Un total de 26 marcas que se comercializan en el país se verán afectadas por el nuevo impuesto que se intenta aplicar a los autos 0km.

Entre las automotrices contempladas aparecen aquellas de alta gama, como Maserati o Mercedes Benz, y otras masivas, como Volkswagen o Chevrolet. Fiat es la única generalista que escapa a las consecuencias.

Los datos fueron revelados en un informe presentado por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina -ACARA-, donde se da cuenta del impacto que sufrirá el sector.

En el mercado de autos más livianos, el total de modelos es de 220. La medida alcanzará a 120 modelos con 370 versiones que se comercializan actualmente, es decir, el 70% de los vehículos en algunas de sus versiones.

Esta cifra representa entre el 8 y 9% de los patentamientos de autos, es decir, un total de 56.000 vehículos. Y el 15% de la facturación del sector, excluyendo transporte de carga y pasajeros.

Si se realiza una proyección del impuesto con variable de precios del 20% anual, el impuesto alcanzaría a 148 modelos y 534 versiones, y quedarían afectados vehículos fabricados en el país, como el Citroën C4 Lounge, Ford Focus, Peugeot 308, Renault Fluence y la SUV Toyota SW4. Serían el 68% de los modelos, lo que representa el 23% en ventas y 27% de la facturación.

Cambios en los valoresDe acuerdo al informe de ACARA, a partir del impuesto dejarán de existir en el mercado vehículos de un valor entre $239.000 y $312.000, y entre $385.000 y 505.500 pesos.

"Si bien el sector avala la preservación de las reservas, creemos que la medida no es la más adecuada", expresaron desde ACRA.

Durante 2014, la medida afectará modelos nacionales, del Mercosur y México y se espera una reducción mínima del 50% de las ventas de los vehículos afectados.

"Si calculamos el valor FOB promedio de u$s30.000 por unidad, el Estado se ahorraría en divisas el próximo año u$s810 millones, pero dejaría de recaudar u$s1.010 millones en concepto de impuestos", advierten desde la entidad.

Por otro lado, los modelos fabricados a nivel local serían más perjudicados que los importados de Brasil. Esto sucede porque en la Argentina se producen vehículos medianos o grandes, de mayor valor, mientras que en el país vecino se ocupan de los más chicos.

También el 27% de los concesionarios de la Argentina sufrirán las consecuencias, un total de 225 puntos de ventas. Mientras que el resto de la red se verá afectado según la marca que comercialice.