"Es una feria del editor al lector porque a los e-books los escriben personas, a las editoriales las manejan personas y los lectores son personas", dice a Télam Damián Ríos, responsable de la empresa Recursos Editoriales, del sello Blatt & Ríos y organizador del encuentro que abrirá su puertas de 17 a 22 en Luis María Drago 236, con entrada gratuita.

Entre las 20 editoriales que ofrecen sus propuestas digitales figuran Determinado Rumor, Hoja de Trabajo, De Parado, Funesiana, Katzen, Ediciones Dani, Milena Caserola y Caballo Negro.

Formatos

Los formatos que los lectores pueden conseguir son e-pub (estándar y abierto) y mobi (para lecturas en el Kindle que vende Amazon), pero quizá la novedad más fuerte es que los libros a la venta no poseen DRM (Digital Rights Management), término para el control de acceso usado por editoriales y titulares de derechos de autor que limitan el uso de medios y dispositivos digitales.

"La mayoría de las grandes editoriales venden con DRM, que encripta el documento y sólo se puede copiar a cierta cantidad de dispositivos, pero los sellos más chicos lo hacen sin DRM, lo cual significa que la gente puede copiar el e-book infinitas veces y compartirlo", especifica Ríos.

Existe un debate en torno a esta decisión, explica el editor y planta su postura: "Con un e-book con DRM tenés que loguearte -ingreso del usuario mediante una identificación- a Adobe y someter a tu máquina y dispositivos a esa empresa monopólica".

Esto es mucho más que un tecnicismoQ, expresa una filosofía frente a un mundo virtual cada vez más mercantilizado: "No somos hippies, vendemos sin DRM porque está más de acuerdo con el espíritu de lo que es Internet para nosotros. Si te comprás un libro que te gusta, muchas veces lo prestás o lo pasás, lo mismo sucede con el e-book".

Para leer sin restricciones

Con respecto a la rentabilidad, Ríos sostiene que "la experiencia de vender sin DRM es buena, Como editor mi obligación es que ese libro sea leído sin trabas, pero también que sea rentable, de hecho han comprado desde Australia, lo cual favorece la circulación y la lectura".

El porcentaje para el autor de un libro electrónico en venta directa es del 50% y los precios varían entre $25 y $30, un costo bajo que permite "que se den a conocer muchos escritores nuevos", dice Ríos, cuya editorial posee un catálogo de 25 libros editados en ambos formatos.

Un ejemplo es la novela de César Aira, "Yo era una mujer casada", que vendió 300 unidades en formato digital y mil en papel. "En concreto -resume el editor- en 2011 vendimos 40 e-books, el año pasado llegamos a 400 y para este esperamos superar los mil. La cifra es lenta, pero en ascenso".

Este soporte -que convive en paz con el libro en papel- permite que circulen textos complicados de encontrar y que los nuevos autores se den a conocer con más facilidad y una inversión más barata, aunque no menos trabajosa, para los sellos independientes.

Sobre la feria

La feria surgió tras la presentación en 2012 de la reedición digital, a cargo de Blatt & Ríos, de la novela "Un año sin amor" que Pablo Pérez escribió entre 1996 y 1997: "Mucha gente llevó su pendrive o dispositivos y vendimos más de 40 libros a un 25 por ciento del precio en papel", recuerda el editor. Será el "tester" de esta nueva modalidad de venta directa donde los lectores podrán encontrarse cara a cara con editores, autores y especialistas; debatir sobre licencias gratuitas de "creative commons", que permiten usar y compartir la creatividad y el conocimiento o participar de sorteos y lecturas en vivo, a cargo de Leticia Obeid y Marcelo Cohen entre otros.

Además, las plataformas como Amabook y Bajalibros tendrán su espacio y los lectores podrán llevar su pendrive o dispositivo, incluso les podrán enviar los e-books que compren vía mail ya que para estas editoriales no existe el uso restringido de obras digitales.

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