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Depósitos argentinos en Uruguay alcanzan el mayor crecimiento en seis años

En junio el stock total de dinero de no residentes uruguayos ascendió a u$s4.400 millones, el monto más alto desde la crisis del 2002
28/07/2014 - 09:00hs
Depósitos argentinos en Uruguay alcanzan el mayor crecimiento en seis años

En lo que parece ser una carrera contrarreloj, las negociaciones entre el Gobierno nacional y los holdouts continúan en Nueva York pero todavía sin resultados concretos. 

Faltando pocos días para el 30 de julio, fecha límite para pagar a los bonistas reestructurados, las conversaciones con los fondos buitres sumaron una dosis extra de dramatismo este viernes al no arribarse a un consenso, situación que incrementó los temores de que el país no logre evitar caer en default. 

Si bien economistas como Aldo Ferrer vienen advirtiendo que el hecho de que se entre en cesación de pagos no significa "que el mundo se venga abajo", entre los ahorristas se percibe una sensación de temor, que creció en las últimas semanas, conforme cobró mayor protagonismo la hipótesis del default. 

Y un "termómetro" bastante efectivo para medir el ánimo es el de la la evolución de las cuentas bancarias de no residentes en los bancos uruguayos. Estas registraron un fuerte incremento en el último mes, de la mano de un creciente número de argentinos que realizaron colocaciones en ese país. 

Las cifras hablan por sí solas: en junio, el stock total ascendió a u$s4.400 millones, el monto más elevado desde la crisis del 2002 (ver gráfico).

De ese total, se estima que más de un 75%, es decir, una cifra superior a los u$s3.300 millones, correspondió a fondos provenientes de argentinos

Cabe apuntar que, en lo que va del año, los depósitos realizados del otro lado del Río de la Plata se incrementaron un 11%, uno de los niveles más elevados de los últimos períodos.

Para alcanzar este nuevo récord, cabe mencionar que, según los últimos datos aportados por el Banco Central de Uruguay, en junio pasado el saldo se incrementó en u$s152 millones, lo que implicó el salto más fuerte desde agosto de 2008. Ese último máximo no fue casual, ya que coincidió con la pelea entre el Gobierno y el campo y, en paralelo, con el surgimiento de la crisis global de las hipotecas subprime.

Para graficar cuán relevante fue el incremento de los depósitos de no residentes en bancos uruguayos, cabe destacar que en el primer semestre del año se captaron u$s318 millones, una cifra casi 2,5 veces superior a los u$s136 millones logrados en el mismo período de 2013 (ver gráfico).

Este incremento en los montos también responde, en buena medida, a un aumento de la cantidad de clientes, del orden del 6% anual. De esta manera, el saldo promedio por individuo creció hasta los u$s69.000, frente a los casi u$s64.000 de un año atrás.

Estos números marcan a las claras que los ahorristas argentinos buscan resguardar sus preciados billetes verdes del otro lado del Río de la Plata ante los vaivenes de la economía local, sobre todo desde que se instaló el cepo cambiario a fines de 2011 y del consecuente descenso de las reservas del BCRA desde u$s52.000 millones a los actuales 29.600 millones de dólares.

A ello se suma el fallo a favor de los holdouts por parte del juez estadounidense Thomas Griesa, por el cual la Argentina deberá pagarles unos u$s1.600 millones. Aunque lo más riesgoso de esto es que podría gatillar reclamos de otros bonistas por unos u$s200.000 millones -cifra que representa casi 7 veces más las reservas del Central-, por la famosa clausula Rufo.

¿Quién es quién en el mercado "charrúa"?

En cuanto al sistema bancario uruguayo, la preferencia de los ahorristas no residentes se vuelca claramente hacia los bancos españoles, ya que son precisamente el Santander y el BBVA los que lideran el ranking. El primero de ellos detenta una participación de mercado del orden del 23% (posee unos u$s1.000 millones), mientras que el segundo aglutina el 15% del total, por lo que entre ambos representan nada menos que el 38% de los depósitos.

Bastante más abajo se posicionan el Banco República y el Itaú, ambos con un market share que promedia el 11,5%. De esta manera, los cuatro bancos captan nada menos que el 61% del total de los fondos de no residentes en Uruguay (ver cuadro).

Una vez conocida la "foto", es interesante apuntar que en la "película" se observa, por ejemplo, el fuerte avance del Bandes (entidad que se ubica novena en el ránking con el 4% del share), cuyo origen se remonta al Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, que es el agente financiero de ese país.

