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Rattazzi: "A Cristina le dirí­a que deje al paí­s lo más manejable posible, que ya prepare la transición"

El titular de Fiat Argentina opinó sobre la economía y la política argentina. "La inflación del 30% o 40% no se cura con una aspirina", afirmó
20/08/2014 - 13:20hs
Rattazzi: "A Cristina le dirí­a que deje al paí­s lo más manejable posible, que ya prepare la transición"

Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, es uno de los principales referentes empresarios que se opusieron en los últimos días a la modificación de la Ley de Abastecimiento que propone el oficialismo.

Asimismo ha criticado las políticas del gobierno nacional que cierran los mercados internacionales para la Argentina. 

En una extensa entrevista concedida el martes a InfobaeTV, el empresario automotriz brindó su opinión acerca de la inflación, el dólar y la política argentina. En ese marco, le solicitó a la presidenta Cristina Kirchner que, en vistas a las elecciones presidenciales de 2015, "deje al país lo más manejable posible" y que "ya prepare la transición". A continuación, la entrevista completa: 

-¿Qué pasa en Argentina que, aproximadamente cada diez años, siempre hay una crisis económica? ¿Estamos condenados a vivir cíclicamente de ese modo inestable?

Hace 80 años, Argentina -que estaba entre los siete países más importantes y ricos del mundo- empezó una decadencia por momentos de mejoría, pero con una continua decadencia. Y es verdad, eso pasa cada diez años, a veces más o menos tiempo. Esto empezó cuando un golpista conservador, el ex presidente Agustín Pedro Justo, creó la Junta Nacional de Granos -hace 80 años- y después, a los seis meses, creó la Junta Nacional de Carnes.Evidentemente empezó una idea de que, como el país era rico y tenía trigo por todos lados, se podía regular del centro y ellos decidir qué hacer, cómo se comercializaba, etc. Eso creó que la iniciativa privada -que es el motor y el valor agregado que tiene cualquier país del mundo- empezara a tener menos estímulos, con altibajos.La verdad es que cada diez años tenemos una crisis, cada diez años decimos que lo que hicimos antes estuvo equivocado pero que encontramos un modelo nuevo y que ahora va a andar brutal. Después, pasan otros 10 años y otra vez lo mismo, decimos que ahora sí tenemos un modelo mejor. Pasan otros diez años y así sucesivamente. Había por lo menos un período en el que habíamos eliminado la inflación de nuestro sistema y, de golpe, encontramos un modelo que empezó a albergarla desde el principio, porque cuando el mundo iba al 3% de inflación como máximo y 4% ya era una barbaridad, nosotros viajamos a 10 o 12% como si fuera divertido. Todo esto, con todas las tarifas atrasadas y que no podían pagar la inversión. De hecho, terminamos importando toda la parte energética con cifras siderales. una cosa horrible y, al final, terminamos con un país con una recesión y en crisis.

-¿Qué pronóstico hace para el próximo semestre?

Lo veo complicado. La inflación del 30 o 40% no se cura con una aspirina, hay que hacer programas con metas para bajarla y eso conlleva que no se pueda emitir moneda sin respaldo. Entonces, hay que disminuir la emisión. Es como una droga, tenés que empezar un proyecto de cesación lentamente. Y no es tan fácil. Además, está el problema de la recesión, si uno lo agarra cuando todo anda bien es mucho más fácil: lo hacés, bajás alguna cosa. Ahora estás en recesión, todo tiene un efecto recesivo, todo lo que es ordenar la economía. Tenés el problema del default, no tenés crédito externo. Acordemos que el valor agregado lo aportan los privados, no lo aporta el Estado. El Estado saca valor agregado.

-¿Qué pasa con la tasa de desempleo?

Por ahora no ha subido pero hay riesgo de que suba. Cuando nosotros suspendemos personal hay que pensar que hay una serie de proveedores atrás que, de golpe, tienen que reducir la producción. Por ahora en nuestro sector no hay cosas importantes pero si sigue una recesión tan fuerte, o si aumenta, es muy posible que veamos una reducción del empleo.

-¿Cómo se hace para revertir la baja de ventas de la industria automotriz?

