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Cambio de hábitos en clase media: el "ahorro" se aleja del largo plazo y ahora se asocia con los descuentos

La caída del salario real fue dando paso a un escenario en el que la posibilidad de atesoramiento se transformó en un hábito difícil de sostener.
02/08/2014 - 12:03hs
Cambio de hábitos en clase media: el "ahorro" se aleja del largo plazo y ahora se asocia con los descuentos

Décadas atrás, hábitos como "guardar para más adelante" o reservar dinero para poder alcanzar el sueño de la casa propia, eran los que tradicionalmente identificaban a la clase media. 

De esta manera, el "ahorro" era percibido como un concepto asociado a la seguridad material, en un país acostumbrado a los vaivenes económicos y a los ya clásicos ciclos de "stop and go".

En este sentido, Guillermo Oliveto, director de W Consultora, describe a la Argentina como "una nación que tiende a repetir una conducta circular, que siempre nos devuelve al mismo lugar. Peor aún, uno o varios escalones más abajo".

Pero los tiempos cambiaron. Y la caída del salario real en manos de la inflación fue dando paso a un nuevo escenario, más complejo y en el cual la posibilidad de atesoramiento se transformó en un difícil hábito.

De hecho, hoy apenas 1 de cada 4 argentinos asegura estar en condiciones de ahorrar, mientras que el resto se siente identificado con las siguientes frases: "No me alcanza el dinero" o "Me estoy endeudando".

Estos datos, que surgen de un estudio realizado por la consultora CCR, dan cuenta de un continuo deterioro de la posibilidad de contar con algún excedente, escenario que se fue dando, especialmente, en el último año.

"La capacidad de atesoramiento bajó de un 30% a un 24% entre 2013 y 2014", arroja el informe.

En este contexto, el término "ahorro" fue adquiriendo otros significados. A punto tal que cada vez más argentinos lo vinculan a la reducción de sus gastos antes que a un manejo proactivo de sus finanzas personales.

"En estos días impera un concepto de ahorro ligado, principalmente, al corto plazo", es el diagnóstico que trazan desde CCR.

Cambio de paradigmaLa preocupación por la caída del salario real se incrementó respecto del año pasado dado que, según datos de la consultora, en 2013 el porcentaje de personas que notaban un deterioro de su capacidad de compra era de un 67%, en tanto que hoy esta variable se ubica en un 72%.

Así las cosas, obligados por los bolsillos más "apretados", para más argentinos el ahorro ahora está íntimamente ligado al cuidado de los pesos.

En concreto, dada esta percepción de los consumidores frente a las complicaciones económicas, desde la consultora destacan que en la actualidad, ese concepto se asocia con las siguientes actitudes:

Evitar compras impulsivas

Economizar, aprovechando los descuentos

Guardar dinero por períodos cortos de tiempo, como por ejemplo, para un viaje

Según lo explican desde CCR, en la mayoría de los casos, el ahorro es tomado por las personas como un comportamiento asociado a la "resignación cotidiana, con el objetivo de lograr consumos de placer".

En tanto, aquel ideal de atesorar fondos para el largo plazo, fue quedando relegado, a punto tal que es marginal el porcentaje de la sociedad que piensa en el ahorro como una forma de "protección ante futuros imprevistos".

Por el contrario, la mayoría de los argentinos asocia esta idea con dos hábitos puntuales: evitar derrochar dinero y consumir aprovechando oportunidades.

Y si bien estos comportamientos se advierten en la totalidad de la pirámide socioeconómica, es en la clase media donde se vuelven más marcados.

Desde CCR destacan que "este sector está tratando de mantener el control y aprovechar todas las ventajas de economizar que se vayan presentando".

La casa propia, cada vez más lejosConsultados por las razones que impulsaron este cambio en la concepción del ahorro a través de los años, los analistas ponen la lupa en una cuestión que impacta directamente en la dificultad de pensar a largo plazo: las complicaciones para acceder a una vivienda propia.

"La idea de atesoramiento de la clase media argentina siempre estuvo vinculada al ladrillo, ya que llegar la casa propia históricamente fue considerado un gran símbolo de este sector social", señala a iProfesional Guillermo Barbero, ejecutivo a cargo del área Financiamiento al Consumo de la firma First Corporate Finance Advisors.

No obstante, el escenario cambió. Y muchos se fueron alejando de la posibilidad de cumplir el sueño del techo propio.

En palabras de Barbero, "se fue deteriorando la relación entre el ingreso y el valor de los inmuebles, ya que hubo una fuerte suba en la cantidad de salarios necesarios para poder comprar una vivienda". Situación que se vio agravada por la escasez en la oferta de créditos hipotecarios, instrumento fundamental para apalancar la compra de una propiedad.

Ante las crecientes dificultad para hacerse de un hogar propio, los argentinos direccionaron sus ingresos hacia otros fines, privilegiando el cortoplacismo.

En este sentido, Oliveto explicó que "especialmente a partir de 2012, -a medida que se potenció el atraso cambiario-, los argentinos ‘ahorraban consumiendo' y adquirían bienes durables apelando a los planes de pago como una forma de ganarle de mano en la inflación".

Según el director de W Consultora, esto explica el boom de ventas que registraron en los últimos años los autos importados, motos y electrodomésticos"Fueron las tres grandes estrellas del consumo", apunta el experto.

Claro que, así como se redujo la cantidad de argentinos que afirman tener un excedente mensual para atesorar, el deterioro del poder adquisitivo también se viene traduciendo en un menor nivel de ventas.

Cabe destacar que el consumo se achicó un 10% en lo que va de 2014.

La caída en las compras se hace evidente a punto tal que, por primera vez en 12 años, se registró una caída en ventas en supermercados durante el primer semestre.

Cambio cultural

Si bien la coyuntura actual influye con claridad, también es cierto que entre los argentinos operó un cambio de visión que lleva a que más personas privilegien enfocarse en el "aquí y ahora".

"Hay una concepción más bien cortoplacista, que se percibe en distintos ámbitos", indica el ejecutivo de First Corporate Finance Advisors.

En este contexto, los analistas advierten una modificación en los signos de pertenencia de quienes integran el centro de la pirámide.

Es así como, "a los símbolos históricos, ahora se han incorporado el turismo y la tecnología como elementos de status y que representan a los sectores medios", dice Barbero.

Por otro lado, la nueva concepción de ahorro viene irremediablemente ligada a la coyuntura actual y a las transformaciones que se producen en las expectativas.

Puntualmente, las perspectivas laborales hoy no son las de hace unos años atrás y esto hace que a los argentinos se les haga más difícil pensar en el largo plazo.

"En el caso de los empresarios, la rentabilidad está en fuerte caída, mientras que los empleados ven la amenaza de que se vayan reduciendo los puestos de trabajo", señala Oliveto. Y lo resume con una frase: "Tanto en la economía como en lo laboral, la palabra del momento es incertidumbre".

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