La próxima cosecha de trigo argentino apenas superaría los 10 millones de toneladas, un 25% por debajo del promedio que arrojó esta producción cerealera durante la última década, según la estimación realizada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Tanto las Confederaciones Rurales Argentina (CRA) y como la Sociedad Rural Argentina (SRA), objetaron la política triguera, por considerar que "el campo no puede aprovechar casi el 50% de su potencial productivo", y allí el caso del trigo, resulta un ejemplo de una política "errónea".

Asimismo, desde las entidades ruralistas reclaman a las autoridades agrícolas que se "tomen las medidas conducentes a garantizar la libre comercialización del trigo" y que se "respete el esfuerzo" que lleva adelante el productor triguero.

El último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires refirió que la próxima cosecha de trigo rondaría los 10,1 millones de hectáreas, cifra que fue recortada en un 2,4% respecto al pronóstico anterior.

"A pesar de haber registrado productividades por encima de lo previsto en importantes áreas trigueras del sector sur bonaerense, estas no alcanzaron a compensar la merma de los rindes y el volumen proyectado para el núcleo del sudoeste bonaerense", indicaron los especialistas de la bolsa porteña.

Más allá de esto, dichos resultados se ubicarían casi un 15% por arriba de los 8,8 millones de toneladas obtenidas en

la campaña 2012-2013, aunque lejos de promedio superior a los 13 millones de toneladas registrado en la última década en promedio. En dicho período, se obtuvieron picos de 16 millones de toneladas en el ciclo triguero del 2004-2005, y de 15 millones en las campañas 2006-2007 y 2010-2011.

A través de un comunicado, Confederaciones Rurales pidió al ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, que "se decida a tomar las medidas conducentes a garantizar la libre comercialización" para beneficiar el desarrollo de "la producción triguera nacional".

"Es imposible, en este contexto donde se continúa con las mismas políticas, que finalmente pueda haber cambios positivos para el sector agropecuario y, por supuesto, para todos los argentinos", comunicó la CRA. La entidad confederada expresó que con "un mercado normalizado de trigo, el campo hubiera ingresado este año más de 3.000

millones de dólares

"El Gobierno parece estar dispuesto a no entender que el empresario agropecuario necesita previsibilidad para encarar su negocio, y ganar confianza a futuro para decidir en que momento vender su producción", consignó la entidad ruralista.

También la Sociedad Rural Argentina (SRA) señaló "la grave situación que atraviesan los productores de trigo ante la continuidad de la intervención del mercado y el cierre de las exportaciones por parte del gobierno".