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Consumo sin anabólicos: sin las 12 cuotas, caen ventas hasta 30% y crece el alerta en grandes cadenas

Por el acortamiento de los planes de financiamiento y la suba de las tasas de interés, los comercios de electro enfrentan un duro escenario
10/03/2014 - 07:01hs
Consumo sin anabólicos: sin las 12 cuotas, caen ventas hasta 30% y crece el alerta en grandes cadenas

El consumo es una de las columnas vertebrales sobre la cual la administración kirchnerista construyó "el modelo". 

Y lo hizo de distintas formas: dando vía libre a las subas salariales, expandiendo a niveles récord el gasto público, retrasando el valor del dólar, congelando las tarifas de los servicios públicos o "pisando" el precio del combustible.

Sin embargo, 2014 marcó un claro punto de inflexión para el consumo. Ante el acelerado deterioro del frente fiscal, la escasez de dólares y los problemas de competitividad, el Gobierno debió avanzar en una dirección que, hasta ese momento, no figuraba en la "hoja de ruta" del discurso oficial.

El salto del tipo de cambio que tuvo lugar a fines de enero último, la suba de impuestos a los 0Km, el incremento de las tasas de interés y la inminente avanzada de Axel Kicillof para recortar los subsidios a los servicios públicos, son muestras de este drástico cambio de rumbo.

A pesar de esto, en el discurso que ofreciera ante el Congreso, la presidenta Cristina Kirchner hizo un llamado para que el principal motor de la economía no baje un cambio: "¡Se cayó el mundo! ¡Se está cayendo la exportación! Precisamente por eso es necesario mantener vigoroso y muy vigente el consumo interno", disparó la mandataria.

La Jefa de Estado incluso fue un paso más allá cuando llamó a los empresarios a "ponerle el hombro al país para continuar con este crecimiento", especialmente a aquellos industriales "que antes no tenían producción porque todo era importado pero que hoy hacen lavarropas y heladeras en el país y han ganado mucho dinero".

Sin embargo, a contramano de los deseos de la administración K, algunos rubros de actividad están atravesando una dura coyuntura, producto del abrupto cambio de contexto que sobrevino tras la devaluación de enero.

Una de las peores partes se las está llevando la industria automotriz, que viene de registrar una caída en las ventas de casi 9% en febrero, pero con un desplome que alcanza el 70% si se consideran sólo las marcas Premium.

También está atravesando una difícil situación el negocio de las motos, con patentamientos que se derrumbaron cerca del 30% el mes pasado, lo que llevó a los concesionarios a declararse en "estado de emergencia económica". 

El salto del dólar, su impacto en los precios -por el alto contenido importado- y el incremento del impuesto a los bienes suntuarios explican la mala performance de estas ramas de actividad. 

Sin embargo, los efectos de la "tormenta" no se limitan a esos rubros: directivos de cadenas de electrodomésticos están advirtiendo que, desde el arranque de febrero hasta hoy, las ventas de línea blanca y de artículos electrónicos acumulan un derrumbe que va del 20% al 30% en comparación con el mismo período del año pasado.

Un gerente de una de las tres cadenas de retail más importantes del país confirmó a este medio, bajo a estricto off the record, que el nivel de operaciones experimentó una preocupante contracción de casi 30%.

Este fenómeno también se sintió con fuerza en el interior del país: desde la cadena Naldo Lombardi, que cuenta con 40 sucursales distribuidas en provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y La Pampa, aseguraron a iProfesional que "desde el 1ro de febrero hubo una caída en el nivel de ventas de línea blanca y de productos electrónicos de aproximadamente 30%".

Y así como los retailers venden y facturan menos, los fabricantes no pueden escapar de la turbulencia. Así, el escenario está pegando de lleno entre las empresas que producen desde heladeras y cocinas, hasta artículos tecnológicos, tales como televisores, netbooks, celulares y demás dispositivos.

En esta dirección, el presidente de una de las principales fábricas de heladeras, con sede en Santa Fe, aseguró a este medio que "desde hace un mes a esta parte, los niveles de pedidos por parte de casas de electrodomésticos y supermercados se nos cayeron un 40% respecto de 2013".

"Este dato es preocupante porque todos los años, a fines de febrero y principios de marzo, es cuando las cadenas y los híper empiezan a enviarnos las órdenes para abastecer la demanda tras las vacaciones de verano", agregó.

En tanto, el CEO de una empresa dedicada a la fabricación de notebooks y netbooks instalada en la Provincia, destacó que "el ritmo de producción, exceptuando lo que se destina al programa ConectAr Igualdad, viene cayendo más de un 20%".

El fin del "veranito" de cuotas

Las razones de este preocupante bajón, más que en la suba de precios -que está siendo contenida por el Gobierno, que sólo habilitó un ajuste de los valores al público del 7,5%- hay que buscarlas principalmente en el acortamiento de los planes de cuotas sin interés.

Cabe destacar que hasta enero, el "estándar" en cuanto a plazos de pago sin interés era de 12 meses, en tanto que ahora las cadenas, en general, no ofrecen este beneficio más allá de los 6 meses.

Así las cosas, un comprador que quiera adquirir desde una heladera hasta una notebook y financiar la operación a lo largo de un año, deberá hacer frente a una tasa de interés del orden del 40%, es decir, unos cinco puntos por encima de la inflación que proyectan algunas consultoras.

