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La CGT oficialista propone crear un nuevo impuesto para poder gravar las ganancias de los bancos

La central comandada por Antonio Caló busca implementar un gravamen de emergencia sobre las utilidades de entidades financieras
23/07/2014 - 19:00hs
La CGT oficialista propone crear un nuevo impuesto para poder gravar las ganancias de los bancos

En medio de la puja por aumentar el piso del Impuesto a las Ganancias, la Confederación General del Trabajo (CGT) liderada por Antonio Caló le presentó al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, un proyecto que pone la mira sobre las rentas de los bancos.

Puntualmente, los gremialistas proponen la implementación de un tributo similar al gravamen de emergencia sobre las utilidades de las entidades financieras, que ya rigió en la Argentina en la década del '80.

De esta manera, se busca que la presión tributaria sea trasladada de los empleados al sistema financiero y a la renta financiera. En otras palabras, quienes impulsan la iniciativa buscan que el nuevo gravamen compense la próxima suba del piso salarial a partir del cual los trabajadores soportan Ganancias.

La idea de la central obrera es que el tributo se implementaría como una "sobretasa" en el impuesto que no superaría el 10 por ciento.

El impuesto para los bancosA fin de evaluar la posible implementación y el alcance del referido tributo, vale tener presente cómo fue instrumentado el mencionado impuesto durante la década del '80.

El mismo alcanzaba tanto a las utilidades como a los servicios financieros. Las primeras se determinan por el incremento patrimonial consignado en los balances de los bancos.

Puntualmente, para calcularlo se establece la diferencia en base al patrimonio neto que surge de los últimos estados contables presentados.

Una vez obtenida la ganancia sujeta a impuesto se aplica la "sobretasa", que no superaría el 10%. Si se tiene en cuenta que la tasa máxima en Ganancias es del 35%, los bancos destinarían 45% de sus rentas al pago del impuesto conjunto.

La renta financiera, el botín eternoLa renta financiera se constituye como uno de los botines más preciados por todos los gobiernos. Al respecto, no son pocos los proyectos de ley que avanzan en tal sentido. Tal es el ejemplo de la iniciativa presentada por el diputado del Frente Renovador Sergio Massa.

La iniciativa considera necesario gravar las rentas financieras y las de capital con el Impuesto a las Ganancias con el objetivo de generar las señales adecuadas para equiparar condiciones con las restantes actividades de la economía alcanzadas por el tributo. 

Con relación a los pequeños y medianos inversores -y a priorizar las inversiones de largo plazo en el mercado de capitales- el proyecto apunta a generar esquemas diferenciales de tratamiento en función del monto del capital invertido, del plazo de la inversión y del destino de las mismas. 

Se expresa que "si las actividades productivas están gravadas por el Impuesto a las Ganancias es ineludible que haya un esquema en ese sentido para aquellas utilidades provenientes de actividades financieras con perfil especulativo".

Se establecería también un tratamiento diferencial en el tributo para la emisión de nuevas acciones destinadas a proyectos de inversión, quedando desgravadas en los dos primeros años. Los ingresos de títulos públicos tendrían tratamiento similar al de los intereses de los plazos fijos. Asimismo, contarán con una exención de tres años las nuevas emisiones de deuda.

También quedarían eximidas las colocaciones de acciones y obligaciones negociables de YPF dadas las necesidades estratégicas de nuevas inversiones energéticas.

Las obligaciones negociables vinculadas a nuevos proyectos de inversión del sector privado estarían exentas de Ganancias en los primeros tres años y en el plazo de cinco para el caso de las pequeñas y medianas empresas. A su vez, se impondría una desgravación para la reinversión de utilidades de estas compañías.

La alícuota del gravamen de las utilidades reinvertidas sería de cero por ciento durante tres años, considerándose inversión a toda aquella compra de bienes de capital.

La posición del GobiernoRespecto al reclamo de la CGT, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aclaró que los trabajadores que el año pasado no estaban alcanzados por el tributo no pueden sufrir descuentos este año. Así surge del decreto presidencial que elevó el piso para entrar al impuesto hasta los $15.000 brutos.

"El trabajador o el jubilado que no estuvo alcanzado por el Impuesto a las Ganancias entre agosto del año pasado y julio de este año, tampoco estará alcanzado por el impuesto. La situación en cuanto al número de trabajadores no ha variado. Los reclamos pueden intensificarse o no por razones de carácter político pero no por el número de afectados", declaró Capitanich en una extensa exposición en su contacto diario con periodistas en Casa Rosada.

Tal como adelantó iProfesionalesta situación es independiente a los aumentos salariales. Es decir, los trabajadores que hasta agosto del año pasado ganaban menos de $15.000 brutos mensuales, continuarán sin sufrir descuentos por Ganancias independientemente de las subas salariales que hayan obtenido en los últimos meses. Así, la masa de aportes se mantiene inflexibles desde el dictado del decreto 1242 del año pasado.

"Si un trabajador en paritarias ha visto mejorar su nivel de ingreso y el año pasado estaba encuadrado en el decreto, es decir, ganaba menos de $15.000, tampoco pagará el impuesto. Hay excepciones, claro. Hemos visto que hay 70.000 trabajadores que deberían estar dentro del sistema y no lo están. Y otros 33.000 que están incluidos y no deberían estarlo porque tuvieron horas extras e ingresos adicionales que los hicieron superar los $15.000 y fueron objeto del impuesto", detalló Capitanich. (Lea más: ¿Un descuido oficial?: más de 1,5 millón de empleados, eximidos de Ganancias aun con los próximos aumentos)

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