iProfesional

¿Del fútbol a los negocios?: empresarios de Brasil muestran "anti-argentinismo" con Cristina en cumbre BRICS

 "Argentina no encaja, no tiene seguridad jurídica ni camina por una democracia plena", dijo el titular de la Federación Industrial brasileña
16/07/2014 - 09:59hs
¿Del fútbol a los negocios?: empresarios de Brasil muestran "anti-argentinismo" con Cristina en cumbre BRICS

El Mundial quedó atrás y, ya diluidas las polémicas sobre un eventual penal no cobrado y masticada la bronca por la derrota en la final, la sensación que quedó latente fue que la Argentina -pese a la cercanía geográfica y a la histórica relación política, cultural y comercial con Brasil-, nunca se encontró cómoda, ni jugando como "local", tal como se decía desde las tribunas. 

Más allá de los cerca de 100.00 argentinos que llegaron a Río de Janeiro para alentar al seleccionado nacional, a las miles de casas rodantes, micros y autos "copando" el playón del Sambódromo y a los multitudinarios banderazos con los que cortaron distintas calles de la llamada "Ciudad Maravillosa", el terreno se había tornado más hostil que nunca.

Los hinchas brasileños vistiendo casacas de Holanda en un primer momento y de Alemania en la final, sus gritos de aliento ante cada avance del conjunto dirigido por Joachim Löw y hasta el rostro extasiado de la presidenta Dilma Rousseff ante el gol del equipo germano, demostraron que la Argentina estaba lejos de ser local.

Y el "operativo antisueño" con bombas de estruendo en el hotel donde concentraban los dirigidos por Alejandro Sabella en la noche previa a la final, dejaron en claro que todo aquel que vistiera una camiseta celeste y blanca era más visitante que nunca.

Y esa exacerbada hostilidad, que parecía ser una postal encapsulada en el folclore del fútbol, con los días pareció traspolarse hacia el campo de la política y los negocios.

A pocas horas de que la presidenta Cristina Kirchner pronuncie su discurso en Brasilia como invitada a la cumbre de los países BRICS (el grupo de potencias emergentes conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el clima se tensó al máximo.

Con un tono sorprendentemente agresivo, el presidente de la Confederación Nacional de Industria de Brasil, Robson Braga de Andrade, lanzó una crítica feroz ante la sugerencia de que la Argentina ingrese a los BRICS.

Argumentó que el país no estaba en condiciones de formar parte del grupo porque el gobierno de Cristina Kirchner no respondía a los cánones de una democracia plena.

"El concepto de los BRICS cuando fue creado no es un concepto donde Argentina encaje hoy. Es un concepto que envuelve, además de crecimiento y desarrollo, seguridad jurídica, caminar por una democracia plena... Ciertas cosas que no dan entrada a la Argentina en este momento", disparó Braga de Andrade.

Estas declaraciones de alto impacto cayeron como una bomba en el seno de la administración kirchnerista, luego de la ola de rumores que atribuían altas chances a la posibilidad de que el país se sumara al grupo. 

Primero, porque nunca antes una entidad de este calibre -una suerte de "UIA brasileña"- había puesto en duda la legitimidad de un gobierno democrático.

Segundo, porque el timing político no pudo ser peor: estas duras palabras fueron pronunciadas mientras los funcionarios argentinos estaban trabajando contrarreloj en los detalles de la visita de Cristina para la que será la primera cumbre entre los países que conforman el grupo BRICS con los líderes de naciones que integran la UNASUR y en la cual la jefa de Estado pronunciará hoy un discurso en contra de los holdouts.

"Las entidades empresarias brasileñas tienen hombres muy poderosos que responden a ideas liberales. Hay una gran carga ideológica en esas declaraciones", expresó a iProfesional un funcionario del Ministerio de Industria dejando en claro su fuerte malestar. 

En tanto, para Dante Sica, director de la consultora Abeceb, estas palabras del referente empresario de Brasil "muestran el cansancio que hay entre los industriales por los problemas que existen en la relación bilateral".

