abuso se relaciona a toda clase de situaciones desde la política dentro de la oficina hasta el acoso y presión de otros.

A esto se suma que, en países de alta tasas de desocupación e inseguridad laboral, los empleados sienten que no tienen otra opción más que mantener agachada la cabeza, tragarse los problemas y pedalear más fuerte y rápido.

A más estrés menos productividad

Tal como enfatiza The Wall Street Journal, el estrés laboral está perjudicando a los trabajadores y le está costando a los empleadores miles de millones de dólares en productividad perdida.

De hecho, diversas investigaciones muestran que la productividad cae luego de unas 40 horas semanales. La gente que trabaja muchas horas no sólo es menos productiva sino que es más probable que dedique menos tiempo a dormir, hacer ejercicio y descansar.

El resultado neto es que tienen un problema crónico de agotamiento y menos eficiencia, lo cual los obliga a trabajar más horas para hacer su trabajo. "El ciclo de la ineficiencia", un ciclo vicioso de agotamiento y auto-abandono.

Para Cantón, las empresas deben abordar esta problemática porque ésta impactando directamente en sus resultados. "Cuando la gente trabaja estresada es mucho menos productiva", coincide.

En su opinión, el estrés aparece en los empleados producto de diversas situaciones:

  • La sobrecarga de tareas
  • Elevada autoexigencia
  • Un contexto macroeconómico complicado
  • Mala relación con el jefe inmediato
  • Una contratación no adecuada por parte del empleador.

Sobre este último punto, el representante de Vistage en el país explica que "a la hora de reclutar un empleado, la mayoría de las empresas prioriza que cuente con experiencia previa para la función que se está buscando, sin tener en cuenta que no es suficiente."

En este sentido, el ejecutivo apunta que al seleccionar es muy importante contemplar otros aspectos, como las actitudes y habilidades de la persona, su energía, valores y, por ejemplo, la capacidad de trabajar bajo presión o en entornos complicados.

El estrés "bueno"

Para Diego Grau, director de Grupo Managers, una cierta intensidad de presión en el trabajo puede ser buena si es generadora de un mejor desempeño y una adaptación para los desafíos y las acciones. Pero, en este fino equilibrio, es preciso manejar la presión y las exigencias.

Grau se basa en Ronald Heifetz, autor del libro "Liderazgo sin Límites", el cual plantea que ante un proceso de cambio es preciso aumentar la temperatura o la tensión. En su visión, se vuelve vital desafiar, motivar y exigir más a los empleados, o sea que un poco de estrés estará bien.

Apoyado en esta línea de trabajo, el directivo de Grupo Managers enfatiza que uno de los roles esenciales del líder ante procesos de cambio o desafíos es la regulación del estrés. Se trata de lograr que sea productivo y que no supere ciertos límites de tolerancia.

Para ello, asegura, resulta fundamental tener en cuenta algunas recomendaciones como, por ejemplo, crear un ambiente de confianza: planificar, establecer pautas, compartir el proyecto y el desafío del proceso de cambio, mostrar los avances.

En su opinión, también resulta fundamental dar dirección, protección, orientación y manejar los conflictos, usándolos para mantener la tensión. En síntesis: enfrentarlos en lugar de ocultarlos.

A su vez, es preciso que las personas se sientan motivadas aceptando el peso de su responsabilidad y, desafiando los problemas difíciles, logrando tolerancia a la incertidumbre o posibles frustraciones.

"Debe mantenerse alta la motivación de la gente, para afrontar los problemas y asumir la tensión de manera productiva", comenta el director de Grupo Managers.

Así, si se logra manejar el estrés productivo se podrá desarrollar una mejor forma de equilibrar la tensión para mantener el rumbo hacia los resultados y metas que se desean lograr. "También -apunta Grau- permitirá activar la conciencia de fortalecer una cultura de eficacia y lograr alcanzar objetivos."

Por último, dará la posibilidad de aprender a generar un balance para mejorar la productividad laboral sin descuidar la calidad de vida.

Qué acciones implementar

En opinión de Cantón, a las políticas de flexibilidad y beneficios "soft" que favorecen el balance entre la vida personal/familiar y la laboral de los colaboradores, las compañías pueden poner en marcha una serie de acciones para disminuir los niveles de cansancio y combatir el estrés que sufren sus empleados.

En ese sentido, el ejecutivo recomienda, por ejemplo, compartir datos ya que de esta manera el personal podrá trabajar mejor.

"No darle a los colaboradores la información necesaria para hacer el trabajo es una forma de estresarlos, al igual que no contarles como le está yendo a la empresa, cuáles son los planes y objetivos a futuro", apunta.

A su vez, Cantón aconseja escuchar más a los empleados ya que estos, al sentirse respetados, valorados y escuchados, se desempeñarán mejor y con menos estrés.

En paralelo, los jefes deben trabajar en la delegación. Es que, si en vez de dar una orden generan una oportunidad para que el empleado pueda tomar una decisión sobre su trabajo y que lo haga sentir que tiene el control de sus tareas, esto también disminuirá los niveles de estrés, lo que a su vez se verá reflejado en los resultados de la empresa.

También se pueden implementar políticas para restringir el uso de la tecnología fuera del horario laboral ya que la utilización excesiva de e-mail, mensajes de textos y similares hacen que la gente se ahogue en un océano de mensajes electrónicos y tecnoestrés.

En cuanto a las prácticas de flexibilidad, lo ideal es "proveer un ambiente laboral atractivo y cómodo, donde la gente se sienta a gusto, con espacios donde descansar, sociabilizar y dispersarse al menos 15 minutos", sugiere el representante de Vistage.

Se trata, en definitiva, de pequeñas acciones que ayudan a alivianar el trabajo de los empleados, mejorar el ambiente laboral, bajar los niveles de ausentismo, evitar licencias prolongadas e incluso situaciones extremas como las del joven alemán.

El estrés laboral afecta a toda la jerarquía: trabajadores, gerentes, ejecutivos y dueños. No sólo es un tema de salud para las personas sino que también es un problema de desempeño y productividad para los empleadores.

En definitiva, se trata de un problema enorme y costoso pero que se puede solucionar. La pregunta final es quién es responsable de arreglarlo ¿los empleados o los empleadores? La respuesta: ambos.

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