Argentina puede ser un gran exportador de autos porque tiene plantas, entonces hay que hacer competitiva la exportación. El 80% de nuestra producción va a Brasil, no va al mercado local. Entonces hay que reforzar las exportaciones y sacar el impuesto. Los países que exportan, no exportan impuesto. Nosotros exportamos entre el 19 al 25% de impuestos, según la valuación que hay. No se puede, hay que sacarlo.Después van y hacen un arreglo con Brasil, que justamente limita nuestra capacidad exportadora. Es decir, que si ahora queremos poner tres turnos y exportar hacia Brasil limitan la negociación porque pusieron una regla que se llama Flex, que dice que yo puedo exportar a ese país hasta tanto dinero. El mismo Flex hecho por los mismos funcionarios -que eran exactamente los mismos, excepto los jóvenes en el 2000- me hicieron cerrar la fábrica en 2001. Porque Brasil me dijo que no podía exportar más si no pagamos una multa. No quisiera que me pasara de vuelta. No creo que vaya a pasar porque además Brasil entró en crisis, pero seguramente mi programa de fuertes exportaciones -que tenía en el bolsillo como una gran solución para el año que viene- no lo pueda llevar a cabo.Tenemos que poner orden en el mercado interno. Fue un poco una burbuja. Tuvimos hasta exceso de la demanda a fines de 20013. Hubo un reajuste y ahora hay que navegar, arreglar el país, arreglar la macroeconomía, reducir la inflación hasta el 3 o 4 por ciento. No va a ser fácil. El año que viene cambia y vamos a tener que hacer muchas cosas.

-¿Qué opina sobre la Ley de Abastecimiento?

Antes, fue tan inaplicable que ahora nadie la toma en serio. Es inconstitucional, no tiene sentido, es anacrónica. El único país que tiene una ley similar es Venezuela. No existe en ninguna otra parte del mundo. Ahora, quieren hacer alguna modificación para que sea aplicable sin tener que decir "pongo en cana a alguien porque no me gusta cómo está haciendo su marketing o su comercio". No sé, tengo mis dudas que pase porque mientras hace dos o tres años había una posición que era como la de una escribanía: cualquier ley -la más insólita que presentaba el gobierno- el 85% del congreso la votaba, hoy empieza a haber una oposición que empieza a pensar. Hay gente que empieza a ver que, dentro de un año, podría estar en el poder y quieren tener un país lo más ordenado posible.

-¿Sirve el plan Pro.Cre.Auto?

Es útil. Hizo volver a entrar a la gente a la concesionaria. Después del impuestazo y de la crisis de enero la gente no entraba más. Algunos usaron este plan, pero en un mercado en baja del 35 al 40 por ciento. Sí, ahora está en baja en un 30% pero no es porque hay un crédito a condiciones favorables, bien hecho e interesante y de golpe se sale de la recesión. No: bajaste del 35 al 30% el nivel de ventas.

-¿Qué opina de la gestión del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y qué cambió desde su salida del gobierno?

Moreno era folclórico y hasta algo divertido. Con Guillermo había algo, un sábado a la noche le decías que tenías un problema serio que resolver. Tenías una discusión pero muy probablemente el lunes a la mañana estaba todo resuelto. Acá, te encontrás con una pared, que es como una computadora: ¿con quién hablo?, ¿qué hago?, ¿cómo hago para resolver un problema grave? Irracional como todo el sistema de comercio argentino. Por lo menos en la irracionalidad ahí había un momento en que te decían "no, pará, tengo que resolverlo" y se resolvía. Acá es mucho más difícil. Se lo extraña porque era divertido, no como un líder carismático de la economía argentina.

-¿Que opina del nuevo secretario de Comercio, Augusto Costa?

Es complicado, tiene una visión muy estatista de la economía y piensa que el Estado va a conducir todo. Eso es complicado porque no existen países exitosos en los cuales el Estado haya tratado de manejar todo.

-¿Tiene relación con él o con alguien del Gobierno?

Tengo buena relación, aunque sin pensar lo mismo, con Axel Kicillof. Me parece un chico inteligente, entiende las cosas. Le podés hablar, tener diálogo y no estar de acuerdo. Vale la pena tenerlo en cuenta. No es un tonto y es la persona con la cual uno puede tener un diálogo. Se enoja pero tiene un diálogo. Con otros, la verdad, tengo poca relación.

- ¿Cómo califica la negociación de Axel Kicillof con los fondos?

Estuvieron muy cerca de cerrar con los fondos. Por suerte, yo no estaba. Estaba en Europa. ¿Por qué no pudieron cerrar? No lo sé, no entro en esos detalles. Era mejor, porque nos abría al crédito mundial, era mejor para la Argentina inmediata tener ese flujo pero igual los problemas del país ya estaban: la recesión, la inflación, el crédito que se achicaba. Ayudaba un poco para alivianar y faltó ese alivio, que capaz llega en enero.

-¿El impuesto a los autos de alta gama fulminó a la industria?

