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De la devaluación ya no queda nada: sector por sector, así­ se vive la falta de dólares en toda Argentina

Provincia por provincia, un recorrido a lo largo y ancho del país para conocer la realidad que enfrentan desde grandes empresas a pequeños productores
03/09/2014 - 10:12hs
De la devaluación ya no queda nada: sector por sector, así­ se vive la falta de dólares en toda Argentina

"Las economías regionales ya no pueden exportar ni un caramelo". Con esta frase, tan gráfica como contundente, el presidente de la Unión Industrial, Héctor Méndez, resumió la dura situación que le toca atravesar a los productores de alimentos repartidos a lo largo y ancho de la Argentina. 

Si bien cuando se habla de la actual crisis que afecta al modelo se hace referencia principalmente a la caída en el precio de la soja, a la contracción que golpea de lleno a la actividad automotriz o al mal momento que atraviesa el rubro inmobiliario, por detrás hay todo un entramado productivo que está padeciendo de lleno la pérdida de competitividad, la suba de costos y la caída en el nivel de demanda.

Se trata básicamente de establecimientos dedicados a la producción de un amplio abanico de alimentos, que incluye aceitunas, aceite de oliva, uvas de mesa, vino, frutas, cítricos, carne e incluso lácteos, por nombrar sólo algunos de los más representativos.

Para los expertos, si las grandes compañías y multinacionales están atravesando dificultades en momentos de "default crónico", la situación se amplifica aun más en el interior, donde abundan emprendimientos chicos y medianos que disponen de una menor espalda financiera, a la vez que encuentran mayores dificultades para acceder al crédito.

Además, se trata de sectores en los que incide fuertemente la mano de obra, cuyo costo se disparó en los últimos años, en un contexto en el que los precios internacionales avanzan en la dirección contraria

De acuerdo con un relevamiento del IERAL, sobre un muestreo de 17 producciones clave de diferentes provincias, 15 de ellas están trabajando con un tipo de cambio real menos ventajoso que el que tenían a comienzos de año, lo que llevó a los expertos de la consultora a la conclusión de que "ya se diluyó todo el efecto de la devaluación sobre las economías regionales".

Paralelamente, un informe de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) revela que 8 de cada 10 productores de alimentos de provincias como Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza, sufrieron un "fuerte deterioro en sus niveles de rentabilidad en el último año".

El estudio destaca que "a los fenómenos climáticos adversos, se sumó el aumento de los costos internos por la inflación en dólares y la elevada presión impositiva que sufren las economías regionales".

Así las cosas, advirtieron que la reciente devaluación de enero "no modificó sustancialmente una realidad de por sí desfavorable".

Ante un panorama económico desalentador, el informe alerta que "los productores ven comprometido el normal funcionamiento de su negocio", lo que está poniendo en juego "el empleo para miles de personas en cada una de las comunidades locales".

Para los expertos, el hecho de que el país hoy enfrente un "default técnico", es otra variable más que perjudica la realidad de estos establecimientos, de la mano de mayores costos y de una menor llegada de inversiones, fundamentales para sostener la competitividad de todos estos sectores.

"La no resolución del conflicto con los holdouts incide en el ambiente de negocios de todas las actividades sectoriales pero, en especial, en las economías regionales", advirtió Carolina Schuff, economista de Abeceb.

Esto, sumado al desplome del precio de la soja -el gran dinamizador de las provincias-, está generando un "efecto pobreza" generalizado, según advirtió el consultor Salvador Di Stéfano. 

El hecho de tener una oleaginosa más débil y economías regionales golpeadas, se está traduciendo en todo tipo de consecuencias. En Salta, por ejemplo, esta contracción encuentra un fiel reflejo en el sector inmobiliario, que viene de registrar el nivel de compraventas más bajo desde el año 2000.

También, está repercutiendo en la demanda de gasoil, otro de los termómetros que mide el nivel de actividad, con despachos en provincias de la región pampeana y de Cuyo cayendo por encima del promedio.

Un recorrido por aquellas ramas de actividad que enfrentan mayores dificultades y que son responsables de un menor efecto derrame en las economías de numerosas provincias, dan cuenta que: 

•Región pampeana

Una de las industrias insignia es la vinculada con la carne, una actividad determinante para el interior del país pero que, en la actualidad, atraviesa un momento delicado.

El presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, advirtió que desde el inicio de la gestión kirchnerista "se perdieron 10 millones de cabezas de ganado, hay 14.000 ganaderos menos, 135 frigoríficos cerraron sus puertas y se destruyeron 15.000 empleos".

Las razones, en gran medida, están en las limitaciones a las exportaciones, que datan de hace más de siete años y que se agudizaron en los últimos días, conforme los mayores precios impactaron en las carnicerías.

Esto llevó a que, la Argentina, de ser el cuarto exportador a nivel mundial, hoy ocupe el puesto número once, habiendo sido desplazada del "top 10" en el que ya figuran naciones como Paraguay y Uruguay (ver nota: En el granero del mundo se exporta menos carne, se cierran frigoríficos y se encarece "la mesa de los argentinos")

Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), advirtió a iProfesional que "toda la cadena está en una situación grave. La mayoría de los frigoríficos que están en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe o Córdoba atraviesan serios problemas".

Destacó que "nuestra industria, por cada puesto directo, genera siete indirectos. Al haber sufrido tantos cierres y perderse tantos empleos, esto fue un duro golpe para muchísimas localidades del interior del país".

Otra actividad clave para esta región es la industria láctea, que figura entre las más perjudicadas por la política de precios tope, impulsada desde las épocas de Guillermo Moreno y que ahora, además, sufre por las trabas a las exportaciones impuestas por Augusto Costa.

