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Olorcito a enero: el blue le mete presión al oficial y el propio mercado empuja hacia arriba el precio del dólar

La incertidumbre se refleja en la cotización del paralelo. También, en la mayor cantidad de ahorristas que buscan divisas por la ventanilla de AFIP
31/08/2014 - 09:00hs
Olorcito a enero: el blue le mete presión al oficial y el propio mercado empuja hacia arriba el precio del dólar

Es un clásico: cada vez que se incrementa la incertidumbre, los ahorristas buscan refugio en el dólar. 

Y en esta búsqueda de cobertura, los particulares están dispuestos a pagar "lo que sea" con tal de no quedarse con moneda local. 

Incluso, una brecha cambiaria del 70% no los hace decaer en su afán de hacerse de billetes y, como señala un operador de la city porteña, "si el blue está a un precio de más de $14, es porque la demanda lo convalida". 

Por el lado del "dólar AFIP", la situación no dista demasiado en cuanto a su búsqueda como moneda de atesoramiento.

Desde que se implementara la flexibilización del cepo a fines de enero pasado, las operaciones autorizadas por el organismo han venido en ascenso, coincidiendo con el escenario de mayor tensión cambiaria.

En agosto salieron por este canal casi u$s260 millones y se llegó a un récord de operaciones (390.000) desde que el sistema entrara en vigencia.

Desde ese entonces, el organismo de control informó que autorizó 2 millones de operaciones por un monto superior a los $10.400 millones, tal como se observa en el siguiente gráfico:

Más dólares, menos consumo

Tal como diera cuenta iProfesional, un dato clave es que esta cifra que destinaron los argentinos al "dólar ahorro" equivale al total de ventas realizadas por los casi 40 shoppings y centros de compras de Capital y Gran Buenos Aires entre enero y mayo pasado.

Según datos del INDEC, en dicho lapso, estos grandes establecimientos registraron una facturación -a precios corrientes- del orden de los $10.700 millones, lo que deja a las claras cómo los comercios de un amplio abanico de rubros se vieron perjudicados ante la mayor ansiedad de los argentinos por hacerse de billetes verdes.

Otro termómetro que muestra cómo la inestabilidad cambiaria juega en contra del consumo está en que el monto autorizado por la AFIP es incluso superior a los cerca de $9.600 millones que se destinaron a la compra de electrodomésticos y artículos del hogar en los 100 principales retailers de la Argentina durante el primer cuatrimestre del año.

Sobran pesos, faltan dólaresEn la plaza financiera todo el nerviosismo se refleja en el mercado paralelo. La divisa estadounidense cotiza a $14 en las cuevas de la city porteña.

La brecha con el billete oficial hoy día llega a ser de casi el 70%, por lo que la gran pregunta que se realiza el mercado es hasta dónde llegará su ascenso.

Por otro lado, las operaciones del "dólar bolsa" -el mecanismo legal para la obtención de divisas mediante la compraventa de títulos públicos nominados en pesos y moneda norteamericana-, arroja una valuación cercana a los $13,00.

En tanto, el "conta con liqui" -el utilizado para sacar divisas fuera del país- cerró este viernes a $12,85, con clara tendencia ascendente.

Mientras todo esto sucede, la postura oficial es la de ignorar y "despreciar" al dólar blue por ilegal e irrelevante. De hecho, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, llegó a decir que mirar su cotización equivale a seguir el precio de la cocaína.

Sin embargo, hay una mayoría de analistas que cree que la suba del marginal le mete más presión a la devaluación del oficial.

El economista Jorge Todesca, titular de la consultora Finsoport, afirma: "Hay un efecto arrastre por el alza del dólar paralelo. Creo que el Banco Central trata de dar la señal de que la ampliación de la brecha no va a ser infinita y que el actual nivel no es tolerable".

Recordó, incluso, que la reducción de ese gap era un objetivo primordial  que Fábrega se había fijado al asumir la presidencia del Central.

En tanto, el consultor Federico Muñoz apunta que la suba del blue refleja un empeoramiento en las expectativas del mercado, que ahora espera un contexto de menos dólares para respaldar una base monetaria mayor.

De hecho, el Banco Central emitió sólo en agosto la friolera de $25.000 millones, la mayor expansión en lo que va del año.

"En un escenario como el que tenemos hoy, lo que ocurre es que se desincentiva la oferta de divisas. Todo aquel que tenga billetes verdes o un activo dolarizado, tratará de retenerlo, porque siente que es inevitable otra corrección cambiaria", describe.

Y agrega: "Del otro lado, hay una gran demanda de moneda norteamericana que se requiere para hacer funcionar la economía y para pagar obligaciones".

El blue, la locomotora

Si al dólar oficial lo empuja el blue, ¿qué es lo que empuja a este último? Si los comentarios de economistas e inversores tuvieran que resumirse en una sola palabra, esa sería "incertidumbre".

Especialmente, luego de que la "crisis Griesa" quebrara la expectativa positiva que, a comienzos de año, se había instalado tras los acuerdos del Gobierno con Repsol y con el Club de París.

Primero fue la negativa del Ejecutivo argentino a negociar con los holdouts. Luego, el anuncio del Ejecutivo de que enviará un proyecto al Congreso para cambiar el lugar de pago de los bonos con legislación de Nueva York hacia Buenos Aires.

Estos "desafíos" incrementaron los temores y han ido impulsando al blue:

· A mediados de mayo tocó los $11

· A principios de junio pasó los $12

· A fines de julio llegó a $13

· Ahora cotiza en los $14

"Incertidumbre, alta inflación y desaceleración de la economía son los condimentos que se juntan para explicar la suba del dólar", expuso un operador.

"El panorama definitivamente no cambia para mejor, Argentina continúa aislada de los mercados internacionales de crédito en un momento en el que los dólares son un bien escaso", indican desde la consultora Delphos Investment.

Asimismo, la oferta de divisas está debilitada por el final de la cosecha de granos. Esto, frente a una demanda firme, hace que se eleve su cotización y empuja al oficial a avanzar sostenidamente.

Olorcito a enero

Lo cierto es que el panorama actual se empieza a parecer peligrosamente al de enero pasado.

Y no solamente por el atraso cambiario frente a la inflación o la escasez de sojadólares, sino también porque vuelve a instalarse el temor a una caída de las reservas del Banco Central.

En definitiva, lo que está decodificando el mercado es que Fábrega está volviendo a mostrarse firme en su objetivo fundamental de protegerlas.

Así las cosas, los empresarios -para hacerse de divisas- deben recurrir cada vez más al "contado con liqui", lo cual incide sobre el blue y, a su vez, sobre el dólar oficial.

En este sentido, el pronóstico del economista Aldo Pignanelli es inquietante: "Tarde o temprano tendrán que corregir con un ajuste importante, porque el dólar oficial quedó muy retrasado".

Ante esa situación se abre la pregunta de qué tan tolerable sería, desde un punto de vista político, una sucesión de devaluaciones.

Cristina Kirchner ya demostró en enero que, por más que le desagrade, en situaciones extremas ha convalidado el deslizamiento cambiario, aun cuando ello suponga contradecir los deseos de Kicillof.

Resta ver qué tan profunda sería esa corrección.

En definitiva, lo que presumen los analistas es que el margen de maniobra de los funcionarios se va acotando y que, cada vez más, es el propio mercado el que empuja al alza el valor del dólar.

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