Las automotrices continúan teniendo serios problemas para importar vehículos y autopartes por el retraso de parte del Estado en el pago de más de u$s2.000 millones por operaciones realizadas.

Las empresas que importan bienes o insumos reciban del Banco Central los dólares necesarios para cancelar sus compromisos con el exterior. Pero este mecanismo, que nunca fue fluído, en los últimos 60 días se complicó aún más, tras el cambio del mecanismo de prefinanciación de importaciones.

Según reportó el diario Ámbito Financiero, el giro de divisas por parte del Central está demorado, por lo que las automotrices están teniendo inconvenientes con sus proveedores ya que también tienen retrasos en los pagos. 

De seguir este panorama, la producción se vería afectada si los proveedores deciden dejar de enviar los insumos. Distinto es el caso de los vehículos terminados que se importan de las casas matrices o de filiales de la misma compañía, por lo que se puede negociar de manera interna, remarcó el matutino.

Todo esto se produce en un momento de caída de la producción por la baja de las ventas internas y de las exportaciones a Brasil. La preocupación es que, si el mercado se recuperara de manera abrupta, habría problemas de abastecimiento.

En tanto, las concesionarias están más preocupadas por la suba de los precios que dispusieron las terminales, más el aumento de las tasas de interés a partir de la devaluación. 

En ese marco, la baja en las ventas puede ser drástica: de las 960.000 unidades vendidas en 2013, este año se estima que se llegaría a poco más de 600.000 vehículos, relevó Ámbito Financiero.

El miércoles hubo una reunión de la mesa directiva ampliada de ACARA, la asociación que agrupa a los vendedores de autos, que está trabajando en propuestas para presentarle al Gobierno para recuperar parte del mercado perdido.