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Llamado de atención: Argentina, único paí­s de toda la región que no muestra avances en telefoní­a 4G

En Brasil ya hay seis operadoras que lo ofrecen. Bolivia, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Uruguay ya dieron el salto hacia la nueva tecnología
28/03/2014 - 11:03hs
Llamado de atención: Argentina, único paí­s de toda la región que no muestra avances en telefoní­a 4G

A la par de aumentos confirmados para empresas que brindan telefonía móvil -en medio de reclamos por servicios deficientes y elevadas tarifas- el escenario local sigue dando espacio a noticias poco felices en materia de telecomunicaciones.

En efecto, a diferencia de los últimos avances mostrados por países como Venezuela, Bolivia y Paraguay, la Argentina quedó -si se quita a Guyana, Surinam o Cuba- como el único territorio de América latina y el Caribe que no ha mostrado progresos en el desarrollo del servicio 4G.

Mientras que en la región este tipo de conectividad ya beneficia a millones de usuarios -y sigue incrementándose progresivamente- a nivel local los clientes aún no pueden disponer de este estándar que va marcando los tiempos tecnológicos en el mundo.

En el vecindario, Brasil es el lugar en el que más operadoras ofrecen este tipo de conectividad. Allí, seis empresas operan redes con 4G. En tanto, en Colombia, existen cuatro compañías; en MéxicoParaguayChile y Uruguay, dos; y en Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela, una. 

El siguiente gráfico explicita la evolución del estándar LTE en esta parte del mundo:

En el caso de Chile, la local Entel acaba de presentar su oferta de red, cerrando de esa forma el grupo de las tres principales operadoras ya adaptadas a la nueva tecnología. 

Entre las novedades, la empresa anunció la cobertura en 294 comunas y 267 localidades a través de 803 antenas repartidas en todo el país, y dando la posibilidad a algunos usuarios de ser transferidos automáticamente sin cambiar de plan.

¿Qué es el 4G? 

El estándar en cuestión viene a suceder al 3G. Está basado en la tecnología LTE (Long Term Evolution) y se caracteriza por asegurar una mayor velocidad de conexión a la web, al mismo tiempo que posibilita descargas sin cortes. 

En paralelo, el 4G LTE -dado que funciona en una frecuencia diferente al 3G- abre la puerta al desarrollo de comunicaciones más baratas a través de la Voz sobre IP (VOIP).

Según datos aportados a iProfesional por la agencia Intuic, el estándar LTE "cuenta con una velocidad de descarga que supera los 40 Mega por segundo y permite subir datos a la red a 10 Mega, también por segundo". A nivel local, el servicio 3G que ofrecen operadoras como Movistar rara vez alcanza 1 Mega (por segundo).

Ni siquiera ese parámetro, que es bastante más acotado, hoy día permite asegurar la estabilidad del servicio, que fluctúa de manera permanente y genera disconformidad entre los usuarios.

En simultáneo -y más allá de los 18 países que ya ofrecen 4G en la región- recientemente se conoció que Estados Unidos ya está desarrollando pruebas de otra tecnología aun más avanzada (conocida como 4G Advance) mientras que Corea del Sur testea en su territorio el 5G, conectividad que irá imponiéndose en los próximos años.

La inacción localEn el plano local, las operadoras siguen a la espera de la decisión del Gobierno de habilitar el espectro requerido para poder avanzar en el nuevo estándar. 

En diciembre pasado, Julio De Vido, ministro de Planificación, había señalado: "Estaremos trabajando en el sistema digital 4G en el interior profundo de la Argentina".

Pero lo cierto es que, habiendo transcurrido ya varios meses de ese pronunciamiento, no sólo no se han vislumbrado avances significativos sino que tampoco ha mejorado el servicio actual que se ofrece.

Por el contrario, las llamadas se cortan con mayor frecuencia, los mensajes no llegan y la transmisión de datos se torna más deficiente. Esto, producto de la saturación de las redes y de la irrupción de teléfonos más poderosos que sus antecesores.

Antes de lo afirmado por De Vido, en febrero del año pasado, se dejó sin efecto una licitación pública que otorgaba frecuencias a las empresas de telefonía móvil.

Y la misma presidenta Cristina Kirchner ordenó a Norberto Berner, secretario de Comunicaciones, que asigne esa porción del espectro a la estatal ArSat para avanzar con nuevos servicios de telefonía.

Hasta ahora, no se han observado avances significativos y ese 20% de las frecuencias que está bajo control directo del Gobierno sigue sin ser aprovechado."No se está haciendo nada y Argentina sigue perdiendo el tren en lo que hace al desarrollo de una tecnología que es clave y estratégica. Más allá del usuario común, en la actualidad todas las economías fluyen a través de las redes", aseguró a iProfesional Enrique Carrier, titular de la consultora Carrier & Asociados.

