Las exportaciones argentinas de origen industrial cayeron cuatro posiciones, del puesto 37 al 41, desde 1998 hasta la actualidad, según un informe elaborado por el IERAL de la Fundación Mediterránea.

Sobre la base de esos datos, el trabajo advierte que "si no cambia su estrategia macroeconómica, la Argentina va camino a una nueva crisis de financiamiento externo".

"La estrategia aplicada en la última década, similar a la usada en buena parte de las últimas siete décadas, cuenta con un atractivo político: inicialmente rinde frutos más rápidos en materia de expansión económica, lo cual suele derivar en consecuencias también rápidas en cosecha de votos", agrega.

Sin embargo, el estudio asegura que "tales estrategias suelen cerrar políticamente en el corto plazo, pero resultan un pesado lastre para el objetivo de aumentar el bienestar de la población a largo plazo".

La participación de Argentina en las exportaciones mundiales alcanzaba el 0,53% del total en 1998, ubicándose dicho guarismo en 0,49% en 2012.

"Argentina retrocede en el ranking de exportadores en varios de sus productos más tradicionales", señala y luego alerta que "esta tendencia no es algo que parece corregirse en el 2013".

En el acumulado enero-octubre las exportaciones crecieron un 4,1% pero impulsadas principalmente por los productos primarios con suba interanual del 9,3%, mientras que las de origen industrial se encuentran en fuerte retroceso si se excluye la industria automotriz.

"La importancia de esta diferenciación radica en que esta última es una rama industrial importadora neta, por lo que su expansión no ayuda a mejorar el superávit de comercio exterior del país", indica en declaraciones consignadas por la agencia NA.

Por otra parte, la Fundación Mediterránea explica que entre 2006 y 2013, la Argentina pasó de un superávit fiscal del 1,9% del PIB a un déficit del 2,7%, entre Nación y Provincias, que resulta del 4,6% si no se incluye entre los ingresos las rentas de ANSeS y el Banco Central.

Por último, añade: "Como consecuencia de una insostenible política energética, la balanza comercial en dicho rubro pasó de un superávit del 2,9% del PIB a un rojo del 0,9% en el lapso de seis años considerado".