iProfesionaliProfesional

EEUU pierde la guerra contra la marihuana

La guerra contra la marihuana en Estados Unidos vive un giro radical: por primera vez las encuestas revelan una mayoría a favor la legalización y ya apareció un lobby empresarial 
03/12/2013 - 07:10hs
EEUU pierde la guerra contra la marihuana

Uno de los más profundos cambios sociales de historia estadounidense está pasando en este momento, sin que llegue a ocupar los títulos de los diarios. Y no tiene que ver ni con los escándalos de espionaje, ni con la tambaleante economía.

Este puede ser el año en el que la mayoría de la población entendió que había que encarar un cambio radical en la guerra contra el narcotráfico y empezar a considerar la legalización como un remedio más eficaz -y menos costoso, por cierto- que la represión.

Hasta hace poco tiempo, la idea de legalizar el consumo de marihuana era patrimonio exclusivo de los viejos hippies y de entusiastas de la doctrina liberal extrema, como Milton Friedman. Pero las cosas están cambiando: una encuesta de Gallup -publicada por The Daily Beast- revela que, por primera vez en la historia, ya es mayoría la que está a favor de la marihuana libre.

Un contundente 58 por ciento afirma que el cannabis debe ser legalizado. Y los reportes enfatizan en que la gente no se refirió a la despenalización o al uso medicinal como caso excepcional, sino a una legalización lisa y llana. Sólo hay una mayoría de rechazos entre los encuestados mayores de 65 años, lo cual lleva a los analistas a pensar que el incremento en la posición pro-legalización resultará inexorable con el cambio demográfico.

La primera vez que se planteó este tema en una encuesta, en 1969, sólo un 12 por ciento de la población opinó que esta droga debía ser tratada de la misma forma que el tabaco o el alcohol. Pero es notable el hecho de que, respecto del año pasado, la opinión pública haya variado en 10 puntos porcentuales a favor de la marihuana legal.

Los expertos apuntan a que semejante cambio en poco tiempo pudo haber estado influenciado por los casos de Colorado y Washington como los dos primeros estados en legalizar el cannabis. Esta experiencia se suma a la del uso medicinal de la marihuana, iniciado en 1996 en California y luego extendido a otros 19 estados.

Un reporte de ArcView Group, una organización ligada a la inversión legal en la marihuana, predice que en los próximos años habrá 14 estados que se sumarán a la legalización completa y dos más que implementarán el uso medicinal del cannabis.

El poder de lobby de este grupo ha llegado al punto que la prensa de negocios la toma en serio y entrevista a sus integrantes, a quienes da un trato de fuentes confiables.

Los títulos de las coberturas periodísticas son explícitos respecto de cómo se empieza a ver esta actividad como un negocio respetable y con grandes oportunidades de ganancias: "Se espera que el mercado de la marihuana crezca más rápido que el de los smartphones", escribe The Huffington Post. Mientras Fast Company tituló: "Un negocio que crece: el mercado de la marihuana será de 10.000 millones de dólares en 2018".

Pero tal vez lo que haya disparado el gran cambio en la opinión pública haya sido la crisis económica que golpeó a los Estados Unidos. En momentos de austeridad que llegan al extremo de tener que cerrar oficinas estatales, se hace más cuestionable que nunca el financiamiento de una guerra a la que todos los expertos consideran perdida de antemano.

El presupuesto actual del gobierno estadounidense para combatir la venta de droga llega a la friolera de 50 mil millones de dólares, una suma equivalente el producto bruto interno de Uruguay -que, a propósito, es frecuentemente citado en la prensa estadounidense por convertirse, posiblemente, en el primer país del mundo en el que la marihuana sea provista por el Estado-.

Naturalmente, semejante gasto en un momento de estancamiento económico empieza a ser cuestionado. Pero también genera rechazo la metodología policial: según The Daily Beast, se realizan unos 50.000 procedimientos al año, en los cuales son arrestados 750.000 ciudadanos por simple posesión de pequeñas cantidades para consumo personal, mientras no hay grandes resultados en cuanto al desbaratamiento de las grandes redes del tráfico.

Las encuestas también revelan que un impactante 48 por ciento de la población mayor de 12 años declaró haber consumido alguna droga ilegal por lo menos una vez en la vida. Y, por cierto, en ese grupo se incluyen tres presidentes que admiten haber fumado marihuana, en el caso de Barack Obama con el atenuante de "no haber inhalado el humo".

Un 7 por ciento de los encuestados admitió haber fumado marihuana en los 30 días previos, lo cual califica estadísticamente como "consumidor habitual". La cifra representa unos 15 millones de estadounidenses.

El cambio en la opinión pública respecto de la política oficial contra la droga es tan palpable que algunos autores empiezan a compararlo con la oposición a la incursión militar estadounidense en guerras tan impopulares como la de Vietnam.

Temas relacionados