Desde la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), afirmaron que en Villa María, una importante cuenca lechera, "cada 15 días hay remates de tambos".

Así fue como, según registros de la Sociedad Rural, en los últimos diez años se perdieron 7.000 establecimientos.

La Mesa Nacional de Productores de Leche, estimó que, debido a problemas de rentabilidad, políticas desacertadas e inconvenientes climáticos, "la producción de leche este año podría retrotraerse a los volúmenes de 1999".

•Región de Cuyo

Los productores de aceitunas y de aceite de oliva, actualmente conviven con un tipo de cambio muy por debajo del promedio de 2006 y que resulta menos conveniente que el que tenían post devaluación (ver gráfico). 

"Hace tres años que la situación de la olivicultura en Cuyo es casi terminal. Esta economía regional ha tenido una pérdida de competitividad furiosa y la mayoría trabaja a pérdida desde hace prácticamente dos años", advirtió Fernando Ruiz Toranzo, coordinador regional de CREA.

Por su parte, Rodolfo Vargas Arizu, bodeguero y elaborador de aceite, señaló que "el sector olivícola está casi liquidado", al tiempo que advirtió que, en la actualidad, prácticamente no hay ninguna empresa que esté exportando.

En el caso de las uvas frescas, según CREA, las ventas al mundo se derrumbaron casi 40% el último año, "a causa de la creciente suba de costos en dólares".

La situación es tan crítica, advirtieron desde la entidad, que se produjo una reducción del 50% en la facturación de las compañías de este rubro, ubicadas principalmente en Mendoza y San Juan.

Los productores de uva para la elaboración de vinos tampoco atraviesan un presente alentador: según el último informe del Banco Supervielle, los viñateros "enfrentan un escenario sumamente adverso", de la mano del alza de costos y de un precio de mercado deprimido.

El estudio de la entidad advierte que el promedio de facturación por hectárea de la temporada 2014 se ubicó en $25.000, unos $14.000 por debajo del valor medio de la última década. Todo esto, en medio de una fuerte suba de los gastos.

"Esto pone a gran parte de las 135.000 hectáreas plantadas por debajo del punto de equilibrio financiero", advierten desde la entidad.

Paralelamente, el negocio de las frutas de carozo (como ciruelas, damascos, duraznos y pelones), producción que se centra principalmente en la provincia de Mendoza, viene de padecer una feroz helada que llevó a "pérdidas casi totales en la zona cuyana", alertaron desde CREA.

"El impacto de la reducción de mano de obra en la región de Cuyo es importante. Eso tendrá graves consecuencias para el empleo de las comunidades locales", advirtió Toranzo.

El experto agregó que "las fincas necesitarán fuentes de financiamiento para seguir funcionando. De no ser así, muchas cerrarán. El problema es que es difícil conseguir préstamos a tasas razonables".

•Región Patagónica

En el Valle de Río Negro, los productores de fruta (básicamente peras y manzanas), también atraviesan tiempos difíciles.

Se trata de un polo productivo clave, dado que abastece entre el 80% y el 90% de la demanda nacional.

Las exportaciones de frutas desde esa provincia registran una baja del 16%, situación que se vio agravada por problemas climáticos.

El gerente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), alertó a este medio que "todos los años venimos padeciendo alzas salariales de dos dígitos frente a precios internacionales que se mantienen. Esta situación amenaza con hacer colapsar a los pequeños productores y exportadores".

De hecho, según el directivo, la ganancia de competitividad tras la devaluación de enero "ya fue completamente neutralizada" (ver gráfico).

Frente a este cuadro, advirtió que "ese productor pequeño que antes podía tener un buen nivel de vida, ahorrar e invertir, hoy está abandonando el negocio porque no puede aguantar".

•Norte Argentino

Las principales ramas de actividad de esta región, como el cultivo de algodón, arroz, azúcar y cítricos, también vieron licuadas las mejoras recibidas tras el salto del dólar. 

No sólo eso: según el IERAL, el tipo de cambio efectivo para estos productos hoy resulta "entre 30 y 60% inferior al de 2006" (ver gráfico).

En el caso de los cítricos, el grueso de la producción se centra en Tucumán, provincia de donde proviene el 90% de la producción nacional. El problema es que el sector está atravesando una situación crítica, agravada por los problemas climáticos.

Mientras que el año pasado se exportaron 1,2 millón de toneladas de cítricos, este año la campaña cerrará con apenas 550.000, lo que implica un desplome de más del 50%.

Frente a este derrumbe, el Gobierno nacional debió intervenir con un complemento salarial por cada empleado para mitigar la destrucción de puestos de trabajo.

Escenario post "buitres"Para Schuff, el revés en la estrategia de volver a los mercados internacionales de crédito generará una mayor presión sobre el tipo de cambio, lo que se traducirá en un dólar oficial más elevado hacia fin de año.

Sin embargo, para la economista, esto no derivará en un salto exportador, dado que "la aceleración de los costos rápidamente volverá a licuar el beneficio".

Además, consideró que el deterioro del poder adquisitivo de los consumidores "imposibilitará una mayor expansión de las ventas internas o un traslado de los costos a los precios, lo que afectará a los productores de alimentos de todo el país".

Así las cosas, para Schuff, salvo algunos actores que encuentren alguna ventana de oportunidad, "se observará una mayor caída en los márgenes de rentabilidad".

Frente a este contexto adverso, desde el IERAL anticiparon que las perspectivas de cara al corto y mediano plazo para las economías regionales, están lejos de ser alentadora. Por el contrario, según la consultora, "continuarán avanzando hacia una lenta agonía".