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Para los argentinos, juntarse a ver a la Selección costará el doble que en el Mundial de 2010

Así lo arroja un estudio realizado por la consultora especializada en consumo Tomadato. El incremento será más fuerte en alimentos no perecederos
09/12/2013 - 07:20hs
Para los argentinos, juntarse a ver a la Selección costará el doble que en el Mundial de 2010

No todos los argentinos tendrán el privilegio de poder ir a la cancha a ver los partidos que jugará la Argentina en tierra brasileña.

Es que ahora los viajes se han encarecido y hay que afrontar un 35% de recargo -en lugar de un 20% como era hasta hace una semana- a la hora de comprar pasajes de avión o reservar alojamiento fuera del país. Y esto también vale para los gastos cancelados con tarjeta en el exterior.

Así las cosas, muchos tendrán que conformarse con alentar a la Selección nacional junto a su familia, pareja o amigos frente al televisor de su casa, en la de un vecino, en el trabajo, en un bar, en alguna estación de servicio o en restaurante disfrutando, al menos, de una buena cena o picada mientras "hinchan" por la celeste y blanca.

Y si bien este viernes los argentinos "festejaron" por los resultados del sorteo de los equipos que enfrentarán a la Argentina en el "grupo F", es decir Bosnia Herzegovina, Irán y Nigeria, en unos pocos meses tal vez la sonrisa se les desdibuje cuando tengan que pagar la cuenta.

Sucede que, tal como consigna un informe de la consultora especializada en consumo Tomadato, determinadas categorías tales como comestibles no perecederos, frescos y bebidas costarán más del doble de lo que valían en el campeonato anterior. Así, sea que compren directamente en el súper hagan un pedido o vayan a algún lado a ver los partidos, el aumento se reflejará de una manera u otra en el bolsillo.

El estudio, que lleva el nombre de "Índice de precios del Mundial" (IPM), muestra -de forma desagregada por rubros- cómo se han encarecido ciertos productos que se adquieren en los supermercados en relación con el último Mundial.

En este sentido, se destacan los mayores incrementos en las siguientes categorías:

•Comestibles no perecederos: crecieron un 145,10%.

•Frescos: se incrementaron en un 108,47%.

•Bebidas: se encarecieron en un 80,25%.

Para elaborar el índice -que seguirá ajustándose en forma mensual hasta llegar a junio- la consultora seleccionó una canasta de productos que representan el consumo tradicional en este tipo de reuniones.

En este sentido, incluyeron desde pizza de mozzarella hasta los ingredientes de la picada típica, cervezas, gaseosas, aperitivos y golosinas, entre otros artículos.

Según aclaran desde la consultora el índice es un estimado del gasto promedio, calculado en forma similar a la canasta navideña, y puede variar según la cantidad de personas y el consumo de alimentos de cada individuo.

Rubro por rubro

Al analizar los números que arroja el IPM se advierte que la canasta de productos que se consumen a la hora de reunirse para ver los partidos exhibe una fuerte aceleración de precios.

Es así que, en la categoría comestibles no perecederos el costo promedio en el Mundial 2010 era de $64,31 y hoy se necesitan $157,62 para adquirir los mismos artículos.

En el caso de los frescos también se advierte un fuerte incremento de precios.

Es que, mientras que cuatro años atrás los argentinos necesitaban gastar $78,94 para juntarse para ver a la Selección, hoy - para comprar lo mismo- deben desembolsar unos $164,57.

En tanto, con respecto a las bebidas -que es un rubro infaltable en la mesa de los argentinos-, las diferencias también son notorias. Mientras que para el campeonato de Sudáfrica alcanzaba con unos $64,74 para ver el Mundial de Brasil 2014 se necesitará gastar unos $116,70.

Evolución

El informe de Tomadato también da cuenta de la evolución de los costos de armar "la canasta del Mundial" en los últimos once años.

En este sentido, arroja que hoy la "juntada" es cinco veces más cara que en el 2002 -el encarecimiento fue exactamente del 552,70%-.

En aquel año, con apenas $67,24 se podía adquirir lo necesario para armar una reunión con todo lo necesario para sentarse a ver a la Selección, mientras que para el nuevo campeonato la cifra no bajará de $438,88.

Por citar un ejemplo, una gaseosa regular en tiempos del Mundial de Sudáfrica, costaba casi $6, mientras que hoy supera los $12 y una cerveza promedio en 2010 costaba menos de $4 y hoy cuesta casi $10.

Electro a la espera del "boom"

Algo que se empieza a advertir desde ahora es que los jugadores de las distintas selecciones "no son los únicos players" del Mundial.

Por el contrario, el campeonato "se vive" en las distintas categorías que afectan al consumo.

Habitualmente "la reina" de ventas en la proximidad de este torneo es tecnología, ya que se suele generar un "boom" en la previa estimulado por todos aquellos que quieren recibir la mejor imagen posible de los partidos.

En este punto, el estudio destaca que "en el caso de los televisores, el antecedente más cercano es lo que pasó hace cuatro años".

Y describe que, en ese momento, "la demanda se disparó no sólo por los planes de 50 cuotas sin interés que lanzaron los bancos, sino también porque la Copa del Mundo encontró a muchos hogares dispuestos a renovar sus televisores, subiéndose al recambio tecnológico que trajo aparejado la popularización de las pantallas de LCD".

En este sentido, Emiliano Schwartz, responsable de Marketing de Tomadato, plantea- ante el escenario económico actual- el siguiente interrogante: "¿Volverá el esquema de las 50 cuotas para motivar las compras en este rubro?".

La pregunta del millón

Frente a un escenario de precios más elevados, también cabe preguntarse si los argentinos serán más cuidadosos a la hora de ir a hacer las compras para juntarse a ver a la Selección.

Sobre este punto, Schwartz indica que la respuesta a esta cuestión deriva de la relación incrementos salariales-inflación.

Es que "en 2014 va a haber una fuerte pelea porque el salario se mantenga por encima de la inflación y de eso dependerá el comportamiento que adopten los argentinos en el supermercado", apunta el consultor.

Y resume: "Allí estará dada la tensión". Lo que sí, advierte, es improbable que los argentinos reemplacen en estas ocasiones sus marcas favoritas, por más de que los precios en las góndolas resulten muy elevados.

Según Schwartz, "en este tipo de artículos y en estas oportunidades, las personas no suelen pasarse a las segundas marcas".

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