El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, le dio un ultimátum a las empresas productoras de alimentos y bienes de primera necesidad: si no lo apoyan en su plan de continuar con el congelamiento de precios en la lista de 500 productos básicos -que vence este viernes- desempolvará una vieja amenaza de la presidenta Cristina de Kirchner y abrirá las importaciones.

Tras las elecciones, la Secretaría autorizó aumentos de precios de hasta 9% en alimentos. Pero el polémico funcionario habló personalmente el miércoles con varias de las principales empresas productoras de bienes de consumo masivo, que representan más del 60% de las ventas de los super e hipermercados, para advertirles que no quiere mayores incrementos que rompan con el congelamiento que rige desde febrero pasado, según indicó Ámbito Financiero. 

En marzo pasado la Presidenta aseguró que "yo sé que son inteligentes y entienden, pero si no entienden vamos a hacer todo lo posible para que entiendan", refiriéndose a los empresarios de las principales compañías productoras de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza.

También se refirió a los sindicatos que representan a los trabajadores de esos sectores, para que los acuerdos de aumentos de sueldos no superen el 20% anual.

Ese día la jefa del Estado dijo que hablaba con el "corazón en la mano", con "rabia" y algo de "bronquita" prometiendo usar "los instrumentos que ha dado el modelo" para controlar la inflación.

En su embestida, y en su advertencia de abrir las importaciones, tenía en la mira a las lácteas Mastellone y Sancor, asegurando que "en los próximos días vamos a discutir y si es necesario tomar medidas tales como las de hacer una apertura de determinados productos, porque evidentemente quienes los venden hacen ejercicio de la producción monopólica y se aprovechan de su posición y de la protección del Estado".

Dijo que "debemos charlar si en determinadas líneas de productos no tornamos más flexible la importación" y mencionó que en su mira estaban todas las productoras de alimentos y bebidas que tengan "posiciones dominantes en el mercado de productos de primera necesidad", según recordó el matutino.

Finalmente, Moreno negoció un acuerdo de precios con las cadenas Carrefour, Jumbo, Disco, Wall Mart y Coto. Las empresas aseguraron además al secretario que apoyarían a rajatabla su idea de lanzar una tarjeta de crédito para compras en esos comercios, la Supercard. Pero el proyecto no tuvo el efecto esperado y sólo se habilitaron 400 plásticos, de los cuales 200 son a empleados de la Secretaría y dirigentes afines.

Ante el panorama, de acuerdo a Ámbito Financiero, Moreno teme que si no se toma en serio el plan de continuar el congelamiento, luego le será más complejo negociar con rubros más complejos como el financiero, las cerealeras, automotrices, petroleras y todas aquellos sectores en los que quiere colocar sus BAADE blanqueados.