Ese es otro disparate. Creo que el Congreso nunca se dio cuenta que cuando ponía un impuesto del 30 y del 50 por ciento, en realidad, ponía un impuesto del 42,5 y del 100 por ciento. Entonces, todos los autos de cierta gama -o de más o menos alta gama- se fueron al 100% más de impuestos en un país que tiene ya el 35% de impuestos a la importación, el 21% de IVA y agregarle un 100% de impuestos es bloquear totalmente la alta gama: la liquidó, la fulminó. Además, la gente empezó a no entrar más a las concesionarias, no sabía si comprar un auto con un impuesto que era un disparate. Un auto que aumentaba el precio en un 100% de un día al otro. Además, se agregó la devaluación, que era necesaria. Yo considero que era necesaria.Tuvimos un cierto período de "veranito cambiario" desde ahí hasta ahora, pero todo junto fue un combo para liquidar las ventas de autos y para crear una recesión muy fuerte y muy rápida. Esperemos lentamente salir, pero obviamente es un impuesto que no tiene sentido. Y evidentemente, liquidó a muchas concesionarias de alta gama donde se siente fuerte el desempleo. Todos los empleados de concesionarias de alta gama -que en general, tienen más empleados por unidades de venta- van liquidando empleados a lo bruto.

-¿Cuál de los candidatos a presidente cree que puede llegar a revertir esta situación?

Todos. Hagamos las cosas normales y serias. Hay que ver los equipos que van armando con un poco de ideas nuevas y modernas. No con las ideas del 2002, que hicieron este desastre del cual lentamente queremos salir. Todos pueden tener posibilidades, son tres y que tienen votos. Puede aparecer un cuarto, los votos se reparten entre tres pero un cuarto siempre puede aparecer.Todo están muy optimistas, si ves las proyecciones de Argentina a dos o tres años son todas buenas. Son gente normal y seria con la cual podés dialogar, que entienden la inserción del país en el mundo. Casi todos entienden que existe un mundo, que estamos aislados. Que el comercio y la industria son una actividad lícita y que hay que dejarlos que se desarrollen. Por lo tanto, soy bastante optimista sobre el futuro. Ahora tenemos un período complicado, pero dentro de un año y medio ya vamos a tener nuevo presidente.

-¿Quién le gustaría que sea el próximo presidente?

Para mí es indiferente. Voté por años a Lilita Carrió, seguramente no va a ser presidente pero es una persona a la que admiro por varias cosas. Pero sabemos que los candidatos son tres y vamos a ver qué equipos arman y qué van a prometer.

-¿Es necesario un cambio de política económica o solo un reajuste?

Seguramente, si queremos hacer más estadismo, nos estamos equivocando. No es que hay estadismo en serio. Es que se tiene que volver a un dólar único y normal que todo el mundo tiene. Hay que poner una política impositiva seria. Hoy en día todos los impuestos son distorsivos: hasta Ganancias es distorsivo porque no se ajusta la base. Todos los otros son distorsivos menos el IVA, que es demasiado alto. Entonces, también hay que ver toda la política impositiva.El país necesita usar el valor agregado que crea muy fácilmente -porque tiene unas condiciones extraordinarias de crear valor agregado- tiene que disfrutarlo, usarlo para exportar e importar lo que necesite. Tiene que insertarse en el mundo, hacer acuerdos de libre comercio, ser competitivo como México, parecerse a Chile y no tener como ejemplo a Venezuela. Eso se hace. No es que se necesitan cambiar todas las leyes. Hay que ir reajustando todas las cosas.

-¿El primer gobierno de Cristina Kirchner fue mejor que esta última parte?

Hay un dicho que dice "la victoria tiene mil padres, la derrota es huérfana". Cuando entrás en una recesión que se pone bastante pesada nadie es el padre del modelo, todos son padres del éxito. Yo creo que el modelo era soja, soja, soja y, efectivamente, la soja triplicó su precio desde que se fue Fernando De la Rúa hasta ahora.Hoy está un poquito más baja y ese fue el principal motor del modelo. Tenemos que volver a ser un país normal, serio, en el cual comerciar es lícito, vender y comprar es lícito, exportar es virtuoso. Los productos tienen valores internacionales iguales a todo el mundo y no hay que hacer inventos raros. Y eso se hace fácilmente, lleva un cierto tiempo por la inflación: lleva tiempo y esfuerzo porque está prácticamente desbocada.

-¿Qué diferencia encuentra entre el gobierno de Cristina y el de Néstor Kirchner?