Para el analista, "están mostrándole al mundo que están muy molestos por los inconvenientes que hay en el intercambio con la Argentina, como son algunos temas regulatorios, dificultades para importar y limitaciones al giro de dividendos".

Sica recordó que el empeoramiento del clima para hacer negocios llevó a que, por ejemplo, los principales frigoríficos brasileños -que habían realizado millonarias inversiones-, se vieran obligados a hacer las valijas y dejar el país.

La rivalidad en el sector privado también quedó plasmada en la última negociación del acuerdo automotriz, luego de que la corporación que reúne a las terminales brasileñas hiciera un fuerte lobby para imponer el libre comercio y abandonar el sistema de cupos.

"Todos los cruces que hubo en los últimos años llevaron a generar una sensación de pérdida de la alianza estratégica", apuntó Sica.

Para agregar tensión a la agenda bilateral, el vicepresidente de la UIA, José Urtubey, salió a responderle al titular de la entidad brasileña, calificándolo de irrespetuoso.

Dilma... ¿sabía? En diálogo desde San Pablo, Gustavo Segré, CEO de la consultora Center Group, le atribuyó un "altísimo impacto" a las declaraciones de Braga de Andrade.

"Es el titular de la federación de industrias a nivel nacional. Es una figura central del mundo empresario. No va a decir nada con lo que las cámaras de todo Brasil no estén de acuerdo. Y no saldría a hablar públicamente sin que la administración de Dilma Rousseff lo sepa. Ella podrá no estar de acuerdo con algunos conceptos, pero es un hecho que en su gobierno sabían que iba a realizar duras críticas", disparó Segré.

"Las palabras sobre la democracia fueron poco felices y constituyeron un exceso. Pero la idea de que la Argentina no cuadra en los BRICS, especialmente por las constantes trabas al comercio, es algo que comparte plenamente Rousseff pero que no tiene manera de decirlo", detalló el analista, quien consideró que el dirigente empresario brasileño hizo el "trabajo sucio".

En tanto, Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores (CIRA), coincidió con la visión de Segré: "El presidente de la Federación Empresaria está diciendo las cosas que Dilma no puede. Así dejaron en claro que, hasta que no cierre el capítulo de conflictos con el mundo, la Argentina no se podrá sumar a un bloque de esta naturaleza".

Escenario inmejorable para CristinaEl domingo pasado, Cristina Kirchner desistió de aparecer públicamente en una de las "vidrieras" con mayor visibilidad global: la final del Mundial. Su ausencia, si bien oficialmente fue atribuida a su laringitis y al cumpleaños de su nieto, dio lugar a que se especule con que  no quería cargar con el "estigma" de otros presidentes argentinos que, en su momento asistieron a encuentros en los cuales la Selección terminó derrotada

Sin embargo, la mandataria hoy tiene una gran revancha: pronunciará un discurso en la primer cumbre entre los jefes de Estado de los países del grupo BRICS y los de la UNASUR.

Paralelamente a la negociación que el Gobierno lleva adelante en Nueva York, para Cristina este encuentro en Brasil representa un escenario inmejorable para desplegar su batalla dialéctica en contra de los holdouts.

De hecho, el propio el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, adelantó que su participación servirá para "fijar la posición que tiene la Argentina en materia de deuda y su lucha permanente en los foros internacionales respecto del tema de los fondos buitres".

Durante su alocución, Cristina sabe que tendrá en la platea preferencial a cinco mandatarios de países que, en su conjunto, ostentan el 25% del Producto Bruto mundial, el 43% de la población de todo el planeta y el 20% de la inversión global (ver infografía). 

