iProfesionaliProfesional

Jornada laboral reducida: una modalidad para mejorar la productividad que gana adeptos entre los grandes directivos

El mexicano Carlos Slim no es el único que cree que habría que dejar de lado la idea de trabajar frenéticamente para satisfacer las necesidades 
24/07/2014 - 17:25hs
Jornada laboral reducida: una modalidad para mejorar la productividad que gana adeptos entre los grandes directivos

El segundo hombre más rico del mundo, Carlos Slim, aseguró en el XX Encuentro Anual de la Fundación Círculo de Montevideo que los trabajadores tener una semana laboral más corta.

En concreto habló de tres días con jornadas de 11 horas y pasar la jubilación a entre 70 y 75 años.

"Con tres días de trabajo a la semana tendríamos más tiempo para relajarnos y tener más calidad de vida. Tener cuatro días libres sería muy importante para generar nuevas actividades de entretenimiento y otras forma de ocupar nuestro tiempo", afirmó el magnate mexicano.

La pregunta es: ¿deberíamos hacerle caso? ¿Es esta idea factible?

Slim puso en marcha algo similar en su mayor empresa, Telmex: sus más de 50.000 empleados podrán elegir entre disfrutar una semana de cuatro días laborables y retrasar su jubilación o trabajar cinco días y jubilarse en torno a los 50.

Esto puso de manifiesto el problema de base del concepto: por muy bien que los empleados hayan recibido la noticia, varios economistas de su país pusieron en duda qué pasaría con los sueldos en este supuesto en el que la jornada pasaría de 48 a 33 horas a la semana.

Slim no es el primer partidario de este enfoque laboral. Larry Page, cofundador de Google, ha defendido la necesidad de "encontrar una forma coordinada para reducir la semana de trabajo".

Según los antropólogos, añadió, la vivienda, la seguridad y las oportunidades de futuro propias y para nuestros hijos son las claves para nuestra felicidad.

"La cantidad de recursos y de trabajo que en realidad necesitamos para conseguir estas cosas es bastante pequeña. Supongo que menos del 1% de las que usamos en estos momento. Así que, la idea de que todo el mundo tiene que trabajar frenéticamente para satisfacer sus necesidades no es cierta", agregó según publicó El País.

Por su parte, Anna Coote, jefa de Política Social de la Fundación Nueva Economía británica (NEF, en sus siglas en inglés), también aboga por esta teoría. Apuesta por una semana laboral de 30 horas en lugar de las 40 de Reino Unido y España o las 45 de Chile -sin olvidar las fórmulas mixtas que imperan en Finlandia o los países nórdicos donde se combinan jornadas completas, parciales y días de descanso- y argumenta que Alemania o los Países Bajos tienen economías más fuertes que EE.UU. o Reino Unido con menos horas de trabajo.

"Las semanas laborales más cortas ayudan a resolver el exceso de trabajo, el desempleo, las desigualdades o la falta de tiempo para vivir de forma sostenible", mantiene. "Hay que repensar la forma en que dividimos nuestras horas entre las actividades remuneradas y no remuneradas, asegurándose de que todo el mundo tenga un justo tiempo libre".

Para llevar a cabo su idea, Coote recomienda ir acortando la jornada de forma gradual instando a las empresas a dar más tiempo libre a sus trabajadores en vez de más salario.

Aunque aquí es donde podrían llegar las fricciones y los problemas ya que en muchos países es difícil que se logre alcanzar un salario digno y hasta en EE.UU., muchos empleados son reacios a tomarse vacaciones. 

La pregunta, en definitiva, sería saber si es verdad esa versión anglosajona del dicho que avisa de que "el tiempo es dinero".

Temas relacionados