El impuesto interno que se aplicó a los autos de alta gama, sumado a la devaluación, se están haciendo sentir en los concesionarios y las ventas están prácticamente frenadas.

La desesperación es tal que muchas marcas comenzaron a repensar el negocio, ya que saben que no podrán mantener la estructura de empleados, alquileres y gastos ni siquiera en el corto plazo.

De acuerdo a los datos provisorios de patentamientos de abril, la totalidad de las automotrices de alta gama que se encuentran en el país habrían vendido menos de 100 autos.

Para el mercado total la caída que se anunciará oficialmente también sería importante, ya que se anticipó una baja de entre 37 y 40 por ciento.

Entre las marcas que conforman ese mercado se encuentran Mercedes Benz, Audi y BMW que son las tres líderes, a las que se suman Porsche, Ferrari, Land Rover, Chrysler, Alfa Romeo y Mini, entre otras.

Si bien las compañías recurrieron a todo tipo de estrategias para remontar las ventas, son pocos los clientes que se acercan a los concesionarios con la decisión de compra, y ni siquiera lo hacen muchos para averiguar.

Para apuntalar el mercado, las marcas lanzaron diferentes propuestas. Mercedes Benz recurrió a las financiaciones en pesos y cuotas fijas. Ofrece el pago en 3 cuotas en pesos del 50% de la unidad, con una TNA de 9,6% y un CFT de 15 por ciento.

Otras marcas regalan otro auto con la compra de un importado, como es el caso de Chrysler que ofrece una Volkswagen Amarok. Y Porsche realizó rebajas de hasta 80.000 dólares.

Lo cierto es que, aún con esas propuestas de por medio, son pocos los clientes decididos a desembolsar más de un millón de pesos por un vehículo, cifra que impacta también en el mantenimiento, tanto del seguro como de la patente y el service.

Por otro lado, desde algunas marcas confiaron que todavía muchos clientes están esperando que se elimine el impuesto, y de esta manera bajen los precios, cosa que por el momento no sucederá.