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El blue sorprende y retrocede a su precio de enero: ¿podrá seguir por debajo del "dólar tarjeta"?

El tipo de cambio que se utiliza para pagar con plásticos en el extranjero se mantiene estable en $10,81, por lo que es 4% más caro que el billete informal
14/04/2014 - 10:13hs
El blue sorprende y retrocede a su precio de enero: ¿podrá seguir por debajo del "dólar tarjeta"?

Desde comienzos de año a la fecha, el mercado cambiario pasó de una zozobra tal que amenazaba con dislocar el sistema de precios internos a una calma que abre enormes interrogantes sobre su futuro.

Por ejemplo, resultaba difícil suponer que se invertirían los roles y que iba a ser más barato el blue que el dólar turista (oficial más 35%).

Menos aun, cuando ocurrió la devaluación de enero, que llevó a la divisa oficial a valores cercanos a los $8 y que empujó al billete informal a los $13, marcando una brecha del 70 por ciento.

En ese momento, varios operadores de la city porteña pensaron que esa cotización iba a ser la nueva referencia para el billete marginal.

Lo cierto es que, desde ese entonces, el Gobierno logró calmar las expectativas y llevar algo de paz al mercado cambiario, producto de una serie de iniciativas tomadas por el Banco Central y el Ministerio de Economía.

Así las cosas, el precio del blue comenzó a bajar por ascensor hasta llegar a los niveles actuales de $10,41, en tanto que el oficial se mantuvo estacionado en los 8 pesos.

Mario Sotuyo, analista de Economía & Regiones, sostiene que las medidas que tomaron las autoridades "están bien encaminadas ya que, sin decirlo, han comenzado a corregir algunos desajustes".

En cuanto al derrumbe del blue, esto trae aparejado una serie de "datos curiosos" que valen la pena repasar:

•Hay que retroceder hasta el 6 de enero para encontrar un precio similar.

• Este valor viene a ser un 20% menor que el máximo de $13 alcanzado en ese mes.

•La brecha con el dólar oficial ya tocó el piso del 30%, de modo tal que es la menor desde junio de 2012.

•El precio del paralelo ahora es más bajo que el del dólar tarjeta, lo cual se contrapone con aquellos momentos en los que el blue lo superaba en casi un 70%.

•Es apenas un 8% más alto que el "dólar ahorro" (oficial más el 20%), cuando en el período de mayor amplitud esta diferencia llegó a ser del 40%. Rentabilidades medidas en "color blue" 

Para quienes analizan sus ganancias no en términos de pesos sino en "capacidad de compra de billetes blue", el escenario se presentó más que favorable, producto de la combinación de la suba de algunos activos y la baja de la divisa paralela (tomada como referencia).

Así, por ejemplo, aquellos que invierten en acciones y bonos han logrado ganancias en dólares que llegan al 90% en algo más de 100 días.

En tal sentido, los grandes favorecidos fueron quienes optaron por Edenor, que se hicieron de un rendimiento del 90% en términos de blue.

Los que apostaron, por ejemplo, al Grupo Galicia, celebraron un 70%, mientras que si siguieron al Macro o al Francés, consiguieron en promedio un 65%. Pero no son los únicos, ya que el Merval en su conjunto avanzó un 50%.

Por el lado de los títulos públicos, la cuestión es bastante parecida, pues el Discount en pesos subió un 82%, mientras que el PR13 y el Par en pesos subieron un 70%, en términos de billetes verdes.

El "efecto derrumbe" del blue también benefició a los ahorristas que invierten en plazos fijos en pesos ya que, en igual lapso y tomando en cuenta una tasa de interés anual del 26%, obtuvieron una rentabilidad impensada en dólares, del orden del 35 por ciento. Ayuda el dólar oficial quieto

"La estabilidad del dólar oficial contribuye a la quietud del blue", afirma Soledad Pérez Duhalde, economista de Abeceb.

No obstante, agrega que "no se espera que baje mucho más, lo vemos en un piso".

En referencia al plano cambiario, la analista destaca que "en estos meses el Gobierno mejoró las expectativas del mercado, lo que influyó en el mejor ánimo de los inversores".

"También la administración K viene dando muestras de que está intentando frenar el drenaje de reservas, a raíz de una serie de iniciativas tomadas y otras que marcan una señal clara para el mercado, como por ejemplo que podría no pagar el cupón PBI", dice Pérez Duhalde.