En el último año, la cartera de depósitos de no residentes de esta entidad creció casi un 250%, luego de la reestructuración que llevó a cabo a principios de 2013, que incluyó el cierre de numerosas casas, que fueron absorbidas por el Banco República.

En otro orden, llama la atención que junto con el avance del Itaú, las firmas que más incrementaron sus saldos fueron de origen argentino.

Así, mientras que Provincia y Exprinter, que tienen la forma jurídica de compañías financieras, saltaron un 65% y 33% respectivamente, el Nación avanzó un 35%. ¿Cómo les fue en materia de rentabilidad?

Pese al notable incremento de los depósitos y créditos totales, la rentabilidad de las entidades bancarias uruguayas muestra una notable contracción en el último año.

"Para peor, buena parte de las ganancias declaradas no surge del negocio propiamente dicho, sino que responde a ajustes de índole contable", afirma un reconocido asesor financiero, con oficinas en Montevideo.

Según se desprende de cifras publicadas por el Banco Central (BCU), el sistema ganó en el primer semestre del año u$s142 millones, de los cuales u$s69 millones corresponden a los bancos privados y el resto al Banco República (BROU), que tuvo una rentabilidad de u$s73 millones.

Este monto implica una caída del 50% si se lo compara con los u$s300 millones que obtuvieron en igual lapso del año pasado.

En aquel entonces, las entidades privadas habían tenido un resultado positivo de u$s98 millones, mientras que el correspondiente al BROU se elevaba a unos u$s160 millones.

Si se analiza lo sucedido entidad por entidad, en el semestre que acaba de terminar, el Banco Itaú fue el que obtuvo el mejor resultado, con una ganancia de u$s35 millones.

Más abajo se posicionaron el Nuevo Banco Comercial, con u$s11 millones, y el Santander, con u$s10,3 millones

Pero la peor parte se la llevó el Citi -que acusó pérdidas por u$s6 millones-, el Nación y el Bandes, estos últimos con resultados negativos cercanos al millón de dólares. El punto de partida para llegar a otros destinos

En la plaza montevideana existe otro importante grupo de entidades bancarias, que no tienen locales a la calle, ya que la mayoría de ellas tienen sus oficinas en los pisos altos de edificios premium.

Se trata de los bancos off-shore, que se dedican a lo que se denomina "banca privada" y que, con la mayor de las reservas, se dedican a brindar asesoramiento y administrar los patrimonios de personas que, en su mayoría, son argentinos.

Estos bancos no pueden captar depósitos o dar créditos a residentes, pero fuentes del sector consideran que administran fondos por unos u$s25.000 millones, que luego son colocados en otras plazas financieras. Pese a que ese monto luce como muy elevado, al momento de hacer las cuentas, los resultados que arrojan son, según trasciende en el mercado, muy acotados, debido a la atomización del negocio, que implica el mantenimiento de costosas estructuras para una eficiente administración.

Es por ello que, de un tiempo a esta parte, fueron varias las instituciones que han dejado de operar, ya sea cerrando sus puertas o vendiendo sus activos a otras firmas.

Claro está que a estas cuestiones de orden económico se suman las relacionadas al "riesgo reputacional", ya que en plazas muy atomizadas como la uruguaya se dificulta asegurar la política denominada "conoce a tu cliente", que busca evitar que aparezca dinero del narcotráfico en sus cuentas y pretende transparentar el sistema.

En tal sentido, a la salida definitiva del Royal Bank of Canada (RBC), se sumarían CréditSuisse y el Leumi de Israel, que estarían en tratativas para seguir el mismo camino.

Para Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, "hoy los grandes bancos internacionales que se especializan en el negocio de private banking enfrentan dos problemas: una baja rentabilidad y la necesidad de adecuarse a los estándares internacionales del acuerdo Basilea III".

Un ejemplo de ello fue lo ocurrido con el Discount Bank, cuya salida se debió a la necesidad de su casa matriz de encarar su reestructuración para cumplir con dichos requerimientos, que exigen más controles regulatorios asociado a factores de riesgo.

Sobre este punto, desde Deloitte Uruguay, admiten que "este fenómeno de salida de entidades responde en mayor medida a la estrategia de sus casas matrices".

"En algunos casos, les ofrecen a sus clientes más calificados transferir sus fondos a otras latitudes, al tiempo que les brindan atención a través de asesores independientes registrados", sostiene Sardáns, quien agregó que "éstos deben estar registrados ante el Banco Central y, en última instancia, son los responsables de hacer cumplir las normas referidas a la lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo internacional".