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Un informe reveló que en la actualidad hay registrados cerca de 130 productores frente a los poco más de 60 que existían en 2006
05/08/2014 - 19:28hs

El espumante o espumoso, está viviendo un verdadero momento de auge en la Argentina, de la mano de un creciente número de bodegas que se sumaron al negocio y de consumidores cada vez más exigentes que, además, fueron cambiando sus hábitos de consumo.

De hecho, hoy en día, cuando se habla de burbujas no se piensa solamente en fiestas de fin de año o celebraciones.

"Todavía hay una estacionalidad marcada, pero está claro que esta bebida se ha ido difundiendo más en la sociedad. En lugares donde antes te ofrecían un cóctel o un aperitivo, hoy es común que te sirvan un espumante", destacó Andrés Heiremans, gerente general de Cruzat, única bodega dedicada en un 100% a la producción de espumantes bajo método tradicional.

Y esta tendencia, lógicamente se vio plasmada en las estadísticas: un reciente informe de la consultora Abeceb destacó que en 1993, la mitad de todas las ventas de espumantes en el año se habían hecho entre octubre y diciembre. Ya en 2003, la proporción había caído hasta el 42%. Pero en 2013 se notó un reparto más equitativo de las ventas a lo largo de todo el año, ya que entre octubre y diciembre se vendió apenas el 36% del total.

Este cambio de hábitos se dio de la mano de consumidores más exigentes pero también, gracias al creciente número de bodegas que apostaron por este rubro que, hasta no hace muchos años, era un negocio de nicho.

Según un informe de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), el número de establecimientos que comenzaron a elaborar espumantes se disparó en los últimos años: mientras que en 2006 se contabilizaban 62 bodegas, en 2013 se registraron 127, lo que implicó un salto del 105%.

Además, con este incremento en el número de jugadores, prácticamente se duplicó la producción, al pasar de poco más de 22 millones a 43 millones de litros el último año, tal como se observa en el siguiente gráfico:

Según el informe de la COVIAR, en base a datos del Observatorio Vitivinícola Argentino y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), lo más interesante es que, en estos últimos años, nuevas regiones se sumaron como productoras de espumantes.

De hecho, según se desprende de las estadísticas, ya hay registrados establecimientos de Entre Ríos, La Pampa y La Rioja, con una bodega en cada provincia.

En tanto, sorprende el despegue de Salta: de contar con un único productor en 2005, pasaron a contabilizarse 6 en 2013.

Sin embargo, el dominio quedó en manos de Mendoza, gracias al salto de Luján de Cuyo y Valle de Uco: de los más de 60 nuevos establecimientos registrados en todo el país, esta provincia de Cuyo aportó más de 50.

"El crecimiento que ha experimentado el mercado argentino fue impresionante y la forma en cómos se reparte el negocio también fue muy fuerte. Hace menos de diez años, casi el 99% de la torta estaba en manos de 10 bodegas. En cambio, ahora la proporción cayó al 60%. Esto muestra la evolución, porque antes el consumidor tenía en la góndola muy pocos productos y ahora puede elegir entre una oferta muy rica, pudiéndose encontrarse con 50 o 60 etiquetas", destacó el directivo de Cruzat.

A su entender, la industria está embarcada en un círculo de crecimiento virtuoso: "Cuantas más empresas haya y cuanto mejores productos se elaboren, más demanda va a haber y más se va a consumir".

Al analizar el tipo de producto que más se consume, está claro que la demanda se sigue volcando por el Extra Brut, que "monopoliza" 7 de cada 10 litros que se comercializan en el mercado interno.

Sin embargo, es interesante remarcar el fuerte crecimiento que tuvo la categoría de espumantes dulces, cuya demanda se disparó más de un 200% en los últimos años, si bien su nivel de consumo todavía es relativamente bajo, con 3 millones de litros anuales:

Mercado internacional

El informe también destaca la buena performance de los espumantes argentinos en el mercado internacional, si bien en los últimos años hubo una caída en volúmenes, en un contexto de pérdida de competitividad de las bodegas argentinas por el atraso cambiario, flagelo que fuera relativamente revertido tras la devaluación de enero último.

La COVIAR destaca que en 2013, hubo poco más de 100 bodegas exportadoras, muy por encima de las cerca de 60 que se contabilizaban en 2005, tal como se observa en el siguiente gráfico:

Cabe destacar que, en la actualidad, los espumantes nacionales llegan a 80 mercados alrededor del mundo, una buena cifra pero que se ubica por debajo de los 91 que se alcanzaron en 2010, cuando se registró el pico máximo.

"La preponderancia de mercados latinoamericanos es notable, y el principal es Brasil, aunque, junto con Estados Unidos, fueron los responsables de las caídas en volumen de ventas", asegura el informe, que agrega que "Chile también ha crecido de manera notable, constituyéndose en el segundo mercado en volumen". 

Sobre la performance de este producto en el negocio de exportación, Heiremans sostuvo a Vinos & Bodegas iProfesional que "como imagen de marca, el espumante argentino todavía no existe".

"Cuando uno se acerca a cualquier actor de la cadena de distribución de Estados Undios, por ejemplo, te miran con un gran signo de interrogación, porque se sabe muy poco de espumantes argentinos, detalló el directivo de Cruzat, quien explicó que "todavía hay mucho trabajo por delante porque debemos competir contra los champagne franceses, los cava españoles y los prosecco italianos".

En el caso particular de su empresa, Heiremans afirmó que "es un activo el hecho de que seamos 100% productores de espumantes. Los importadores nos toman con mucha seriedad y se sorprenden cuando prueban el producto".

Por Juan Diego Wasilevsky - Editor Vinos & Bodegas iProfesional - [email protected]

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