El jueves será uno de los días más importantes de la historia de Telecom Italia, porque prevé aprobar una emisión de deuda por un importe próximo a los 1.800 millones de euros y, al mismo tiempo, pondrá en valor su filial Telecom Argentina, valorada en más de 600 millones de euros, informó el diario español El Economista.

Con esa estrategia, la compañía evitará una ampliación de capital próxima a los 2.000 millones de euros, en sintonía con los intereses de Telefónica y sus socios de Telco (Intesa Sanpaolo, Generali y Mediobanca).

Este consorcio, dueño del 22,4% del capital de Telecom Italia, intentará evitar nuevos desembolsos directos.

Sin embargo, a través de otros mecanismos financieros, la "telco" española confía cumplir sus compromisos inversores con el grupo italiano sin desbaratar sus propios niveles de deuda en el último tramo del año.

En el mismo consejo de administración también prevé darse el primer movimiento para poner en venta los activos latinoamericanos de Telecom Italia.

Tocará el turno de Argentina, a través de la filial Telecom Argentina, "cuyo riesgo derivado del país invita a poner pies en polvorosa", señaló el medio español.

"Son tales las incertidumbres que actualmente existen en Argentina para repatriar dividendos y para operar con garantías jurídicas que la venta de la filial a un socio local -siempre con el visto bueno del gobierno de Kirchner-, se presume como una decisión de consenso", especula El Economista.

Por el contrario, la filial brasileña "es intocable, al menos por ahora", según el medio español.

"Diversos analistas" no identificados por El Economista estiman que la desinversión en Brasil podría generar unos ingresos superiores a los 10.000 millones de euros.

La semana pasada, César Alierta, presidente de Telefónica, mantuvo una reunión con el primer ministro italiano Enrico Letta, de la que trascendió la voluntad del grupo español por preservar la "italianidad" de Telecom Italia.

En ese encuentro, Alierta también mostró su compromiso firme para realizar inversiones en fibra óptica y telefonía 4G, además de mantener el empleo en el operador.

Según El Economista, que cita a "fuentes conocedoras de las conversaciones", Letta despejó las incertidumbres sobre la reforma de la ley de OPA con carácter retroactivo, iniciativa que quedaría guardada ante la voluntad constructiva del socio español.