iProfesional

Las empresas los prefieren expatriados: haber vivido afuera puede tener más valor en el mercado laboral que un MBA

Quienes se forman fuera de su país, ¿se vuelven más inteligentes? Afirman que son más proclives a ser promovidos y a emprender proyectos propios
05/06/2014 - 07:24hs
Las empresas los prefieren expatriados: haber vivido afuera puede tener más valor en el mercado laboral que un MBA

En el país que "creció mirando a Europa y de espaldas al río" no sería nada extraño que un título de posgrado conseguido en una prestigiosa universidad del exterior tuviera más valor en el mercado laboral que uno logrado, con igual o mayor esfuerzo, en las aulas argentinas.

Sin embargo, las personas que atraviesan la experiencia de vivir al menos un año en otro país, aunque vuelvan a casa sin haber estudiado o simplemente sin el diploma, también parecerían estar mejor posicionadas para conseguir un trabajo.

Un reciente informe de la prestigiosa escuela de negocios INSEAD plantea que quienes se capacitan fuera de sus países de origen se vuelven, de alguna forma, más inteligentes. El estudio dirigido por el profesor William Maddux analizó desde una perspectiva psicológica cómo los individuos encaran la inmersión en ambientes multiculturales durante los 10 meses en los que transcurría la cursada de su MBA (Maestría en Administración de Negocios).

Así demostraron que los que adoptaban una actitud adaptativa y abierta hacia culturas que les resultan extrañas se vuelven más capaces de hacer conexiones entre ideas que suenan desasociadas. "Generalmente, las personas que tienen una experiencia internacional o se identifican con más de una nacionalidad son mejores a la hora de resolver problemas o despliegan mayor creatividad, según sugiere nuestra investigación. Más aún, encontramos que son más proclives a crear nuevos negocios y productos, y a ser promovidos", escribió Maddux en su reporte.

"Al haber visto y experimentado otras formas de vivir, pensar y comunicar, la persona vuelve con una mente más abierta, más emprendedora, preparada para proponer nuevas ideas y soluciones, pensar diferente", coincidió Enrique Helmbrecht, director de COINED, entidad especializada en organizar intercambios de estudio, trabajo o voluntariado para profesionales y estudiantes en Argentina. "Además, es capaz de utilizar su experiencia para el mayor entendimiento intercultural, importantísimo para empresas multinacionales, tanto como para los nuevos emprendimientos", añadió.

Esta amplitud mental es altamente apreciada por las compañías. De acuerdo a Ana Renedo, directora asociada de la consultora Oxford Partners "las empresas no solicitan expresamente candidatos con experiencia internacional salvo que sea política de la compañía, pero ciertamente es algo valorado".

Por otra parte, advirtió que "un título de MBA, local o internacional, no es algo que se suela priorizar en la Argentina por encima de la trayectoria profesional en la mayoría de las compañías".

"En perfiles más junior si se privilegia la educación, tiene más peso, pero para los senior, lo primero que se mira el perfil de profesional, el trabajo y los resultados conseguidos", aclaró la directiva de Oxford Partners.

No obstante, amplió Marcela Romero, gerente comercial de Selección Permanente de Manpower, "la balanza se va a inclinar por las competencias generales del candidato y el conjunto de sus cualidades. Ningún reclutador en la Argentina se va a sesgar por eso; haber hecho un MBA o tener un año en el exterior es una cuestión más que hace a la decisión final, no son decisores por sí mismos".

Lecciones más valiosas

Quienes emprenden un viaje de estudios generalmente lo hacen pensando en la aventura que esta cruzada significa, incluso antes que en los títulos o el nivel académico que encontrarán en sus respectivos destinos. Sin embargo, los que deciden en algún momento concretar el regreso, traen consigo varias lecciones que les resultan más importantes que cualquier diploma, y que no se aprenden durante ningún posgrado.

De acuerdo a Renedo, "lo que brinda el hecho de haber pasado un tiempo en otro país es la capacidad de adaptarse, la flexibilidad para sumarse a una cultura, manejarse en ella y obtener resultados". Es decir, los empleadores "leen" en ese dato que el sujeto "ha trabajando exitosamente con gente que hace las cosas de manera diferente".

