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Cómo era la vida de Kicillof antes de convertirse en ministro de Economí­a

El hombre que negoció con los fondos buitres, desde joven estuvo ligado a la política. Ya a los 22 años lideraba un partido político
23/08/2014 - 15:32hs
Cómo era la vida de Kicillof antes de convertirse en ministro de Economí­a

Hasta antes de convertirse en el popular ministro de Economía que es hoy, Axel Kicillof no era tan diferente a quien es en la actualidad. Y si hay algo que precisamente no cambió fue que siempre estuvo ligado a la política.

Ya desde los 22 años, en plena década de los 90, el ministro -que en tiempos k despierta pasiones y odios- lideraba el partido político "Tontos pero no tanto" (TNT), en la UBA.

Desde la sede de Ciencias Económicas, Kicillof repartía panfletos para impulsar a la universidad.

"Éramos el Coyote, el eterno perdedor, íbamos siempre al punto, no buscábamos ganar. Un partido que criticaba a las organizaciones políticas tradicionales y que tenía algo de aquella locura", rememora uno de los compañeros del titular de Hacienda en diálogo con Apertura.

El economista que hoy tiene un influyente poder, ya desde joven se destacaba en sus actividades. Se sacaba muy buenas notas en la facultad y siempre tenía algo que aportar, razón por la cual lograba cautivar con facilidad a las mujeres de su alrededor.

Tal es así que el amor tocó las puertas de su corazón desde temprano y estaba de novio con Marcela, una joven con la que salió durante varios años.

En esos años el hombre negociador con los fondos buitres y posible sucesor de Cristina Kirchner de cara a 2015 tenía todas sus energías puestas en la facultad, aunque también se guardaba tiempo para el amor.

Pero "KiciLove", según cuenta la periodista Carla Quiroga, no era un salidor.

A veces colaboraba como barman en algunos festejos del partido que se hacían con la intención de recaudar dinero.

Las fiestas se llevaban a cabo en un segundo piso de una fábrica abandonada en Godoy Cruz y Santa Fe.

En aquel entonces el ahora ministro de Economía preparaba los tragos y despertaba, tal como ahora, el mismo fervor en la platea femenina

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