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La "máquina" de generar dólares se frena y hay alerta en el Gobierno: el saldo comercial ya es el menor en 14 años

Durante el primer trimestre, el resultado entre exportaciones e importaciones fue de apenas u$s120 millones, un 92% menos que en el mismo lapso de 2013
26/04/2014 - 06:00hs
La "máquina" de generar dólares se frena y hay alerta en el Gobierno: el saldo comercial ya es el menor en 14 años

El primer trimestre cerró de la peor manera para el Gobierno. En momentos en que depende de una fuerte lluvia de "agrodólares" para poder recomponer las reservas del Banco Central, el comercio exterior no le está trayendo buenas noticias. 

Por el contrario, en el lapso enero-marzo, el superávit comercial -es decir, la diferencia entre exportaciones e importaciones-, generó unos magros u$s120 millones, lo que implicó un derrumbe del 92% frente al mismo período de 2013.

Para encontrar una marca más baja, hay que retrotraerse al primer trimeste del año 2000, cuando los volúmenes de comercio eran mucho menores y la economía arrastraba grandes problemas de competitividad.

Según el INDEC, el superávit de marzo fue de apenas u$s41 millones, una cifra que luce escasa frente a los más de u$s800 millones logrados en 2013. Esto fue resultado de importaciones que se contrajeron un 4% y de exportaciones que cuadruplicaron esa tasa de caída, al registrar un derrumbe del 16%.

A la hora de analizar la performance exportadora durante el primer trimestre del año, no es un dato menor el hecho de que el rubro que evidenció la baja más significativa fue el de productos primarios, con un desplome de casi 40%. 

Pese a que en las últimas semanas comenzó a llegar algo de la "lluvia" de agrodólares que tanto ansía el Gobierno, lo cierto es que los productores argentinos se vienen mostrando conservadores a la hora de desprenderse de su cosecha. De hecho, hasta fines de marzo habían vendido un 40% menos respecto a igual lapso del año pasado, lo que lógicamente impactó en los datos de exportación.

El segundo gran rubro que experimentó mayores caídas fue el de manufacturas de origen industrial, con una baja del 7%, explicada básicamente por la mala situación que atraviesa el sector automotor: en marzo, las exportaciones de este complejo descendieron un 13%, lo que representó casi u$s120 millones menos en concepto de ventas al mundo que el mismo mes del año pasado.

La "máquina", en pausa

Considerando los magros u$s120 millones logrados entre enero y marzo y contrastándolos con los u$s1.500 millones alcanzados en el mismo período del año pasado, se puede afirmar que el intercambio con el mundo le está proveyendo al Gobierno menos del 10% de los dólares que éste le había asegurado en 2013.

Al analizar la "pulverización" del superávit comercial a niveles mínimos, los analistas advierten que gran parte de los "motores" que antes lo alimentaban, actualmente están en franco declive.

Para Dante Sica, director de la consultora Abeceb, una de las causas por las cuales el Gobierno no puede garantizarse un elevado saldo de la balanza, como sí sucedió hasta 2012, está vinculado con "la creciente dependencia que tiene el complejo exportador de las commodities agrícolas, en especial la soja", en paralelo al "desaporte" que vienen generando otros dos grandes rubros: el industrial y el energético.

De hecho, actualmente un 60% de las exportaciones provienen del sector agroalimentario, y nada menos que 30% dependen del complejo sojero.

Energía: el déficit no se achica

Entre los problemas con los que cada año se topa el Gobierno para cuidar el saldo comercial, los expertos señalan la errada política energética, que condujo a una reversión del superávit sectorial, que registró en 2013 un rojo histórico de más de u$s6.000 millones.

Así las cosas, según cálculos de Constanza Pérez Aquino, economista de Fundación Mediterránea, "las importaciones energéticas actualmente se llevan la mitad de las liquidaciones de dólares de la agroindustria".

La experta agregó que, pese a la recuperación de los precios de las materias primas agrícolas en este último lapso, dicha mejora no alcanzó para equilibrar las cuentas: en el arranque de 2014, una tonelada de soja permitía adquirir 5 barriles de petróleo, casi 2,5% menos que el promedio de los últimos diez años.

Un punto central de la estrategia oficial en su plan por corregir algunos de los desfasajes que azotan a la economía, es la de suprimir paulatinamente los subsidios a los servicios públicos.

