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Alerta: no entran insumos, automotrices paralizan producción y amenazan con suspender personal

Desde el sector advirtieron que, si en los próximos días no se normaliza el sistema de importaciones, habrá un freno generalizado en la actividad
07/12/2013 - 06:00hs
Alerta: no entran insumos, automotrices paralizan producción y amenazan con suspender personal

Cuando Guillermo Moreno abandonó su despacho en la Secretaría de Comercio Interior, gran parte del sector empresario respiró aliviado.

Con su partida parecía terminarse una era marcada por el manejo arbitrario de las importaciones y por un estilo claramente confrontativo, donde las reglas no estaban basadas en normas sino en diálogos informales.

Sin embargo, en otros sectores no respiraban con la misma tranquilidad. Sucede que de la lapicera de Moreno dependía -hasta el 2 de diciembre- la firma del 100% de los permisos de importación.

Cabe destacar que, a través de las llamadas Declaraciones Anticipadas Juradas de Importación (DJAI), el polémico funcionario -quien fuera llamado el "guardián de las fronteras"-, tenía el poder para "cajonear" un pedido de autorización o darle vía libre, se trate de un tornillo para una línea de producción o de una cosechadora para el campo.

Así, desde varias ramas de actividad temían que el "traspaso de mando" del saliente Moreno al nuevo secretario, Augusto Costa, fuese desordenado, con el enorme riesgo que esto implica.

No es para menos, dado que, por cada día sin que se firmen permisos, quedan freezadas unas 1.000 Declaraciones Juradas de Importación.

Es decir que, en apenas una semana, podrían acumularse en los escritorios de la Secretaría, cerca de 7.000 solicitudes realizadas por empresas.

El problema es que, si bien Moreno se había comprometido ante el flamante ministro de Economía, Axel Kicillof, a dejar todo el "papeleo" ordenado, la realidad es que esto no ocurrió.

Por el contrario, empresarios del sector importador confiaron a iProfesional que "Costa se encontró con un caos, con un enorme cuello de botella. Y esto está disparando graves problemas en la industria, porque no sólo hay frenados bienes de consumo, sino que también hay inconvenientes con los insumos y componentes para realizar procesos productivos".

Y uno de los sectores más perjudicados es el automotriz, que se caracteriza por trabajar con bajísimos niveles de stock.

Al respecto, el gerente de una terminal, que accedió a dialogar con iProfesional bajo estricto off the record, confirmó que "ya hay una planta que se vio obligada a frenar su línea de producción. Otra estaría parando este sábado y hay varias que, si no se soluciona este problema en las próximas horas, estarían suspendiendo personal a partir de este mismo lunes".

"Es la peor situación que nos tocó vivir en los últimos años y puede afectar los balances de 2013", alertó con crudeza el directivo, dejando en evidencia la contracara de un sector que se había erigido como el gran símbolo de la era K. 

A la hora de conocer las razones de este crítico faltante de componentes, un reconocido empresario autopartista ubicado en Rosario confirmó que "el nivel de informalidad que había con Moreno era altísimo. No tenían un manual de procedimientos, todo se resolvía en el día a día. Y cuando Costa tomó el mando, saltaron los problemas".

El directivo fue más allá y aseguró que "a esto se sumó que la semana pasada realizaron una auditoría en la Secretaría por el grado de desorden con el que se encontraron los nuevos funcionarios y técnicos".

Una industria en problemas

Desde una entidad vinculada con el sector autopartista aseguraron a este medio que, entre el amplio abanico de insumos, partes y piezas que están escaseando figuran cables, vidrios, pinturas y elementos plásticos.

"Con que falte un sólo tornillo alcanza para que no se pueda terminar un vehículo. Y esto es grave porque por cada día que una terminal tiene que frenar su actividad su producción se reduce en un 5%", confiaron a este medio.

Pero las empresas no son las únicas afectadas. Estas demoras también le terminarían pegando de lleno al Gobierno, dado que la actividad automotriz explica el 50% del crecimiento promedio de la industria argentina.

A esto se suma un tema no menor: estas demoras se están dando a días de la cumbre bilateral entre la Argentina y Brasil, durante la cual funcionarios de la administración de Dilma Rousseff protestaron con fuerza en contra del cerrojo oficial. 

De hecho, el propio ministro de Desarrollo brasileño, Fernando Pimentel, había festejado el jueves haber obtenido el compromiso por parte del propio Kicillof de que se liberarían las importaciones demoradas en Aduana, principalmente los embarques relacionados con la industria del calzado y la automotriz.

