Julián G. Rousselot, director de la carrera de Ingeniería en Informática de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), analizó en esta entrevista con iProfesional los posibles negocios que se pueden desarrollar en la Argentina a partir de los drones y por qué es necesaria su regulación legal.

-¿Cómo evalúa el uso de los drones en la Argentina, en comparación con otros países?-En la Argentina hay acceso a una gran variedad de drones comerciales al alcance de cualquier ciudadano pero existen además muchos proyectos avanzados tanto de organismos privados como públicos y universidades.

En la UADE, un grupo multidisciplinario de profesionales pertenecientes al Instituto de Tecnología (INTEC) está desarrollando un drone para el agro y otros usos civiles. 

-¿Cuáles son los sectores donde tendrá más desarrollo?-Agricultura para el estudio específico de suelos y estado de la siembre, provisión de comunicaciones en la explotación de áreas petroleras en zonas generalmente carentes de toda infraestructura, mediante drones suspendidos en el espacio aéreo, estudios climatológicos, para dar información sobre áreas con catástrofes (incendios forestales, inundaciones, terremotos, etc.) entre los más destacados para usos civiles sin dejar de destacar el uso para la lucha contra el narcotráfico y militar.

-¿Cuáles son los principales obstáculos para el uso de drones en la Argentina?-Tecnológicamente no hay dificultades, existe el conocimiento y la tecnología necesaria para el desarrollo tanto privado como estatal.

La demanda sobre este tipo de dispositivos no tripulados está en crecimiento, esto logrará que sean utilizados en cada vez más actividades civiles.

-¿Existe alguna legislación o proyecto de legislación referido a la actividad de los drones?-Con un uso cada vez más generalizado, hace tiempo que dejaron de ser un producto meramente militar para pasar a tener infinidad de usos civiles.

La industria que los fábrica está en expansión y por eso desde algunos sectores se ha comenzado a solicitar una legislación para regular los vuelos, no solo dentro de las propias fronteras sino que también a nivel internacional.

Michael Toscano, presidente de la Asociación Internacional de Sistemas de Vehículos no Tripulados (AUVSI), asegura que esta industria crece a la velocidad de sus vuelos y que la falta de un marco legal hará que su futura regulación sea más difícil.

Los problemas como la posible violación del "derecho a la privacidad" y el "efecto amedrentador que puede tener sobre la sociedad, dado su uso en circunstancias de todo tipo como manifestaciones públicas", hacen necesario un marco regulador y  han derivado a que se lleven adelante varios proyectos sobre su legislación a nivel nacional.

Muchos países ya poseen una legislación sobre el tema: Estados Unidos sólo limita el peso, la altitud y el uso comercial de los drones; y mientras el resto de los países agilizan los trámites para regular su circulación y garantizar la seguridad del espacio aéreo doméstico, en Chile, para volar uno en áreas abiertas es necesaria la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), ya que se rigen bajo la normativa aeronáutica.