Las mayores erogaciones que deberán realizar las familias impactarán en la demanda. Teóricamente, esto se debería traducir en una menor necesidad de importaciones de energía.

El problema es que, según el analista Ramiro Castiñeira, de Econométrica, pese a los esfuerzos de YPF, la producción energética de la Argentina seguirá en baja, por lo cual este año se deberán destinar más de u$s12.000 millones para cubrir importaciones, un 7% más que en 2013. Es decir que el déficit, no sólo podría no caer, sino que incluso subiría. 

Devaluación: poco impacto Tras el salto del dólar que tuvo lugar en enero, según cálculos de Fundación Mediterránea, el tipo de cambio para las compañías nacionales en términos reales -es decir, considerando la inflación argentina y la de Estados Unidos- pasó a ser similar al de noviembre de 2010. 

"Es decir que se corrigió algo más de tres años de atraso", destacaron desde la consultora.

Sin embargo, el cálculo de los economistas es que, por la fuerte presión inflacionaria, en marzo ya se había perdido la mitad de esa mejora, la cual se irá extinguiendo completamente hacia el inicio del segundo semestre, de no mediar nuevas correcciones cambiarias.

Más allá de este "respiro", un dato clave es el escaso impacto exportador que está teniendo la corrección cambiaria en algunos sectores clave para la economía argentina, como el cárnico, frutíhortícola o vitivinícola.

Según un relevamiento de Fundación Mediterránea, de 21 sectores estratégicos, apenas 4 mostraron una mejora en la competitividad tras el salto del billete verde.

Un caso paradigmático es el de la carne: en los últimos tres años, el aporte de este rubro a la balanza comercial fue de un promedio de u$s1.000 millones.

Sin embargo, desde Fundación Mediterránea advirtieron que si el Gobierno no hubiese avanzado con medidas de sesgo antiexportador, en los últimos cuatro años esta actividad podría haber generado envíos al mundo por un valor promedio de u$s2.500 millones en cada período.

Así las cosas, consideraron que desde 2010 a esta parte, el sector cárnico habría aportado cerca de u$s6.000 millones extra a la balanza comercial.

Industria: rojo histórico

Paralelamente, las exportaciones de materias primas sirvieron "para compensar el creciente déficit de la industria, asociado a la demanda local de insumos, piezas y máquinas", destacaron desde Abeceb, tal como sucedió con el sector automotriz, que el año pasado generó un rojo histórico de u$s9.000 millones.

Sin embargo, dicho rubro fue sólo la "punta del iceberg" del enorme rojo del Made in Argentina en general, que en 2013 -contabilizando todos los sectores- alcanzó la friolera de u$s35.000 milllones, unos u$s3.200 millones más que en el período anterior.

Esta sangría que se produce cada año y que supera con creces incluso las propias reservas que hoy están en poder del Central, deja en evidencia las enormes limitaciones del plan oficial de sustitución de importaciones.

Por lo pronto, analistas esperan que este año dicho rojo no se acentúe. Pero más que por méritos de las empresas locales, las causas serán el menor ritmo de actividad esperado, lo que impactará negativamente en las ventas de autos o de electrónica, dos de los principales generadores del déficit.

Sin embargo, el director de Abeceb, Dante Sica, advirtió que "la acumulación de obligaciones hacia mediados de año junto con las dificultades de las exportaciones para ganar mercado implicará que difícilmente los dólares de la soja sean suficientes para salvar el año".

"Luego de agosto las restricciones de divisas seguirán presentes, por lo que no es razonable esperar un escenario de menor presión restrictiva. La soja puede aliviar pero no resolver, y menos aún en un contexto de creciente deterioro de la balanza energética, pérdida de los dólares del biodiesel y menor peso de los cereales", recalcó. 

Con menos dólares en la plaza, los expertos consideran improbable que el Gobierno pueda avanzar con éxito en el plan de recuperación de reservas: desde Econométrica, por ejemplo, estiman que las arcas del BCRA cerrarán en u$s26.000 millones, en tanto que desde el Estudio Bein proyectan unos u$s28.000 millones hacia diciembre. Es decir, por debajo de los más de u$s30.000 millones que exhibía la entidad que conduce Juan Carlos Fábrega.