De modo que estas complicaciones que surgieron en la Secretaría de Comercio Interior amenazan con tensar peligrosamente una relación bilateral de por sí complicada.

Sucede que Brasil es, por lejos, el principal proveedor del rubro automotor, con un share cercano al 45% en el mercado de autopartes, muy por encima de China, que ocupa el segundo lugar con una participación del 10%.

Estas dificultades para gestionar la pesada "herencia" que dejó Moreno, chocan de frente contra los deseos que expresara, días atrás, el propio jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien había asegurado que los dólares que entraran a la economía se iban a destinar, principalmente, para cubrir las importaciones de insumos y componentes para sostener el crecimiento de la industria. 

Y en el sector automotriz la buena fluidez de los permisos aduaneros es clave, dada la altísima participación de las piezas importadas en la cadena de valor.

De hecho, la necesidad de abastecerse con componentes de afuera es tal que las terminales este año le estarán generando al Gobierno un déficit récord de u$s8.000 millones, según estimaciones de la consultora Abeceb.

De ahí que cualquier faltante, aun cuando se trate de una situación transitoria y de pocos días, impacte de manera automática en la cadena de producción, con graves perjuicios en la rentabilidad de las empresas.

Un informe del Grupo de Productores Autopartistas (PROA), que fuera presentado durante los primeros días de noviembre, alertó que para un vehículo de producción nacional, que sale de fábrica con un valor de u$s15.000, apenas el 23% de ese total corresponde a insumos nacionales, lo que representa apenas u$s3.450 en componentes "Industria Argentina".

Como contrapartida, el 44% del valor de dicho vehículo está explicado por piezas de origen importado, lo que equivale a unos u$s6.600 por unidad, tal como se puede observar en el siguiente gráfico:

En el sector confían que, luego de que se superen los problemas que dejó Moreno, haya un poco más de previsibilidad para operar en la Argentina.

En este sentido, tal como consignó iProfesional, fuentes oficiales dejaron trascender la posibilidad de que se dé de baja definitivamente al complejo y engorroso sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación y vuelva un régimen que estuvo vigente unos años pero que sepultó años atrás el propio Moreno: las Licencias No Automáticas.

La diferencia principal radica en que las Declaraciones Juradas son documentos que se aprueban empresa por empresa, lo que genera que se deban analizar tantos casos como pedidos hayan hecho las compañías involucradas.

En cambio, con el sistema de Licencias, el Gobierno puede optar por dejar de lado del listado a un conjunto de insumos y componentes clave, de modo de garantizarles mayor fluidez a aquellas industrias donde el stock es un punto crítico.

También problemas para los 0Km

El sector, que se había constituido en uno de los estandartes del modelo K, de la mano de continuos récords en las tasas de producción y ventas, cierra este 2013 de la peor manera.

Sucede que los problemas con las Declaraciones Juradas ya venían generando inconvenientes con el ingreso de 0Km. 

De hecho, se estima que en estos momentos hay cerca de 40.000 unidades demoradas en el puerto de Zárate, la principal terminal dedicada a la gestión logística de las terminales.

Las automotrices más complicadas serían Ford y General Motors, si bien en dicho puerto operan todas las que comercializan sus modelos en el país, entre las que se encuentran Fiat, Peugeot, Volkswagen, Honda y BMW, entre otras.

A esto se suma el duro revés que están por sufrir prácticamente todas las marcas en la Argentina por la inminente aprobación del proyecto kirchnerista que busca gravar a los vehículos de alta gama con alícuotas que van del 30% al 50% pero que, en realidad -por la propia naturaleza del tributo- terminarán encareciéndolos entre un 40% y casi 100%.

Desde el sector estiman que las marcas que más expuestas están a este "impustazo" podrían sufrir derrumbes en sus niveles de ventas cercanos al 50% en algunos modelos. 

Para completar un panorama sombrío para un rubro que fue uno de los claros ganadores de la "década K", hay que mencionar las flojas perspectivas que se esperan en el plano exportador.

Según datos del sector, en noviembre las ventas al mundo, básicamente a Brasil, se derrumbaron un 25% respecto al mismo período de 2012.

"La dinámica de la producción y la exportación de los últimos meses y la situación en Brasil son un llamado de atención que dan cuenta que hay que continuar trabajando en la articulación público-privado para generar medidas que permitan la promoción de inversiones, el desarrollo de proveedores y fundamentalmente una mejora en la competitividad", advirtieron desde ADEFA, entidad que nuclea a las terminales nacionales.

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