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Peligroso "efecto dominó": ventas de 0km caen 40%, con plantas paralizadas y miles de empleados suspendidos

En mayo continuó el derrumbe de patentamientos y la industria ya acumula cinco meses de retracción. Marca por marca, el ranking de caídas
03/06/2014 - 06:56hs
Peligroso "efecto dominó": ventas de 0km caen 40%, con plantas paralizadas y miles de empleados suspendidos

Sin llegar a crear un "Ministerio Supremo de la Felicidad", como sí lo hizo el presidente Nicolás Maduro en Venezuela hace pocos meses, el Gobierno se ha empeñado en encadenar una serie de noticias positivas para contrarrestar todos aquellos indicadores que vienen dando muestras de una preocupante desaceleración del ritmo de actividad y los consecuentes coletazos en el empleo.

En los últimos días, el discurso "buena onda" de la administración K se encargó de destacar, por ejemplo, las grandes ventajas de haber logrado un acuerdo con el Club de París, con un Axel Kicillof exultante, afirmando que lo llenaba de "orgullo que el país tenga la capacidad de plantarse ante el mundo para cumplir sus compromisos".

También, fue festejado el hallazgo de un megayacimiento de gas no convencional de YPF, que podría incrementar en un 10% el nivel de reservas, justo en momentos en que se proyectan importaciones récord de energía por cerca de u$s17.000 millones. 

Paralelamente, en la última semana, la ministra Débora Giorgi anunció tres proyectos de inversión diferentes en el campo de los hidrocarburos, la tecnología y la industria alimenticia, por un monto global superior a los u$s100 millones, como respuesta a las luces de alerta que encienden economistas sobre la falta de "plata fresca" del exterior.

Sin embargo, una rama de actividad se está empeñando en dinamitar esta estrategia comunicacional que viene implementando el Gobierno. Se trata de la industria automotriz que, a través de la Asociación de Concesionarios (ACARA), confirmó que las ventas de 0Km se derrumbaron casi 40% en mayo respecto al mismo período del año pasado.

Así las cosas, durante los cinco primeros meses, los patentamientos acumularon una contracción del 22%, lo que equivale a casi 100.000 autos menos.

Este desplome, que deja en evidencia el momento crítico que está experimentando una rama de actividad que hasta 2013 resumía el éxito del modelo K, cobra aun más relevancia si se considera que:

•Con esta baja, el sector acumula cinco meses consecutivos de caídas en ventas.

• se confirma el escasísimo margen de acción que le queda al Gobierno para implementar un "plan de salvataje" lo suficientemente consistente para revertir estas dramáticas caídas.

•Pone en situación de alerta a los concesionarios, sector desde el que ya advirtieron que están a un paso de profundizar la destrucción de puestos de trabajo.

Además, quedó desbaratada la "teoría conspirativa" oficial que señala a Brasil como el único responsable de la crisis sectorial, país con el que además el Ejecutivo fracasó en su primer intento por negociar un acuerdo de comercio bilateral más beneficioso. En efecto:

•En los primeros meses del año, las exportaciones a ese destino cayeron un 18%. En volúmenes, se dejaron de enviar 25.000 unidades.

•En tanto que las ventas a concesionarios de la Argentina de autos nacionales, se desplomaron un 26%, lo que equivalió a casi 30.000 autos menos.

•Sin embargo, si se consideran también los modelos importados, el descenso general del negocio doméstico alcanza a casi el 30%.

• En términos de volumen, la cifra trepa a casi 90.000 0Km menos, casi 4 veces más que lo que se dejó de vender a Brasil.

"El Gobierno arrancó el año con la prioridad de cuidar los dólares. Para ello, tomó diversas medidas que afectaron a este y otros sectores, como la suba del impuesto a los bienes de lujo o la brusca devaluación de enero", destacó Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb.

Esto permitió achicar el enorme "agujero negro" por el que cada año la industria automotriz aspira miles de millones de divisas. De hecho, todas estas medidas de desaliento llevaron a que, en el arranque de 2014, el rojo sectorial descendiera hasta los u$s1.000 millones, el menor registro desde 2010 y que le permitiera al titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, un "ahorro" nada desestimable de u$s2.000 millones.