Hubo un comienzo con un enorme superávit fiscal y un enorme respeto de ese superávit. Eso es lo que pasa con todos estos gobiernos cada diez años. Si ves la historia, al principio, siempre tienen superávit porque vienen de una crisis. Hay que acordarse que hasta el 2006 Néstor Kirchner prácticamente no les aumentó el sueldo a los empleados públicos. Después, el superávit fiscal empezó a relajarse. Y ya en 2006 y 2007 no había tanto superávit fiscal y empezó a haber déficit. Entonces, fueron a las AFJP y se llevaron la plata con el acuerdo general de la oposición.Ni Néstor, ni Cristina. Es la historia de un fuerte superávit fiscal con reglas que yo hubiera mantenido más abiertas. En ese período, exportábamos muchos autos a México. Después, siempre terminamos con un enorme déficit fiscal, inflación altísima -que ya empezaba a crecer muy rápido- y como siempre terminamos con todo no competitivo: sistema impositivo, sistema cambiario. Casi siempre finaliza así, es un poco la historia de las crisis.Lo bueno es que ahora no hay ninguna posibilidad de golpe. De lo que estamos hablando ahora son siempre de transiciones democráticas, aunque la del 2002 a mí me deja alguna duda pero es una duda mía, personal, de cuán democrática fue. Pero, en general, tenemos transiciones democráticas y eso es importante.

-¿Cree que hubo un golpe en 2002?

Y... un poquito. No soy de mirar mucho al pasado pero hubo un pequeño golpecito. Algunos eran hasta del mismo partido del presidente de ese momento. No fue un golpe solo peronista, fue un golpe de la gente del partido de ellos. Pero ya está, ya fue, y la historia hizo eso, sigamos adelante.

-¿Qué opina que el vicepresidente Amado Boudou esté procesado y siga en ejercicio? ¿Cómo nos deja parados frente al mundo?

¿Te parece que nos hemos cuidado mucho de lo que piense el resto del mundo en los últimos años? A muchos argentinos poco les importa lo que piense el mundo. Yo soy bastante ciudadano del mundo. Boudou es un tipo inteligente, hubiese preferido que aportara al bien del país y no que terminara multiprocesado y, obviamente, no ayudando mucho a la Argentina.

-¿Cómo ve el tema de la corrupción en el país?

Por alguna razón, en el mundo entero donde está lo público, hay corrupción. En países enormes, donde no hay una "doña Rosa" controlando de cerca, hay corrupción. Ahora, también hay castigos muy fuertes como en Brasil: gente al lado del ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva terminó presa por varios años. Lo importante es el castigo. En los países con menos sector público hay un poco menos de corrupción. Porque entre los privados, si yo te robo a vos es una cuestión privada y tenés que hacer lo posible para que yo no te robe. El sector público es un flan enorme y la corrupción es más fácil.Lo que no acepto es que digan que alguien era más o menos corrupto que otro. Que el sector público haga lo que tiene que hacer, que es ayudar a los más necesitados; que funcione el sistema educativo, que haya una defensa del país bien armada, que haya servicios sanitarios que funcionen para quienes lo necesitan, etc. Hay algunas funciones que tienen que hacer, pero no meterse ni en la producción, ni en crear "ñoquis".

-Si le ofrecieran ser candidato a algún cargo político, ¿aceptaría? ¿Le gustaría hacer política?

Mi bisabuela fue presidente del Consejo de Italia, mi madre fue canciller de Italia. Tengo bastante "cosa política" por parte de mi familia paterna y materna. Pero a mí me gusta la industria, los resultados, ver que se está haciendo algo o creciendo. La política me parece que tiene tiempos demasiado lentos para que me sienta cómodo. Me metería sólo si pienso en ayudar al país a salir adelante. Entonces ahí entraría solo por un corto período porque tengo 65 años, no es que tenga para vivir tantos años más. Sería solo para ayudar en algún sector de la economía, por ejemplo. Pero para ponerme en política tendría que ser alguien que me diga "por favor, necesitamos que estés" y como nadie me lo va a decir no tengo ningún problema.Me gusta hacer cosas, me gusta la producción, me gusta volar, manejar autos. Ahora si me necesitaran en serio, con un programa en serio. Si me dicen por ejemplo, hay que hacer la reforma impositiva y hay que ocuparse de instalarla, entonces hagámosla. Si hay que abrir el país con reglas económicas o de intercambio, hagámoslo. Pero, obviamente, tiene que ser un equipo por el que tenga una enorme estima.

-¿Qué consejo le daría a Cristina Kirchner?

No creo que me lo vaya a pedir, por lo tanto, no vayamos en abstracto. Le diría que deje el país lo más manejable posible al que viene a futuro, que ayude desde ahora a que la transición sea muy buena, que ya la prepare. Que no vaya para un lado y para otro, con una Ley de Abastecimiento o con tratar de aplicar a una empresa la ley de terrorismo, que por suerte ahora la retiraron. Que trate de hacer un país normal, que empiece ya a luchar contra la inflación, a insertar al país en el mundo, a proponer impuestos no distorsivos: que empiece ya el trabajo que va a seguir el que venga después de ella.