"Los cambios que se realizan en las personas a través de estas experiencias internacionales son muy sutiles y en su mayoría, inconscientes", opinó Helmbrecht, ya que "enfrentándose con situaciones diarias donde necesitan salir de su zona de confort -relacionándose con otros en un idioma extranjero, solicitando ayuda para encontrar una dirección o medio de transporte, averiguando cómo realizar algún trámite- adquieren una mayor facilidad de adaptación a lo nuevo, disminuyen su temor a lo desconocido. Simplemente, se hacen más tolerantes en todo el sentido de la palabra".

Estos individuos "desarrollan sus habilidades de resolución, ganan independencia y confianza en sí mismos, y estos aspectos son muy importantes tanto en la vida personal, como en la profesional", completó el director de COINED.

A nivel laboral "también se valora el know how que puedan traer estas personas a la compañía, en particular para los puestos técnicos", añadió la directora asociada de Oxford Partners.

Ese conocimiento también resulta útil para conformar negocios propios: "Las personas que viajan adquieren lo que llamamos 'visión', aunque claro que siempre desde la base de que son personas con inquietudes", dijo Silvia Garea, presidente en Asociación Internacional de Estudios (AIE), organismo que desarrolla viajes de formación además de ofrecer en la Argentina los programas de London School of Economic and Political Science (LSE).

"Y en el caso de querer fundar su emprendimiento, aprenden que no todo se puede improvisar, que los sistemas funcionan cuando hay un proceso. En los países de primer mundo eso es más visible", agregó.

Estas son habilidades que pueden aplicarse también en las multinacionales, que al estar cada vez más globalizadas, "frecuentemente tienen equipos con integrantes asentados en distintas partes del mundo. Quienes han pasado tiempo fuera de su país tienen mayor facilidad para insertarse entre tanta diversidad", remarcó Romero.

Por su parte, Renedo enfatizó que el hecho de haber pasado exitosamente por una expatriación puede resultar útil a una persona inmersa en las famosas organizaciones matriciales. Estas son entidades en las que los directivos no manejan equipos propios sino que deben lograr para que esas personas, que no le reportan, hagan aquello que él o la compañía determinan. En estas situaciones, el individuo toma decisiones, gestiona personal y recursos que le son ajenos, que tienen sus propias costumbres y valores, casi como sucede en una inmersión internacional.

Otro valor que mencionó la socia directiva de Oxford Partners es para el caso de los ejecutivos "expatriados" por su misma compañía: "Muchas veces una estadía trabajando en la casa matriz ayuda a facilitar vínculos, aprobaciones, la adopción de la cultura y procedimientos corporativos, etc."

Capitalizar

Si bien a las compañías puede interesarles el valor que le aporta a un empleado el haber transcurrido un período inmerso en un territorio ajeno, no siempre éstos saben sacar el mejor provecho de este plus a la hora de capitalizarlo en el mercado laboral.

Una persona que acude a una entrevista de trabajo y habla sin pausa del título internacional que ha obtenido o de cómo las cosas se hacen mejor en otro país, no necesariamente dejará una buena impresión en su interlocutor.

Es importante, resaltó Romero, "mantener los pies en la tierra" porque "a veces al volver de un viaje las personas se defasan de la realidad local. Y quizás la experiencia internacional per se en otro país rinde más, pero en la Argentina es tomado como un dato extra, como algo interesante y valioso del perfil de una persona, pero no va a ser decisivo", aseguró.

"Hay muchos candidatos que se presentan con tanta seguridad de que simplemente por tener un máster de una universidad prestigiosa es suficiente, cuando en realidad compiten con gente que, sin esa experiencia, quizás ha manejado negocios por sí mismo y tiene resultados para mostrar", continuó la directiva de Manpower.

Por el contrario, para capitalizar ese diferencial al volver a casa, Renedo recomienda que "resalten lo que aprendieron de esa experiencia, relatando por qué los hizo mejores y qué le puede aportar eso a la compañía".

La estadía internacional y sus beneficios es un plus, pero es una parte del todo. Y los reclutadores no dejan de ver el bosque por el árbol. Por el contrario, de acuerdo a la directiva de Manpower, "el mercado cada vez está reclamando personas íntegras, con experiencia, capaces de entender la diversidad y que además saben un montón y tienen un título. La especialización o el estudio es importante, pero en un mundo tan cambiante en el que los contenidos tienen que ser actualizados permanentemente, lo que va a trascender es lo que uno es como persona".