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Cuáles son los errores y dudas más frecuentes al elaborar una tesis

La complejidad de estos trabajos paraliza a muchos alumnos. Otros "pecan" por falta de coherencia interna en el resultado. Pautas y consejos para aprobar
02/09/2013 - 21:30hs
Cuáles son los errores y dudas más frecuentes al elaborar una tesis

La elaboración de la tesis o trabajo final puede ser una de las tareas más complejas para un estudiante. Tal puede ser la magnitud del proyecto que quiere presentar o el miedo a no ser capaz de concretar ese paso, que muchos optan por ni siquiera iniciarlo, retrasando o incluso perdiendo la chance de obtener su título.

"Hay probablemente un mito en torno a lo que puede significar escribir una tesis. Se ha generalizado esta cuestión del temor. Parece ser algo oscuro e inabordable, cuando en realidad se trata de procedimientos que, si uno tiene más o menos en claro los contenidos, tiene que ver sólo con desarrollar procesos lógicos", consideró Gabriela Iglesias, profesora de Sociología de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

De acuerdo a la docente, el problema surge a partir de que el alumno, muchas veces sin el debido entrenamiento, es puesto ante la situación de tener que producir contenido en lugar de sólo aprehenderlo y replicarlo.

"Se le pide que haga algo distinto de lo que hizo a lo largo de toda su formación. Sus clases y talleres son, en general, de reproducción de conocimientos. La tesis implica pensar en algo novedoso donde uno se hace cargo de todo, desde el recorte, la contextualización, la bibliografía, la salida al campo, y no es fácil", dijo la coautora del libro "Elaboración de tesis, tesinas y trabajos finales" (Noveduc), un texto que analiza situaciones concretas, coloquios y mesas de evaluación de tesis en diferentes universidades públicas y privadas.

En este sentido, Iglesias apuntó que para vencer ese temor es recomendable ver lo que han producido en esa instancia graduados del mismo programa o curso. Esto "reduce las angustias, la gente se da cuenta de que es un trabajo posible, y también se ve el contexto en el que se está produciendo".

A la falta de experiencia se suma que no siempre está claro cuáles serán los requerimientos de las entidades académicas y los criterios de evaluación. "Si la institución no es explícita en eso, el tesista debe exigirlo para saber la normativa por la cual se lo va a evaluar, las fechas, cómo se pondera, etc. y porque si se conocen las pautas se puede hacer un ejercicio de autoevaluación a medida que se hace la tesis", aconsejó la autora.

Por último, "hay que tener en cuenta que el modelo de posgrado a la Argentina en general no beca a los maestrandos o doctorandos, con lo cual las condiciones en las que tiene que producir su tesis no son las mejores", agregó la docente de la UBA y UCES.

Principales errores

Quienes emprenden el trabajo de tesis se encuentran generalmente con dudas similares, y muchas veces también cometen las mismas equivocaciones.

Del análisis realizado para el mencionado libro, surge que gran parte de los errores se pueden englobar como problemas de cohesión. "Muchas veces los problemas son de articulación de una coherencia, de cómo articular de conceptos con datos empíricos, de cómo justificar los instrumentos de recolección en función al tipo de abordaje, cómo derivar las conclusiones de ese proceso y no de alguna otra cosa", apuntó Iglesias.

La coherencia también tiene que ver con la correspondencia entre las distintas etapas del trabajo. Así es que los expertos proponen pensarlo no como un proceso lineal, en el cual una instancia es superadora de la anterior, sino como una permanente ida y vuelta, para que lo que se afirma se condiga con lo ya dicho.

La formulación de la hipótesis, que funciona como puntapié inicial para toda la investigación, también suele contener ciertos deslices de parte de los tesistas. Algunos de ellos son:

-Formular hipótesis como interrogantes. "Vemos eso bastante a menudo tanto en alumnos de grado como de posgrado", afirmó Iglesias.

-Elaborarlas como declaraciones de principios, donde el deber ser aparece. "Si una hipótesis debe contrastarse empíricamente, no puede basarse en el deber ser" aseguró la docente.

-Plantear consignas que no responden a la pregunta con la que se presentó el problema. Iglesias asegura que "la hipótesis debería ser una respuesta tentativa a como se problematiza un asunto. Esto también habla de la falta de coherencia interna".

-Formular hipótesis que incluyen variables que en ningún momento se definen, y por ende, no pueden ser medidas.

Para desarrollar correctamente esta etapa clave del proceso, "antes que empezar por la hipótesis hay problematizar la realidad, formularse preguntas, por ese lado se puede llegar a buen puerto y derivar en respuestas posibles", dijo Iglesias.

Asimismo, otro error frecuente es el no citar las fuentes de las cuales se obtiene la información, o no detallarla en los cuadros o gráficos. "Es un límite muy lábil el que existe entre plagiar y producir. Genera una controversia, porque las ideas son de alguien", expresó.

Pautas

¿Qué es lo que sí o sí debe contener y respetar un trabajo para ser considerado una tesis en cualquiera de los niveles educativos? Alinearse con las convenciones y formalidades establecidas por la entidad académica - desde el modo en que se cita y cómo se usan las referencias bibliográficas, hasta el formato y cantidad de páginas de presentación- y sobre todo, mantener una la estructura lógica.

Respecto del volumen del trabajo, Iglesias asegura que "no hay recetas", pero que en el caso de las instituciones que lo dejan librado al criterio del alumno, "100 páginas bien escritas es una buena extensión" para una tesis de maestría. Y advirtió que muchos excelentes investigadores pueden no ser buenos escritores, lo que juega en contra en esta instancia. 

"No me parece mal que la extensión tenga que ver con la producción concreta que hace el tesista. Debe demostrar que conoce lo que han producido sus antecesores, pero ¿para qué reproducirlo?. Con hacer la mención alcanza para demostrar conocimiento del estado del arte", agregó.

Respecto de la diferencia que se debe establecer entre la tesis de grado y la de posgrado o doctorado, que es una de las dudas más usuales entre los estudiantes, de acuerdo a la profesora de la UCES y la UBA, esto tiene que ver con "la complejidad de las hipótesis y la densidad de lo conceptual. Una investigación puede ser un trabajo exploratorio pero puede plantearse algo que apunte a dar cuenta de relaciones causales, lo que implica toda una responsabilidad mayor, sobre todo en las ciencias sociales".

En este sentido resaltó que "en los últimos tiempos se está estableciendo una división entre las maestrías que son de corte académico y las de corte profesional. No se le puede exigir la misma producción a una persona que hace una maestría en marketing a otra que estudia sociología de la cultura".

Lo más importante en todos los casos es tener pretensiones realizables: "una tesis puede permitir al autor escribir un libro. Pero si uno pretende hacer "el" trabajo, no lo va a terminar nunca. Uno debe ir bajando sus apetencias", continuó la docente.

También Iglesias remarcó como importante elegir un director con el que se tenga una cierta afinidad, "con quien se pueda construir cierta empatía", ya que generalmente la tesis es un trabajo bastante solitario. 

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