Sin embargo, el precio a pagar está siendo demasiado oneroso, dado que la crisis está cobrándose como víctima a uno de los mayores símbolos de la era K: el empleo, de la mano de cerca de 15.000 trabajadores suspendidos por las terminales.

Al respecto, Dalmasso advirtió que en el Gobierno hoy reina el desconcierto y la preocupación: "La realidad es que ningún funcionario esperaba que la actividad se desplomara tanto y que se pongan en riesgo tantos puestos de trabajo a lo largo de la cadena". 

Paradoja: la industria nacional, la más perjudicadaUno de los datos que más sorprende es que, al contrario de lo que pretendía el Ejecutivo, quienes lideran los derrumbes a nivel global son los vehículos "Made in Argentina". 

Pese a la devaluación de enero -que encareció en pesos las compras del exterior-, de la entrada en vigencia del impuesto a los bienes de lujo y de la exigencia oficial de que las empresas sin producción local redujeran en casi 30% el ingreso de 0Km terminados, lo cierto es que son los autos nacionales los más castigados por la crisis.

En definitiva, el discurso oficial que pregonaba que los dólares que entraban a la economía debían destinarse a fomentar la producción, a la luz de las estadísticas, no está ocurriendo:

• En lo que va del año, se patentaron 134.000 0Km fabricados localmente, lo que implicó un derrumbe del 24% en relación al mismo período del año pasado.

• Como contrapartida, se vendieron casi 194.500 unidades importadas, marcando una baja menor, del 21%.

• Así las cosas, los autos que llegan del exterior ganaron un punto de market share respecto a los primeros cinco meses del 2013 (ver infografía).

Esto obedece a que algunos modelos nacionales, que hasta el año pasado estaban entre los líderes en cuanto a ventas, hoy figuran entre los más golpeados por el derrumbe de la demanda.

De hecho, el ranking de desplomes de patentamientos es liderado por el Peugeot 207, que la compañía fabrica en la planta de El Palomar: en los primeros cinco meses de 2013, este modelo era el segundo más vendido del país, con más de 17.000 unidades patentadas.

Sin embargo, con un desplome del 70% en lo que va del año y apenas 5.200 autos comercializados, hoy "naufraga" en el puesto número 17.

El Chevrolet Agile, producido por General Motors en Córdoba, es otro testimonio del año negro de la industria nacional: hasta el año pasado se ubicaba en el peldaño número 13 de los más vendidos. Actualmente, tras una fuerte caída del 61%, está a un paso de salir del top 30.

Con una tasa de caída menor, pero con una importante pérdida de volumen, el Chevrolet Classic también pasa un momento crítico: los patentamientos se derrumbaron un 41% y del cómodo tercer puesto como el vehículo más comercializado del país, cayó al 6to lugar.

Como contrapartida, en los últimos meses algunas marcas lanzaron propuestas muy competitivas en el segmento de autos chicos, el más dinámico del negocio, principalmente importados desde Brasil, como Toyota con su Etios, que ya se posicionó como el noveno más vendido de la Argentina en tiempo récord. 

A continuación, un cuadro que resume las principales caídas de modelos de marcas generalistas:

El segmento de alta gama, duramente castigadoMás allá del mercado de autos generalistas, está claro que el combo "devaluación-impuestazo", si a un segmento de la industria puso en jaque, fue al de las marcas premium.

"Las políticas implementadas por el Gobierno casi llegaron a liquidar el negocio de la alta gama", confirmó Dalmasso.

En efecto: marcas que en 2013 lograron ventas históricas, hoy asisten a derrumbes dramáticos.

BMW, por ejemplo, viene acumulando un desplome del 85% respecto a los cinco primeros meses del año pasado: de vender más de 2.000 unidades, sus operaciones se pulverizaron a poco más de 300 en la actualidad

En este "ranking negro", la marca alemana es secundada por Audi, con una caída de casi 80%. Puesto en volúmenes, las cifras causan asombro: hasta mayo de 2013 la firmafestejaba más de 3.700 unidades patentadas. Hoy ni siquiera llega a las 800.

