Ignacio Mas, investigador del Conicet y del Centro de Sistemas y Control del Instituto Tecnológico Buenos Airees (ITBA), analiza en esta entrevista con iProfesional la evolución del negocio de los drones.

-¿Cómo evalúa que se encuentra el uso de los drones en la Argentina, en comparación con otros países?-En muchos países el uso de drones para aplicaciones militares tuvo un fuerte desarrollo en la última década. Recientemente, estos vehículos se están haciendo mas accesibles y están comenzando a verse en otras aplicaciones.

La Argentina esta recién ahora comenzando a ver actividad en estas áreas, pero por ahora es sumamente experimental.

-¿Cuáles son los sectores donde tendrá más desarrollo?-La Argentina, por su geografía y su perfil agroindustrial, es un país ideal para la automatización de tareas utilizando drones.

Ejemplos de tales actividades incluyen el aumento del rendimiento de cultivos aplicando técnicas de agricultura de precisión o monitoreo aéreo de la salud de los cultivos.

Pero las aplicaciones pueden tener también un alto impacto en tareas como la supervisión, inspección y mantenimiento de obras civiles de gran tamaño, como poliductos; aplicaciones relacionadas con el cuidado del medio ambiente, como el monitoreo ambiental, meteorología, detección de actividad volcánica o incendios forestales; y aplicaciones relacionadas con la seguridad, como por ejemplo el monitoreo de fronteras y actividades de búsqueda y rescate.

-¿Cuáles son los principales obstáculos para el uso de drones en la Argentina?-Es importante promover el desarrollo de esta tecnología, tanto desde la investigación básica, como desde la creación e incentivación de startups para no quedar técnicamente atrasados con relación al resto del mundo. Que exista un marco legal que regule la actividad también es muy importante.

-¿Existe alguna legislación o proyecto de legislación referido a la actividad de los drones?-Son muy pocos los países del mundo que tienen o están trabajando en regular la actividad de drones en su espacio aéreo.

Por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos está trabajando hace varios años para tener legislación lista para el 2015. No es una tarea sencilla. En la Argentina todavía no se ha abierto la discusión.