La reunión de ayer de la mesa chica de la CGT oficialista con la Casa Rosada terminó sin los resultados inmediatos esperados por el sindicalismo aliado para lograr una suba urgente del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.

El impuesto sacude a los trabajadores de algunos sindicatos en la totalidad de sus afiliados, aunque en otros apenas roza la masa de empleados.

En el caso del gremio de los petroleros, como el salario promedio es de $40.000, todos -sus 23.000 afiliados- pagan Ganancias. El 95 por ciento de los bancarios paga el impuesto: el salario promedio es de $20.000 y son 105.000 afiliados.

En el caso de camioneros, el salario promedio es de $15.000, y el 85 por ciento de los 230.000 afiliados paga Ganancias. Los maquinistas nucleados en La Fraternidad, que son 6.000, tienen un sueldo promedio de $12.000. El 80 por ciento paga Ganancias.

El 80 por ciento de los 2.000 trabajadores de Dragado y Balizamiento, con un sueldo promedio de $18.000, paga Ganancias. Distinto es el caso de Sanidad, que tiene 130.000 afiliados con un salario promedio de $8.500, con lo cual sólo el 10 por ciento paga el impuesto, señala La Nación.

El 10 por ciento de los 300.000 afiliados del gremio de los gastronómicos, con sueldos en torno a los $9.600, tributa Ganancias. Aproximadamente un 30 por ciento de los 75.000 trabajadores de la UTA, con un sueldo promedio de $13.000, paga el impuesto.

En ATE, el sueldo promedio de los 267.000 afiliados es de $6.000: un 15% paga Ganancias.