Sin embargo, lo que más seduce a la Presidenta, antes que los fríos números, es el punto de inflexión que amenaza con marcar el flamante Nuevo Banco de Desarrollo que acaban de lanzar los BRICS, en una clara "afrenta" a los organismos multilaterales de crédito que han venido dominando la economía global desde mediados del siglo XX: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

La creación de un banco es un paso trascendental para una agrupación que nació más como algo simbólico que como un bloque con objetivos concretos. De hecho, su nombre fue acuñado en 2001 por un economista de Goldman Sachs llamado Jim O´Neill, quien buscaba aludir a cuatro países que tenían una creciente influencia global (recién siete años después se sumaría Sudáfrica).

El nuevo banco de los BRICS contará con un capital inicial de u$s50.000 millones y un fondo de reservas de emergencia de u$s100.000 millones.

Así las cosas, ser una de las oradoras invitadas por un grupo de países que parecería desafiar al "establishment" financiero internacional, para la Presidenta puede significar un espaldarazo importante en términos de posicionamiento.

Sin embargo, Sica descree que esta intervención contribuya a resolver la crisis con los holdouts: "Todo lo que está haciendo el Gobierno para lograr respaldo, debería haberlo hecho antes de la sentencia, cuando el proceso judicial estaba abierto. Ahora sólo sirve para lograr posicionarse en términos discursivos, pero no tiene efectos en el terreno práctico".

BRICS, sinónimo de "plata fresca"

Más allá de la guerra dialéctica, en la administración kirchnerista había un gran entusiasmo ante la posibilidad -ahora trunca- de que la Argentina pasara a formar parte de los BRICS. Y esto obedecía a razones puramente prácticas:

•Su inclusión podía redundar en una mejor reputación y esto alentaría la llegada de nuevas inversiones.

•Pertenecer a este grupo iba a facilitar la posibilidad de obtener préstamos del flamante nuevo banco, si bien ningún funcionario aclaró cómo podría realizar su aporte al fondo común un país con serios problemas de reservas.

•Según Segré, sumarse al grupo descomprimiría la tensión cambiaria, ya que en el corto plazo la Argentina podría haber comerciado con estas naciones utilizando monedas locales, dependiendo así menos del dólar.

Sin embargo, el grupo BRICS establece que debe haber unanimidad de votos para que ingrese un nuevo socioY el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ya avisó que el grupo, por ahora, no pretende ampliar la cantidad de socios.

De todas maneras, ¿hubiese tenido chances la Argentina de formar parte de esta elite de potencias emergentes? ¿O el entusiasmo traicionó a los funcionarios que dejaron correr el rumor?

Para el economista Luis Palma Cané, las posibilidades son "bajísimas", dado que "si ingresara nuestro país, a nivel escala económica también pretenderían sumarse al grupo otros Estados de similares dimensiones, lo que diluiría el objetivo fundacional de la asociación".

En tanto, Segré destacó que "por su peso en el comercio o su influencia política a nivel internacional, nuestro país tiene pocos puntos en común con los miembros del grupo".

Y, ante la consulta sobre por qué Sudáfrica fue incluido en 2010, teniendo un PBI similar al de la Argentina, el analista internacional, Jorge Castro, destacó a iProfesional que "su incorporación obedeció a razones puramente geopolíticas. No entró por su economía, ni por la capacidad de atraer inversiones. La razón es que se trata del principal país africano".

Otro de los puntos clave, bajo la óptica de Segré, es que "los BRICS quieren más comercio, están ampliando las fronteras del intercambio. Y la estrategia de la Argentina es totalmente opuesta: se cierra al mundo".

De hecho, según recordó Ponce, la OMC está a punto de dar vía libre al grupo de 43 países que plantearon quejas formales en contra de las restricciones aduaneras, a que apliquen represalias y limiten el ingreso de productos locales, lo que podría derivar en un perjuicio por más de u$s5.000 millones.

En este contexto, mientras las miradas del mundo se vuelven a posar en el país vecino, funcionarios kirchneristas cruzan los dedos para no toparse con empresarios brasileños que estén cantando "Argentina, decime qué se siente no pertenecer a los BRICS". 

Temas relacionados