El dólar tarjeta, más caro que el blue

En el marco de este escenario de "calma cambiaria", el precio del paralelo ahora es menor que el dólar tarjeta.En concreto, con este último a $10,81 se alcanzó la mayor brecha histórica respecto de la cotización del blue, es decir de unos 40 centavos.  

Así las cosas, el tipo de cambio implícito que surge de la percepción del 35% que aplica la AFIP a las compras con plásticos y de servicios turísticos para el exterior se convirtió en el menos conveniente del mercado.

Esto implica, para aquellos argentinos que cruzan la frontera, un cambio en el menú a la hora de financiar los gastos respecto a lo que sucedía hasta febrero, momentos en que resultaba más ventajoso "tarjetear" que pagar con dólares adquiridos en una cueva. Los sojadólares, una variable clave

Gastón Rossi, director de LCG Labour Capital Growth, considera: "No veo muchas razones para que la brecha entre blue y oficial caiga por debajo del 25%, si bien esta distancia dependerá de las medidas que tome el Gobierno".

En cuanto a qué puede suceder a corto plazo, Sotuyo agrega: "En el mejor de los escenarios quedará planchado", aunque aclara que mucho dependerá de la política económica de los próximos meses.

Por su parte, el economista Rodrigo Álvarez, director de Analytica, resume: "Si el Gobierno normaliza la situación financiera logrará pinchar al blue. Su cotización puede ir a la baja y así la brecha podría achicarse aún más".

A la hora de pronosticar qué sucederá con la cotización del informal, Pérez Duhalde agrega que resultará clave que el billete oficial muestre cierta estabilidad. Y esto último dependerá en buena medida del ingreso de dólares de la soja.

Al día de hoy, la actualidad suma "una de cal y una de arena": a los excelentes precios internacionales que están exhibiendo los granos, se contrapone el problema climático de las últimas semanas, que amenaza con recortar la cosecha de soja en 1 millón de toneladas.

En este escenario, el consenso entre expertos es que este año el flujo de agrodólares podría alcanzar los u$s31.000 millones, un 3% por debajo de la cifra lograda en 2013.

El factor "estabilidad" es clave para que la administración K se garantice un flujo constante de divisas. En este sentido, Dante Sica, director de la consultora Abeceb, advierte que "las expectativas de que el peso vuelva a debilitarse en los próximos meses actuará en sentido contrario a lo que quiere el Gobierno, llevando nuevamente a los productores a retener parte de la cosecha, a la espera de una mejor cotización del dólar oficial".

Para agravar el panorama, los expertos remarcan que esta estabilidad quedará condicionada por la alta inflación, que ya se comió parte de la devaluación y le ha restado al Gobierno competitividad cambiaria, lo que impedirá sostener el dólar oficial en los $8 pasado el primer semestre. 

Según el economista Eduardo Levy Yeyati, "con una cotización estable del dólar en $8 -incluso con una inflación descendente-, el nuevo colchón cambiario se consumiría totalmente" en pocos meses.

De hecho, tras la abrupta suba de precios, la competitividad ganada a fines de enero ya se había reducido a la mitad hacia comienzos de marzo.

En una línea similar, el economista Tomás Bulat advierte que, "ante los niveles de inflación actuales, a mediados de año la devaluación ya quedará corta. Por lo tanto, no parece fácil entender cómo es posible fijar el tipo de cambio en un país que tiene un alza del costo de vida del 35%, en relación con otro que tiene una tasa de variación anual de apenas 2%". "Pronóstico blue": despejado a corto plazo

Algunos analistas señalan que en el corto plazo el blue podrá lograr cierta estabilidad, ayudado por la quietud del billete verde oficial y por la suba de tasas, que induce a muchos particulares a volcarse a los plazos fijos.

Sin embargo, la imposibilidad de sostener el tipo de cambio del BCRA en sus niveles actuales, "inducirá a mayores expectativas de incremento en el blue", añade Álvarez.

Por su parte, Gastón Rossi, de LCG, le agrega el condimento de la estacionalidad.

Sostiene que a finales de junio y principios de julio -tanto por las vacaciones de invierno como por el cobro del aguinaldo- "se dará un período de alta demanda, lo que será una prueba de fuego para el paralelo".

Sin embargo, pronostica: "No creo que la situación se desmadre, porque no están dadas las mismas condiciones de drenaje de reservas que el año pasado".

Facundo Martínez, jefe de MyS, la consultora de Carlos Melconian, apunta: "Al blue lo está ayudando las acciones tomadas por el Gobierno para llevar algo de calma a la plaza cambiaria, si bien éstas tiene como contrapartida el enfriamiento de la actividad económica".