Por estos días, las oficinas del mediador Daniel Pollack designado por el Juez Griesa son testigo de fréneticas negociaciones tendientes a superar el litigio que desde hace mucho tiempo enfrenta al Gobierno argentino con un grupo de holdouts.

En las últimas horas, cuando todo indicaba que se estaba en camino de ir irremediablemente a un default, surgió una propuesta de parte de bancos argentinos de hacer un depósito en garantía por unos u$s250 millones, que serviría para establecer un período puente, a partir de un pedido de stay a cargo esta vez de los fondos buitre.

Pero hacia el mediodía del miércoles, se conoció que los holdouts desecharon esta propuesta como una forma de destrabar el conflicto. Ante esta situación, los envidados de los bancos argentinos, liderados por Sebastián Palla propusieron lisa y llanamente "comprar el juicio"

En tal sentido, el expresidente del Banco Central, Aldo Pignanelli sostuvo en diálogo con iProfesional que a esta altura de los acontecimientos "los holdouts podrían considerar superado el litigio si se desembolsan u$s900 millones en vez de los u$s1.500 que surgen de la sentencia judicial".

La diferencia entre uno y otro monto surgiría de la aceptación por parte de los acreedores de eliminar los intereses punitorios y otras comisiones.

Cabe apuntar además que Pignanelli dijo que cree que el conflicto judicial entre el Gobierno y los fondos buitre se encuentra en su fase final de definición.

Sobre el particular, afirmó que "se puede firmar hoy o mañana la transferencia del dinero" y agregó que "no pasa nada si se atrasa un día el pago"

Por su parte, desde la consultora Delphos sostuvieron que son optimistas, pero con cautela. "Todavía no está cerrado el trato y los puntos a negociar son  extremadamente complejos desde el punto de vista técnico", manifestaron en un reciente informe.

"La posición de dureza de los "buitres" en querer cobrar la sentencia, y eso es lo que demora el acuerdo entre las partes. Pero podemos animarnos a decir que vemos la luz al final del túnel y que si ello sucede los rendimientos de nuestros bonos podrían asemejarse al de otros países de frontera o recientes emisores de deuda".