El listado se completa con compañías de la talla de Porsche, Dodge, Subaru, Mini, Jeep, Alfa Romeo, Volvo, Hyundai y Land Rover, con bajas de más del 60%, entre otras. 

Sin embargo, la realidad es que la crisis no reconoce "estatus": las más de 30 automotrices que conforman el mercado argentino están asistiendo al peor año en mucho tiempo. Todas salvo una: Toyota que, gracias a un lanzamiento exitoso y a una política de precios más conservadora, logra un crecimiento acumulado del 18% (ver cuadro).

Un plan que se demora

En momentos en que la industria asiste a su peor crisis en más de una década, llama la atención la falta de reacción que se observa desde las esferas oficiales. De hecho, a la última reunión con las terminales, ni siquiera asistió Axel Kicillof, quien había exigido informes de costos y precios a las distintas compañías. 

Empresarios del rubro de los concesionarios ven con impotencia lo que consideran una pulseada totalmente estéril entre las automotrices y el Gobierno: las primeras reclaman una modificación del impuesto a los vehículos de alta gama, para así poder recuperar ventas en el segmento de más alta rentabilidad.

La administración K, en tanto, sigue supeditando cualquier negociación a un gesto de "buena voluntad" por parte de las firmas del sector. En este sentido, pretende que avancen primero con una reducción sustancial de precios, dado que hubo unidades que se dispararon más del 35% en los últimos cinco meses.

Abel Bomrad, presidente de ACARA, remarcó la preocupante falta de accionar desde las altas esferas al exigir "la aplicación de alguna medida reactivadora, como reacción a esta nueva realidad a la que los concesionarios hemos tenido que adaptarnos rápidamente".

En diálogo con iProfesional, Alberto Príncipe, titular de la Cámara de Comercio Automotor (CCA), advirtió que "no sólo el Gobierno tiene que buscar la solución. También las terminales tienen que tomar partido en el asunto para tratar de resolver la pérdida de puestos de trabajo al que está asistiendo la actividad".

Si bien en las últimas semanas algunas marcas avanzaron con planes de crédito a tasas bajas para determinados modelos, para el directivo "esta medida, si bien es buena, no es suficiente. Hay que hacer más esfuerzos para enfrentar la crisis".

Por el lado del sector autopartista, considerado uno de los eslabones más débiles de la cadena, la situación está ingresando en fase crítica.

Incluso, el conflicto en Gestamp -empresa que despidió a más de 60 empleados y que derivó en una mayor caída del ritmo de actividad en varias automotrices-, tomó tintes políticos, al convertirse en una mecha que encendió una fuerte disputa entre el Gobierno nacional y el de la Provincia de Buenos Aires.

La ministra Giorgi criticó a la administración de Daniel Scioli por haber buscado "una solución facilista y oportunista".

"Si vas a dictar la conciliación obligatoria dictámela hace 55 días y no tras 55 días donde tuve que esperar a tener prácticamente cinco terminales paradas poniendo en una situación no merecidas a 80 mil familias", fueron las duras palabras de Giorgi hacia el ministro de Trabajo bonaerense. 

En este sentido, un alto directivo del sector autopartista advirtió a iProfesional que este caso amenaza con repetirse en otras empresas: "Estamos viendo despidos. Incluso, en el polo de Tierra del Fuego, donde fabrican equipos de audio y dispositivos eléctricos para autos, no se renovaron cientos de contratos. Por ahora no es una situación generalizada, pero si no se toman medidas urgentes, se va a agravar el problema".

El empresario calificó como "sorprendente" el hecho de que "se esté asistiendo a un derrumbe de la industria y no se haga nada" ni en la esfera oficial ni a nivel de las terminales". 

"Buscar un par de modelos y ponerlos más baratos, tal como propone el Gobierno, no es la solución. Lanzar unas líneas de crédito, tampoco. La respuesta a esta crisis debe ser integral y a gran escala. Si no, las ventas van a continuar derrumbándose y lo vamos a pagar con menos empleo y producción", disparó el directivo, quien recordó que "cuando apareció la crisis internacional de 2008 hicieron el triple de esfuerzo que ahora, con una situación que era mucho más manejable".

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