"Un ejemplo de cómo el hecho de contar con infraestructura influye en el crecimiento de un Estado, se encuentra en las naciones asiáticas. Los países de ese bloque picaron en punta en el desarrollo de nuevas experiencias laborales y oferta de productos a través de las redes. El mundo da saltos enormes año a año y Argentina se va quedando rezagada", agregó.

Operadoras en línea de espera

A contramano de la inactividad oficial, las operadoras vienen perfeccionando sus ensayos vinculados con la futura provisión de servicios 4G.Movistar, Personal y Claro sólo esperan la habilitación del Gobierno para comenzar a brindar esta tecnología, a la par del intento de capear los inconvenientes que sufre el 3G por la fuerte demanda de banda ancha móvil.

En simultáneo -y tal como anticipara iProfesional- incluso Nextel tiene en sus planes avanzar con la implementación de 4G si logra dar con un socio tecnológico.

"El holding evalúa alternativas, nombres, posibilidades. El esfuerzo está puesto en recuperar el terreno en el que no se avanzó por la negativa del Gobierno a ceder espectro para dar 3G", informaron a este medio desde la compañía.

Por supuesto, el silencio del kirchnerismo en torno a la implementación de este nuevo estándar también es leído por algunos analistas como una consecuencia directa de las propias limitaciones que tiene el Gobierno en el plano económico. 

Una de ellas es la necesidad de aminorar la salida de dólares. De acuerdo con estimaciones del sector, desplegar la tecnología LTE a nivel local le demandaría a las operadoras inversiones superiores a los u$s1.500 millones.

Y eso es algo que a la administración K le genera muy poca "simpatía", en un contexto de escasez de divisas. 

"Más allá de las pruebas y ensayos efectuados, las empresas tienen que aprovisionarse de equipamiento para poder ofrecer 4G. Este es un estándar que demanda la instalación de muchísimas antenas, porque su capacidad de alcance es menor a otras tecnologías. Todo esto implica una gran necesidad de dólares", indicó Carrier.

"Los más de u$s1.500 millones que se necesitan serían una inversión inicial. Igualmente, aunque el Gobierno habilite hoy mismo el espectro, hacer las redes y poner en marcha el servicio 4G demandaría por lo menos dos años de trabajo", aseguró.

Teléfonos nuevos que funcionan como "viejos"

Para Carrier, "aquí tendremos que seguir como hasta ahora: andando por rutas mientras los países vecinos y el mundo en general ya va por autopistas".

"Comunicaciones, mensajes de texto, Internet, todo va por la misma autovía, que nunca creció en tamaño", aseguró el experto.

"Encima- agregó- el 20% del espectro que había dejado libre Movicom y Unifón -tras la fusión- no se redistribuyó a las firmas que brindan servicios. El Gobierno se lo quiso quedar para crear una prestadora pública, que el día de mañana funcione vía Arsat".

Según el analista, esa porción seguirá sin uso por mucho tiempo ya que se tardan años en armar un compañía. Esto, más allá de las millonarias inversiones que se requieren.

Es, precisamente, este cuello de botella (más celulares, con más servicios circulando por una autopista con un carril menos) el que entorpece el buen rendimiento de las comunicaciones, tanto de línea como las que se hacen por Wi-Fi.

¿Por qué no se invierte? Además de los problemas y limitaciones legales para instalar más antenas, directivos del sector dan cuenta de otros problemas.

Off the record remarcan el desincentivo que genera el hecho de que las empresas -por cuestiones políticas y trabas del Gobierno- no puedan avanzar en brindar nuevas prestaciones, como el triple play o el servicio de tv por celulares que les justificaría el recupero de fuertes desembolsos.

A la par del espectro acotado, el número de aparatos que requieren de un mayor ancho de banda se incrementa a niveles récord.

Para dar una idea de este fenómeno, basta decir que, en lo que va del año, 8 de cada 10 equipos que se comercializan en el país cuentan con tecnología de internet móvil 3G, mientras que en el mismo período del año pasado la proporción era de 5 de cada 10.

Además, se estima que este año los smartphones serán más del 70% de los móviles vendidos.

"En zonas densamente pobladas es donde más se siente la congestión, porque hay muchos equipos haciendo uso del espectro y esto hace que el servicio se ponga lento", expuso Carrier para luego concluir: "El usuario tiene un teléfono de última generación pero que en realidad rinde como los equipos de hace tres años o más".

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