Desde el lado de la producción, el fin de la "fiesta de cuotas" también significa un duro golpe.

Al respecto, el presidente de la fábrica de heladeras destacó que "a nosotros nos complica muchísimo, porque un equipo estándar tranquilamente puede tener un valor al público de $8.000 o más. Y para esos niveles de precio, el financiamiento es clave".

En diálogo con iProfesional, Horacio Lazarte, economista de Abeceb, destacó que "el peor golpe se lo lleva la línea blanca, es decir, todo lo que es heladeras, cocinas y lavarropas. Porque son bienes en los que el recambio tecnológico es mucho más lento. De modo que es el segmento donde el consumidor primero pisa el freno".

Punto final al efecto "licuación"Actualmente, en la página de un retailer como Frávega, por ejemplo, se puede adquirir una heladera General Electric -valuada en $11.369- en 6 pagos sin interés de casi $1.900. 

Como contrapartida, quien quiera "tarjetear" este mismo modelo pero a lo largo de 12 meses, deberá hacer frente a cuotas de casi $1.300, llevando el costo total del producto a los casi $15.600, es decir, unos $4.200 extra, lo que representa un recargo del 37% (ver imagen). 

Paralelamente, quien piense en adquirir una notebook Asus a través del sitio de ventas online de Compumundo, podrá abonarla en hasta 6 cuotas por un valor total de $9.669.

Claro que, en caso de querer extender la financiación al doble, terminará desembolsando un total de $13.480. En la página especifican que son $3.800 extra en concepto de "recargo por financiación", lo que equivale a un encarecimiento de casi 40% (ver imagen).

Cabe destacar que el Banco Ciudad es una de las pocas entidades que todavía ofrece planes de pago a "largo plazo" y sin intereses. El resto de las entidades, en cambio, ya se despidieron de los grandes beneficios.

Así las cosas, el actual sobrecosto que deben enfrentar los consumidores para financiar compras, implica un duro golpe al fenómeno conocido como "licuación". Esto es, comprar un producto, financiarlo a un año de plazo o más e ir diluyendo el impacto de las cuotas de la mano de las mejoras salariales.

"Al acortamiento de los planes de pago se suma que se terminaron los incentivos para seguir adelantando consumo, básicamente porque hasta 2013 los ingresos venían empatándole a la inflación, pero para este año la expectativa es de una caída de los salarios en términos reales", sostuvo Lazarte.

Las tasas, la claveDesde enero, el titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega avanzó con una fuerte suba de los tipos de interés con el objetivo de defender a la moneda local, inducir a que la gente se vuelque más a los plazos fijos y, de esta manera, evitar que buena parte de los pesos se canalicen al circuito blue.

Según Lazarte, "el escenario de tasas más caras hizo muy difícil para bancos y tarjetas mantener el esquema de cuotas a más largo plazo".

Este contexto más adverso también le pega a las cadenas de electrodomésticos e hipermercados que apelan a los fideicomisos para consumo.

Durante mucho tiempo, estas empresas captaron una importante masa de liquidez a través del armado de paquetes, cuyo principal activo son los "cupones" provenientes de las famosas doce cuotas sin interés, que venían promocionando con fuerza hasta 2013 tanto bancos como emisoras de tarjetas.

Estos paquetes luego son colocados bajo la forma de fideicomisos, a tasas más que tentadoras, y el producido de dicha operación aporta los fondos necesarios para la expansión del negocio. Sin embargo, la suba de las tasas de interés implica un golpe para este tipo de mecanismos. 

El Mundial, apenas un "bálsamo"

El actual contexto, según Lazarte, complica especialmente a los fabricantes de línea blanca: la baja en ventas ya se tradujo en la eliminación de las horas extras, todo un síntoma para una actividad que se había acostumbrado a operar durante los últimos cinco años a plena capacidad.

"Por ahora no pensamos en despidos, tratamos de aguantar. No es tan simple cambiar los planes de producción de una semana a la otra. Pero si las ventas no mejoran, el panorama va a ser durísimo, porque las fábricas también tenemos que lidiar con otras variables, como la fuerte suba de costos y el acortamiento de la cadena de pagos. Hasta 2013 teníamos 60 días para pagar insumos como chapa o plásticos. Ahora gracias si nos dan una semana", disparó un directivo de una fábrica de cocinas que pidió off the record.

Para Lazarte, el único rubro que podrá tener algún respiro es el de los televisores: "A partir del segundo trimestre, el Mundial de Fútbol podría motorizar un poco más las ventas. Hay cadenas de electrodomésticos que tienen mucho stock y seguramente tratarán de reducir el inventario con alguna acción de marketing".

El experto no cree que revivan las 50 cuotas sin interés como sucedió durante el campeonato pasado. "Lo más probable -sostuvo- es que las cadenas ofrezcan bonificaciones en el precio final para captar más compradores y no resignar market share".

Pese a esto, Lazarte considera que "todo el negocio va a tender a la baja. De hecho, esperamos que 2014 cierre con una caída en el nivel general de ventas del 6%, pero con rubros como heladeras, cocinas y lavarropas que seguramente sufrirán una contracción mucho mayor".

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